Tasas en alza en Funes, un exclusivo shopping negocia marcas top y una exención para Rock&Feller's

Aprovechando el final del año legislativo, la Muni de Funes envió al Concejo varios proyectos de alto voltaje entre los que figuran un pedido de suba de casi 100% en promedio de todas las tasas que cobra el Municipio. Además, Paséa negocia con un hotel y una firma gastronómica top; las oficinas arriba de Rock&Feller’s, otra inversión que reniega con la plusvalía y negocia una exención o una rebaja; y qué hay detrás de la licencia ¿transitoria? de Martín Papini a su cargo de concejal, anunciada días antes de asumir. 

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Aumentos por doquier en Funes, parte I

La sesión del Concejo del último jueves tuvo mucho movimiento. El Ejecutivo aprovechó que fue la penúltima del año y envió una batería de proyectos, entre los que se destacó uno que propuso aumentar todas las tasas que cobra la Municipalidad. Desde el permiso de uso del estadio municipal, pasando por las tasas que se cobran en obras particulares -como la de final de obra- o las de uso de espacio público hasta los ítems de la TGI, el Municipio pidió aumentar todo. La mayoría, entre un 70% y un 120%, con picos del 150%. El promedio general fue de 96% de aumento.

Una fuente reconoció que los concejales ya estaban al tanto del pedido, pero en una reunión con los funcionarios municipales les habían dicho que iban a ser de alrededor de un 30%. Como la última modificación de los ítems databa de mayo de 2024, todo se encaminaba a que el oficialismo tendría mayoría para sancionar la ordenanza. Sin embargo, el proyecto tendría luz verde solo después de una serie de modificaciones que morigerarían los aumentos. 

Los incrementos más altos se concentran en las licencias de conducir. El mayor salto corresponde al costo de sumar una clase adicional, que pasa de $10 mil a $32 mil (+220%). Le siguen las licencias de 1 año, que suben de $16 mil a $45 mil, y los duplicados, que avanzan exactamente en la misma proporción (+181,25%). También se destacan las licencias de 2 años, que trepan de $19 mil a $48 mil (+152,63%), y las de 3 años, que se incrementan de $21 mil a $52 mil (+147,62%). Estos cinco rubros exhiben las subas más pronunciadas dentro del esquema tributario analizado.

Dentro del apartado de ítems que se cobran dentro de la Tasa General de Inmuebles, el ranking de mayores aumentos está encabezado por la tasa de disposición final de residuos, que pasa de $900 a $3.000 (+233,33%); la tasa de fumigación, que sube de $300 a $1.000 (+233,33%); y la de castración, que crece de $150 a $500 (+233,33%). Le siguen el Fondo de Transporte Público, que aumenta de $650 a $2.100 (+223,08%) y la tasa asistencial del dispensario, que se eleva de $800 a $2.500 (+212,5%). Según un cálculo hecho por ediles, el impacto en el monto total de la TGI sería de 75%.

Las marcas que negocia un exclusivo shopping

Con un bajísimo perfil, mientras se reactivan los trabajos en el predio frente al Aeropuerto, los socios del exclusivo shopping Paséa trabajan en cerrar las marcas que ocuparán sus espacios más importantes. Con locales comerciales, oficinas, oferta gastronómica, una universidad, un gimnasio con pileta olímpica, cines, un hotel y un centro de salud, el desarrollo promete aprovechar la pujante zona. Es decir, un desarrollo de de uso mixto, que se orienta a satisfacer las necesidades de consumo diario y ser un centro intermedio que fomente una ciudad donde todo esté a quince minutos.

El hotel ya está confirmado de palabra para un grupo francés que opera más de 5 mil hospedajes en casi un centenar de países, a través de las distintas -y conocidas- cadenas hoteleras que controla. En Argentina, por ejemplo, tiene diecisiete franquicias, entre las que se destacan dos de los hoteles más exclusivos del país. Además, controlan algunos en Rosario y la región. En Paséa desembarcarían con una marca en particular, de tres estrellas, pensada para los entornos aeroportuarios, que ya tiene presencia en unos treinta países con más de trescientas sedes. En breve se firmará el contrato.

La apuesta más importante, sin embargo, estará en la planta baja, donde se concentrará la oferta comercial y gastronómica. Allí, un parque lineal es el centro del circuito y en sus extremos se reservaron espacios para “propuestas comerciales vigorosas” que tensionan y fomentan el recorrido. En uno de esos espacios se está negociando la llegada de una firma gastronómica de primer nivel mundial, con presencia en las principales capitales de todos los continentes, que llegaría a la región con un diferencial que haría único al restaurante que se ubicará frente al Aeropuerto.

