Miércoles, 01 de Mayo 2024
Viernes, 11 de Agosto del 2023

Ana Paula Wilson, la funense que creció entre aviones y hoy es líder en Ezeiza

Con 4 años, despertó su pasión por volar y soñaba con trabajar en un aeropuerto: “Ir a un hangar era más divertido que un pelotero”. Su historia completa.

Ana Paula Wilson nació en Funes y actualmente se desempeña como la jefa de la aerolínea FlyBondi en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Con solo cuatro años, despertó su pasión por los aviones. Junto a su abuelo, que trabaja en el Aeropuerto de Rosario, visitaba con frecuencia un lugar que la apasionaba: un hangar

Era mi mejor plan, más divertido que estar en un pelotero. Desde chica, soñé con vivir rodeada de aviones; por suerte mi sueño voló alto y lo alcancé”, contó la funense en una entrevista con Telefe. 

Siempre me llevaban los fines de semana con mis hermanos. El plan era subir al avión y llegar arriba, donde se sienta el piloto. Estabamos todo el día intentando llegar hasta ahí”, añadió. 

Continuando, Ana Paula explicó cómo llegó a trabajar en un aeropuerto: “Un día me llamó mi tío y me dijo: ‘¿Viste la aerolínea que va a venir a Rosario? Salió publicado en el diario que están buscando gente para trabajar en el Aeropuerto’. Entonces me anoté, me llamaron, me mandaron un correo que vi de casualidad porque estaba en no deseado, y fui. Al otro día me confundí de oficina y encima llegué tarde a la entrevista. Yo ya me imaginé que no iba a poder estar ahí, pero me arriesgué y entré igual”.

Por suerte me fue bien, me llamaron y quedé al mes. Volví al Aeropuerto de Rosario, aquel que estuve siempre de chica y era como mi casa, pero ahora trabajando de lo que siempre había pensado. Me acuerdo que en mi primer día estaba muy nerviosa, muy feliz, tenía una sensación de adrenalina que no la podía explicar porque no entendía que había llegado hasta donde llegué, que lo había conseguido. Fueron muchas sensaciones juntas”, agregó la funense. 

Actualmente, Ana Paula es líder en el aeropuerto más grande e importante del país, y junto a un grupo de 60 personas, trabaja todos los días para que los vuelos puedan salir a horario. Con respecto a sus comienzos en Ezeiza, recordó: “Fue caótico. No entendía dónde estaba, es un aeropuerto muy grande. Después de trabajar en Rosario, estuve en Salta y en Jujuy, que son aeropuertos muy chicos. Al principio tenía un compañero que me llevaba para todos lados y me enseñaba lo que tenía que hacer”.

Es un trabajo que se hace diario, donde tenés que ser constante y trabajar para poder obtener lo que soñás. Esa nena que soñó, hoy es grande y pudo lograr lo que se había propuesto”, concluyó la funense. 

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