Santacroce a fondo, el veto de la discordia y controles de velocidad: ¿Cuántos y dónde?
El alcalde suma participación mediática y se acerca a un gigante porteño. Además, la ordenanza "inofensiva" a la que el Ejecutivo le bajó el pulgar.
El intendente de Funes Roly Santacroce puso el pie en el acelerador y tuvo un intenso raid mediático regional para posicionarse de cara a sus planes para el 2025. Además, la Muni está preocupada por el manejo a alta velocidad y quiere poner radares, pero la licitación para comprarlos fracasó; un veto tomó por sorpresa al PRO y enervó los ánimos en el entorno de Carlos Olmedo; los dos posibles destinos de la tasa suburbana que quiere aplicar el Municipio; y algunos detalles de ExpoCon, la muestra de la construcción que eligió Funes.
Pase, siéntese, lea y tómese Un Café por Funes:
Santacroce: pedal a fondo
No es necesario ser un analista político avezado para inferir, a partir del devenir mediático de Roly Santacroce en los últimos días, que el alcalde decidió acelerar en el marco de su plan para ser candidato a Diputado Nacional el próximo año. El intendente multiplica sus apariciones en medios regionales donde profundiza sus diferencias con el gobierno de la provincia y con el gobernador Maximiliano Pullaro, mientras que busca mostrarse como un peronista renovado, políticamente incorrecto, mercado-friendly y alejado de las anquilosadas estructuras partidarias.
Ese pool de objetivos el alcalde lo cumplió cuando, por ejemplo, criticó las formas del gobierno de la provincia para paralizar los desarrollos inmobiliarios ubicados en el sur de la ciudad. “Este muchacho Estévez, que en su puta vida trabajó absolutamente de nada”, dijo -en referencia al ministro de Ambiente Enrique Estevez-, “debería haber convocado al intendente y a los empresarios”. En esa entrevista con el medio Fisherton Plus, el intendente sostuvo que “defiendo mucho al empresario” y que puso “el estado al servicio del privado”. Toda una declaración de principios.
El corolario del avance mediático a toda marcha fue, sin dudas, la mención que hizo Alejandro Fantino en su programa en Neura a Funes. El conductor se hizo eco de una nota que mencionaba que la ciudad estaba entre las mejores para vivir en Santa Fe según la inteligencia artificial. No fue casualidad: Un Café pudo averiguar que hubo acercamientos entre Santacroce y Fantino. No sería extraño que, como lo hizo con el intendente de San Lorenzo Leonardo Raimundo, el oriundo de San Vicente entreviste al funense en las próximas semanas.
Colapinto hay uno solo
La velocidad es un atributo que, atinadamente, en Funes se permite sólo en cuestiones políticas. Por eso, fue una mala noticia la caída de la licitación para la compra de cinemómetros -en criollo, radares- por falta de oferentes. El Municipio está muy preocupado por la rapidez que se maneja en ciertas arterias clave de la ciudad y quiere moderarla para evitar más accidentes. Se sabe: Franco Colapinto hay uno solo y, por ahora, el Gran Premio de Funes es solo un sueño.
En el Ejecutivo había un poco de desconcierto por el resultado de la licitación. Costaba encontrar los motivos por los cuales no se obtuvieron propuestas. Es el segundo proceso similar que se le cae al Municipio en poco tiempo: hace pocos meses pasó algo similar con la venta del Obrador. Sin embargo, en ese caso se sabía que el mercado consideraba cara la cotización que se había fijado por ordenanza. Para los cinemómetros, la licitación fue abierta, por lo que el pliego ni siquiera contaba con un precio de referencia que pudiera desmotivar a los posibles oferentes.
Sin embargo, la intención de comprar los radares todavía está vigente y, en ese sentido, el proceso fallido permitió conocer algunos detalles del plan de la Municipalidad. Por ejemplo, que se planificaba comprar cinco, algunos fijos y otros móviles. En cuanto a la ubicación, se sabe que el Ejecutivo tiene identificados diez puntos críticos del tránsito en la ciudad y que se iba a enfocar en calles internas como Galindo, Tomás de la Torre o Pedro A. Ríos, a la espera de un avance en las negociaciones con la Provincia para colocar más cinemómetros sobre la Ruta 9.
