Domingo, 21 de Septiembre 2025
Domingo, 21 de Septiembre del 2025

Un deporte de moda en Funes mueve inversiones, un empresario se torea con la Muni y una avivada que se terminó

El pádel volvió a estar en auge y proliferan las canchas. Además, nuevo capítulo de JF Rossetti vs. Santacroce y cambios en un régimen habitacional furor.

Como en la década del 90’, el pádel volvió a estar en auge en Funes. Casi no hay turnos libres en las canchas de la ciudad. Por esa moda, ahora proliferan las inversiones: a la ya conocida en Funes City, se suma otra cancha cuya construcción está en análisis en la zona oeste de la ciudad. Además, la iluminación de una calle causó un nuevo escarceo, ya solucionado, entre Juan Félix Rossetti y la Muni de Funes; corrigen una ordenanza que regula el régimen de propiedad horizontal para evitar más reclamos judiciales; y un barrio abierto tomó una decisión para pasar a ser semiabierto. 

Pase, siéntese, lea y tómese Un Café por Funes:

No volvieron los 90’ pero volvió el pádel

El pádel parece ser el deporte de moda en Funes. La proliferación de canchas en la ciudad en los últimos años volvió a poner en auge a la disciplina que fue furor en la década del 90. Se trata de una inversión mediana: los expertos aseguran que con US$28 mil dólares de base se puede construir una cancha con conexión eléctrica y otras comodidades. La inversión crece de acuerdo a algunos extras, como por ejemplo hacerla cubierta para poder aprovecharla sin importar el clima. 

Lógicamente, la inversión se calcula sin contar el terreno. Sin embargo, el negocio camina: con una tasa de ocupación promedio del 60% al 70% y tarifas que pueden rondar entre $25 mil y $30 mil por turnos de 90 minutos, los empresarios del sector calculan que es posible recuperar lo invertido en menos de dos años. 

Tal vez por eso, como adelantó InfoFunes, apareció un proyecto -que aún está en evaluación pero ya ingresó en el Concejo- para construir un complejo en Bv. Mitre y Vélez Sarsfield con dos canchas de pádel, dos de pickleball y vestuarios. Quienes están al tanto de los movimientos del mercado adelantaron que hay otra cancha en análisis, aún preliminar, en Houssay y Cimarrón. La Muni, para darle luz verde, pretende que los inversores pavimenten ambas calles primero.  

Santacroce vs. JF Rossetti, la novela de nunca acabar

Es sabido que el vínculo entre el gobierno de Roly Santacroce y Juan Félix Rossetti, el empresario funense que desarrolló Kentucky, Funes Hills y otros emprendimientos inmobiliarios, no es el mejor. Es una cuestión de piel: Rossetti, libertario, siempre estuvo en contra de la ordenanza de mejor aprovechamiento urbanístico -la famosa plusvalía- que impulsó Santacroce y, además, considera que su gestión recauda demasiado de los barrios privados a cambio de pocos servicios. Por eso motorizó, por ejemplo, aquel distópico proyecto de independizar Kentucky y crear un municipio aparte.

Aunque se resolvió tras gestiones de varios funcionarios municipales que se encargaron de acercar a las partes, en las últimas semanas hubo otro capítulo de esa novela. Todo surgió a partir de un reclamo de los vecinos de Haras de Funes, el club de campo vecino a Kentucky, que publicó InfoFunes: por el abandono que atravesaba la calle de acceso al barrio desde Galindo, sin iluminación y usada para correr picadas de noche, quienes allí viven pidieron que se cierre el tránsito y se autorice sólo a vecinos. Una solución determinante.

El reclamo llegó a oídos municipales, y por eso se quiso proceder a la iluminación del camino. Pero chocaron con un problema: el camino, que bordea el límite sur de Kentucky, no es en su totalidad de propiedad municipal, sino que una parte es propiedad del propio Rossetti y hay una servidumbre de paso a favor de Haras de Funes. Cuando quisieron empezar a colocar los postes para iluminar la traza, el desarrollador funense plantó una objeción. 

Así, se abrió una negociación de la que en la Muni -aún a cargo del presidente del Concejo Carlos Olmedo- no quisieron revelar mucho. Se supo, sí, que fueron varios los funcionarios involucrados. Las charlas dieron su fruto y, tras algunas idas y vueltas, se llegó a un acuerdo: la Muni se encargaría también de mejorar la iluminación de Galindo a esa altura, beneficiando también el lado este del cerco de Kentucky

Cuentas acomodadas y una avivada que se terminó

En la sesión del último jueves del Concejo se trataron dos temas importantes que tienen que ver con el día a día de la gestión municipal. Por un lado, el Ejecutivo ingresó su proyecto para ampliar el presupuesto de este año en $5 mil millones. Semejante número es una consecuencia de dos hechos políticos: por un lado, $2 mil millones corresponden a los aportes que hizo el gobierno provincial para la reconstrucción tras la granizada histórica de marzo.

Por otro lado, otros $3 mil millones se deben al pago del Fondo de Obras Menores, un aporte que la Provincia hace a cada municipio año a año pero que el momento del pago suele ser discrecional. Esos fondos no eran esperados en Funes, pero tras la buena sintonía que vienen demostrando Maximiliano Pullaro y Roly Santacroce, se destrabaron más rápido de lo que se pensaba y ya se empezaron a usar para comprar al menos cuatro nuevos camiones volcadores.


El otro tema tiene que ver con el régimen de propiedad horizontal. La Muni ha sufrido varios reclamos judiciales nacidos a partir de una deficiente técnica legislativa en la ordenanza que regula la propiedad horizontal. Allí, se establece un límite: dice que la cantidad de unidades “con destino viviendas” permitidas para la división de un inmueble no podrá superar la cantidad de lotes en que se pudiera dividir dicho inmueble. 

El tema está en la aclaración “con destino de viviendas”. Ya van varios casos que piden una división en unidades que traspasa ese límite con el argumento de que no tienen destino de vivienda, sino comercial. Por eso, el Ejecutivo pidió un cambio sencillo en la ordenanza: eliminar la aclaración relativa a la funcionalidad con la unidad. Ahora, el límite operará sin importar si se harán comercios, viviendas u otra cosa.

De barrio abierto a semiabierto

La que ya definitivamente tomó una nueva forma es la zona oeste de la traza de Pedro A. Ríos, especialmente a partir de calle Güemes. Faltan pocos detalles para que termine su metamorfosis, pero uno es importante: la apertura de dicha avenida, para la que falta la colocación de luminarias. El proceso ya comenzó y en la Muni aseguran que para noviembre debería estar listo. Sobre esa importante arteria, entre el centro y Funes Town, se desarrollan dos barrios: uno abierto, Atardeceres, y otro cerrado, Vida Lagoon.

En Atardeceres hay una nueva novedad. Ya contamos, en Un Café, la modificación que tuvieron que solicitar con respecto al tratamiento de los efluvios, para poder utilizar biodigestores y salir al mercado sin tener que esperar a que Aguas Santafesinas otorgue el acceso a las cloacas. Ahora, los que pasaron por la zona pudieron ver que se están alambrando las manzanas. ¿Significa que pasa de abierto a cerrado? No, pero sí que tendrá cierta protección como tiene Cantegril, con una diferencia: Atardeceres no tendrá calles sin salida porque fue diseñado así y no como Cantegril, que fue pensado como barrio cerrado y tuvo que cambiar sobre la marcha. 


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