Una propiedad millonaria sacude el mercado de Funes, bronca en el Aeropuerto y el Obrador, ¿otra vez en venta?
Una atractiva esquina salió a la venta y piden una fuerte suma en dólares. Además, qué pasa con la obra de la pista y en busca del destino del predio municipal.
Una codiciada propiedad de Funes, no solo por su tamaño sino también por su ubicación, salió a la venta y sacudió al mercado: se trata del predio ubicado en Bv. Mitre y Ruta 9, por el que piden una millonaria suma en dólares. Además, se demora la obra de la pista del Aeropuerto y crece la bronca del gobierno de Santa Fe; barajan dos particulares mecanismos para reactivar la venta del Obrador; y asoma una disputa por la presidencia del Concejo entre Carlos Olmedo y Martín Papini.
Pase, siéntese, lea y tómese Un Café por Funes:
Una esquina millonaria
Una novedad en el mercado inmobiliario de Funes despertó comentarios y puso en alerta a los jugadores más importantes de la ciudad. En un conocido sitio de negocios inmobiliarios, apareció publicado el predio ubicado justo en la esquina de Bv. Mitre y Ruta 9. Se trata de un amplio terreno cuya inmejorable ubicación seduce a cualquier figura del ambiente y que más de un empresario importante de la ciudad intentó comprar en el pasado y no pudo.
Es una oferta ideal para desarrollos inmobiliarios, pero no sobran los jugadores con la espalda para abonar el precio cotizado: US$1.6 millones, a razón de algo más de US$320 el metro cuadrado. La propiedad, además de su ubicación frente al semáforo y a metros del centro comercial Tierra Chica, cuenta con un amplio espacio verde, una arboleda llamativa, una pileta, una casa y algunos galpones. De hecho, menos del 20% de su superficie está construida.
Hay algunos detalles del predio que lo hacen atractivo para cualquier emprendimiento inmobiliario. En primer lugar, su tamaño: mide 55 metros de frente por Ruta 9 y 90 metros de fondo, por Bv. Mitre. En total, son 4950 metros cuadrados, lo que significa un dato clave: al medir menos de 5 mil metros cuadrados, cualquier desarrollo que se realice ahí no tiene que aportar ni reserva fiscal ni espacio verde, que en total representa un 12% del terreno a urbanizar.
Del lado negativo, los indicadores de construcción de la zona no son muy generosos. Solo se permite construir sobre el 25% del terreno, planta baja y un solo piso. Cualquier desarrollo que quiera hacerse deberá pedir una excepción a la normativa, como lo hizo el condominio que el estudio ESH Arquitectos que se construirá detrás, por Bv. Mitre, al que se le otorgó la posibilidad de construir sobre el 50% del terreno, planta baja y dos pisos.
Lógicamente, para obtener esa excepción a la normativa quien desee realizar allí un desarrollo deberá utilizar el mecanismo instaurado por la ordenanza de mejor aprovechamiento urbanístico -la famosa “plusvalía”-, y abonar un monto extraordinario para la ciudad. Ese monto depende del costo de construcción del metro cuadrado fijado por el Colegio de Arquitectos, y según especialistas no bajaría de los US$100 por metro cuadrado construido. Es decir, si se le dan los mismo indicadores que a su vecino, el desembolso no podría ser menor a US$700 mil.
Bronca en el Aeropuerto
La incertidumbre en torno a la obra de remodelación de la pista del Aeropuerto no para de crecer y, al mismo ritmo, lo hace la bronca de los afectados por el cierre de al menos noventa días que demandarán los trabajos. El último miércoles, figuras importantes del directorio del AIR asistieron a una reunión por el tema con el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos pero volvieron sin una certeza sobre cuándo comenzarán los trabajos.
Vale recapitular: la pista del Aeropuerto precisa una fuerte obra de remodelación en su superficie, ya que se está desgranando y, si bien no pone en peligro la seguridad de los vuelos por ahora, sí puede complicar la operatoria a futuro. Ante esa situación, el gobierno provincial quiso encarar la obra pero se encontró con que el gobierno nacional, vía el ORSNA, quería formar parte del proceso en virtud de un viejo convenio firmado en la gestión anterior. Así las cosas, acordaron hacerse cargo a medias del costo de la obra -US$40 millones- y que sea el ORSNA el encargado de todo el proceso licitatorio.
Todo marchaba sobre rieles. Hasta ya había fecha tentativa de cierre, antes de la temporada de verano. El ORSNA abrió la licitación, recibió cinco ofertas distintas para los trabajos y ahí se empezó a complicar: como contó Un Café, una de las firmas oferentes impugnó las ofertas de dos de sus competidoras. Para avanzar, el organismo nacional debía resolver esa impugnación y adjudicar la obra. No lo hizo, el tiempo pasó y, sin importar los reiterados reclamos, la obra quedó en un limbo.