El veto de la discordia
Tras una semana en la que estuvo en el ojo de la tormenta, el secretario de Desarrollo Económico Alberto Barcos volvió a sus plenas funciones en el gabinete y hasta ya le marcó la cancha a la oposición con la vara del cuidado fiscal. Lo hizo mediante un veto a una ordenanza que, si bien lleva la firma de Santacroce, tiene su inconfundible sello por tratarse de una cuestión que atañe directamente a las arcas municipales.
Se trata de la decisión del Ejecutivo de bochar una norma sancionada por el Concejo Municipal que había sido motorizada por su presidente, Carlos Olmedo. El veto sorprendió por tratarse de una ordenanza que no parecía traer polémica, ya que buscaba eximir a los miembros de las fuerzas de seguridad del pago del trámite para sacar o renovar el carnet de conducir.
El motivo del rechazo fue netamente fiscalista. La medida “ocasionaría una baja considerable en la recaudación de la tasa de licencia de conducir”, dicen los fundamentos del veto. Según los cálculos municipales, el costo anual del beneficio sería de $3.5 millones. Ese dato enervó al equipo de Olmedo: “Son menos de $300 mil por mes, es irrisorio”, se quejaron, sembrando la duda sobre la existencia de alguna motivación extraña a los fines fiscalistas. Parece que el vínculo, que ya viene tortuoso, solo empeorará.
¿Vuelve la tasa suburbana?
Barcos, por estas horas, tiene otras preocupaciones. Por ejemplo, la que surgió cuando, hace algunas semanas, se conoció el proyecto del Ejecutivo para crear tres nuevas zonas intermedias entre la rural y la urbana para cobrar allí una tasa diferenciada para los predios rurales que fueron rodeados por el crecimiento de la ciudad y que hoy cuentan con servicios que son propios de un lote urbano.
La iniciativa, que causó el rechazo de importantes empresarios de la ciudad y hasta de la Sociedad Rural, finalmente fue retirada por el propio oficialismo, con la promesa de trabajar una nueva propuesta que contemple los reclamos de la ciudadanía. Al parecer, por estos días el Municipio está trabajando esa nueva idea y recolectando sugerencias para lograr un proyecto con mayor consenso.
Una de esas sugerencias fue que en vez de tres nuevas zonas intermedias se cree solo una, y que los criterios para definir qué terrenos entran en la categoría dependan de la Administración Provincial de Impuestos y del Servicio de Catastro e Información Territorial, una manera elegante de atribuirle a otra dependencia la tarea más difícil.
Sin embargo, en el Concejo son escépticos y manifiestan sus dudas de que finalmente el Ejecutivo avance en el plan de acción que reveló la semana pasada. Sospechan que, para ahorrarse trabajo y recibir los recursos más rápido, pueden llegar a decidir directamente aumentar el monto de la Tasa de Servicios Especiales, un tributo que pagan ciertos terrenos apuntados por el gravamen que se quiere crear.
Los constructores, a Funes
La buena noticia de la semana fue la novedad de que Funes fue elegida para ser sede de la ExpoCon 2025. La clásica muestra del mercado de la construcción, que viene de hacerse en Santa Fe, eligió como locación para el año que viene una de las naves del parque industrial Ciudad Industria, un lugar que avanza de manera pujante y en donde se supo esta semana que está pronto a mudarse la primera fábrica: Argental, la firma baigorriense líder en el sector de maquinaria para panificación, está terminando las obras necesarias.
ExpoCon se presentará este martes por la mañana en el parque industrial. La muestra, organizada por el multimedio especializado en construcción Cifras, viene de romper un récord con casi 130 expositores que promocionaron más de 350 marcas relacionadas a todo tipo de materiales y servicios para la construcción. La edición funense, la vigésimo octava, ya tiene fecha: será del 3 al 6 de abril de 2025.
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