Las negociaciones están abiertas. Los socios confían en que en pocos días podrán tener los contratos firmados y podrán anunciar la cadena hotelera. Algo similar sucede con el gimnasio, también de una cadena conocida, que tendrá hasta pileta de natación. En el caso de la firma gastronómica, las negociaciones son más complejas y llevarán más tiempo. Mientras tanto, la próxima semana ya saldrá a la venta el primero de los tres edificios de oficinas que forman parte del complejo.

Un contratiempo para Rock&Feller’s

Hace algunas semanas venimos siguiendo desde Un Café el problema en el que se convirtieron las plusvalías en Funes. El modelo que en otro momento sirvió para motorizar el desarrollo de la ciudad hoy se transformó en un obstáculo para inversiones medianas. La razón es que los montos exigidos según la fórmula impuesta por la ordenanza de mejor aprovechamiento urbanístico sufrieron un fuerte aumento en los últimos meses, lo que desnaturalizó -al menos en parte- la herramienta.

La plusvalía se calcula con una fórmula que tiene en cuenta el valor del metro cuadrado construido del Colegio de Arquitectos de Rosario. Lo que sucedió es que ese índice sufrió un fuerte aumento en los últimos meses. Hoy, ronda los $920 mil. Es proporcionalmente bastante más que hace algunos años, pero no llega a representar el verdadero valor de construcción en la práctica. Como sea, el aumento alcanzó para encarecer las inversiones, especialmente las medianas.

La solución que le encontró la Muni a la problemática fue sellar acuerdos con los inversores por un monto menor y buscar que el Concejo refrende esos entendimientos. Así pasó, por ejemplo, con el caso de los desarrollos comerciales que el expresidente de Newell’s y candidato a volver a serlo Cristian D’Amico está impulsando en la ciudad. Según el mecanismo legal, D’Amico debería pagar $348.5 millones -unos US$250 mil- pero terminó acordando un desembolso de $100 millones.

Ahora, Rock&Feller’s está pasando por la misma situación. Vida Multiespacio tiene autorizada una propiedad horizontal de 91 unidades. A cada lote le corresponde una cierta cantidad de unidades dependiendo del tamaño. A los inversores de Rock&Feller’s, que ocuparon dos lotes, no les alcanzan sus unidades disponibles allí: les corresponden cuatro, pero precisan que cada una de las diecinueve oficinas sea una unidad independiente. 

Por lo tanto, el pedido de los empresarios detrás de la construcción del icónico bar fue que se otorgue una excepción a la ordenanza que autorizó las 91 unidades para poder regularizar lo que se está construyendo. ¿Cuánto debería pagar de plusvalía? Quienes están al tanto del proceso hablan de no menos de $200 millones. ¿Y por qué la Muni analiza no cobrar ese monto? Porque la construcción del Rock&Feller’s es un gesto de los empresarios a la ciudad, y como el proyecto no terminaba de ser rentable decidieron sumarle las oficinas que hoy son la génesis del problema. 

La licencia de Martín Papini

Como lo adelantó Un Café la semana pasada, Martín Papini anunció en la sesión preparatoria del último jueves que asumirá y se tomará licencia -al menos hasta marzo- de su cargo de concejal. Según explicó, es un pedido de Roly Santacroce para que termine “el diseño de una estructura estatal más moderna, eficiente y austera, una reforma que viene liderando desde la Secretaría de Gobierno y que aún requiere cierre técnico". En principio nadie asumirá en su lugar, pero si la licencia se extiende -como sospechan en el Concejo- quizás se motorice el reemplazo de Edgardo Frattini. 

Más allá de las razones expresadas, la movida de Papini sirvió para que también disimule su derrota en la disputa por la presidencia del Concejo. Confirmando el poroteo que se manejaba la semana pasada, Olmedo logró revalidar por undécima vez su liderazgo. Recibió cuatro votos: los de Juan Ignacio Rímini, Soledad Miguez, Martin Consiglio y el propio. Papini se abstuvo tanto en esa votación como en la que sostuvo a Miguez como vicepresidenta y sólo votó a Consiglio como vicepresidente segundo. Gianello, envuelto en polémica durante la semana, se abstuvo en todas las elecciones. 

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