Por esa razón, el enojo brota por todos lados. El gobierno provincial está molesto porque siente que perdió un año y medio y que si el ORSNA no se hubiese metido la obra ya estaría realizada con fondos aportados enteramente por Santa Fe. Por esa razón, el vínculo no está en su mejor momento y se nota en detalles, como que la Provincia se corrió de los anuncios con respecto a la pista. Por ejemplo, el viernes que pasó se anunció el cierre de la pista por diez horas para realizar arreglos mínimos y el anuncio no se hizo por los canales institucionales.
El enojo también brota en las aerolíneas y las agencias de turismo. Lógicamente, frenaron la reserva de pasajes para la fecha tentativa del cierre pero, sin confirmación, no saben si hicieron bien o si se están perdiendo de jugosas ventas por una precaución innecesaria. También se enojan los empleados, que no saben qué les deparará en los próximos meses con sus obligaciones laborales. Un gran malestar, transversal a toda la comunidad aeroportuaria, provocada por la falta de definición del gobierno nacional mientras la pista sigue deteriorándose.
¿Qué hacer con el Obrador?
La que se está intentando reactivar es la venta del Obrador, el predio ubicado en Yrigoyen y Av. Illia, de propiedad municipal, que el año pasado fue objeto de una licitación para encontrarle comprador que quedó desierta. Se trata de un predio de 15 mil metros cuadrados, cotizado en la ordenanza que autorizó su venta en US$500 el metro cuadrado, es decir, casi US$7.5 millones. En el pliego licitatorio figuraba que ese precio debía ser pagado en dólar billete, lo que fue apuntado como uno de los requisitos que hicieron que ninguno de los interesados presente una oferta formal.
Más allá de las cuestiones licitatorias, lo verdaderamente apuntado en el mercado como motivo detrás de la dificultad de vender el predio es el precio: según los criterios de cotización que manejan los jugadores inmobiliarios de la ciudad, es un monto caro que torna poco redituable la inversión, teniendo en cuenta el desembolso que quiera hacer el hipotético comprador para su proyecto.
Por estas horas se barajan dos posibilidades para reactivar la venta del predio, teniendo en cuenta que en la Muni no quieren, por ahora, bajar la cotización. Una es abrir una nueva licitación sin el requerimiento de que el precio se pague en dólar billete. De esta manera, los interesados podrían incluir obras a modo de pago, como la construcción de los tres mini obradores que quiere la Muni para descentralizar sus tareas.
La otra opción, con menos chances de concretarse, es hacer un concurso de proyectos, en el que cada interesado presente una carpeta con su idea. En esa carpeta no solo debería incluirse el masterplan de lo que se quiere construir, el monto que se ofrece para adquirir el predio y la forma de pago. Es un mecanismo más flexible, que permite a la Municipalidad adaptar sus exigencias y lograr rápido un acuerdo.
Una disputa presidencial
Faltan aún un par de meses, pero el triunfo de Martín Papini en las elecciones y su ingreso al Concejo seguramente abra una disputa que no se da hace mucho, mucho tiempo en Funes: la de la presidencia del cuerpo legislativo. Carlos Olmedo ocupa ese lugar desde su ingreso mismo al cuerpo legislativo, en 2015, y ha sabido construir un liderazgo puertas adentro, entre empleados e incluso ediles, que excede a los partidos políticos de uno y de otro. Sin embargo, es la primera vez que compartirá cuerpo con una figura tan cercana a Roly Santacroce, quien además aspira a sucederlo.
Hay algo que merece destacarse: más allá de filiaciones políticas, el vínculo entre Santacroce y Olmedo es excelente. De hecho, el presidente es el principal responsable de que el Concejo no haya sido un obstáculo mayor para ninguno de los grandes proyectos transformadores del alcalde en sus casi seis años de gestión. No por nada nunca prevaleció aquella tradición de cualquier cuerpo legislativo de que su presidente sea del mismo partido que el intendente porque ocupa la línea sucesoria.
Por eso, la disputa no es sencilla. Papini ha sido el funcionario más cercano, el de más confianza de Santacroce en sus seis años de administración. Es, además, el principal aspirante del peronismo para la sucesión -no por nada recién encabezó una candidatura cuando faltan tan solo dos años para que Santacroce se vaya, a fin de elevar su conocimiento-. Es lógico que pretenda ese lugar, no solo por ser el ganador de las últimas elecciones sino también porque, a la hora de las negociaciones, es el único que puede hablar por el intendente.
Olmedo ya avisó que no tiene intenciones de volver a ser un concejal raso, por lo que el tema será materia de votación. Hay concejales cuya voluntad se puede presuponer: es lógico que Juan Ignacio Rímini vote a Olmedo, mientras que Martín Consiglio -a pesar de su inmejorable vínculo con el actual presidente- seguramente elija a Papini. La incógnita flota sobre Soledad Miguez, peronista pero que hoy mantiene una profunda pelea con el oficialismo, y Jerónimo Gianello, de La Libertad Avanza. ¿Y si hay empate? El reglamento establece que se define por sorteo, con una moneda al aire.
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