Sábado, 20 de Abril 2024
Sábado, 13 de Noviembre del 2021

Tiempo de descuento: volver a las urnas, esta vez de manera definitiva

Este domingo se definirán tres nuevos concejales ¿Qué cambió el peronismo luego de la derrota en las PASO?¿Qué estrategia desplegó JxC? ¿Quién (y para qué) se queda con el tercer puesto?

Tras una campaña sin alma que pasó sin pena ni gloria en casi todo el país, los funenses irán este domingo a votar para elegir quiénes accederán al derecho a ocupar una de las tres bancas del Concejo que se ponen en juego en estas elecciones legislativas por los próximos cuatro años. Tras unas primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias que rompieron un esquema electoral que reinaba hace años tanto en la ciudad como en la provincia, los objetivos cambiaron en cada uno de los campamentos políticos de la ciudad y las campañas se calibraron en busca de una mayor eficacia que sólo podrá comprobarse con los resultados del domingo a la noche.


Con la aparición de Unión Pro Federal, el nombre prehistórico con el que los amarillos hicieron pie en la provincia invencible, el escenario político local tendió a una partición en tercios de la torta electoral entre los amarillos, el peronismo y la alianza entre radicales y socialistas que era el Frente Progresista. Más acá en el tiempo, la pérdida sin prisa pero sin pausa de radicales por parte del FPCyS a manos de una nueva coalición más tentadora como lo fue la ya también antigua Cambiemos y el nacimiento en todo el país de la grieta empezó a poner en riesgo la silla del Frente Progresista en esa mesa de tres, una amenaza de tormenta que pudo capear hasta la muerte del ex gobernador Lifschitz, su jugador más valioso. Esa pérdida de su mejor arma, de su as de espadas, dejó al progresismo herido de muerte y le abrió la puerta santafesina a la grieta nacional, que hizo su entrada triunfal en las últimas PASO con una elección hiperpolarizada entre el peronismo y JxC con un FPCyS desinflado tanto en la provincia como en Funes, donde su condición de bastión antiperonista le puso un condimento más a los resultados.


Gabriela Jakubowski, la candidata peronista a concejal, fue la persona más votada en estas últimas elecciones e incluso hizo la mejor elección del peronismo en más de una década, sacando el triunfo de Santacroce en 2019. A pesar de esto, el peronismo perdió por casi quince puntos a manos de JxC, fruto de una combinación de factores ya analizados por el comando de campaña oficialista: un gobierno provincial y nacional del mismo color político con una muy mala imagen en el electorado funense, la falta de internas que hagan atractivo votar al peronismo en unas primarias, una candidata debutante que, lógicamente, hubo que dar a conocer corriendo contra el tiempo, fueron los motivos que esgrimieron en Santa Fe y Angelomé para entender el resultado y diseñar el operativo Remontar.


Por eso, el peronismo diseñó un Operativo Remontar que InfoFunes adelantó en este mismo espacio un mes atrás y se puede ver incluso hoy en las calles de la ciudad y en la comunicación institucional del Municipio. Por ejemplo, ya casi no quedan rastros de la vieja estética donde dominaba el azul y el sol amarillo. Es que el peronismo decidió pintarse de verde de cara a las generales y hasta hubo un cambio de slogan: “Es por Funes, es por vos” se puede leer en la nueva cartelería, que además se multiplicó con respecto a las PASO. Por otro lado, Santacroce intensificó sus ya reiteradas apariciones, cumpliendo con aquella promesa de “ponerse al hombro la campaña”. Una última cuestión que se afinó fue la municipalización del discurso y el redoble a la apuesta por la gestión local, en la que el peronismo confía y se aferra ya que entienden que, sin ella, cualquier peronista hubiese sacado la mitad de los votos.


En Juntos x el Cambio los desafíos fueron otros. Luego de la victoria con autoridad de Nacho Rímini en la interna opositora más convocante, los sectores que conforman el espacio encararon un proceso de aprendizaje a convivir tras una elección que los había enfrentado de manera clara y cuyo resultado puso en crisis el plan de más de uno de cara a su propio futuro y el de todo el espacio. 


La estrategia que trazó la oposición es clara: cometer la menor cantidad de errores posibles. Saben que una victoria es un resultado que las primarias dejaron perfilado y no quieren que por angurrientos esa posibilidad deje de ser cierta, por lo que la orden es dar pasos con pie de plomo y que las propuestas dominen la campaña, sin perder el tono de opositores críticos que tan bien le sentó especialmente a Rímini en la campaña anterior. ¿El objetivo? Ganar la elección y quedarse con el tercer concejal, ya que tanto en el peronismo como en el cambiemismo la lectura es la misma: al haber un escenario tan polarizado con terceras fuerzas tan desinfladas, quien gane duplicará en votos al tercero y se llevará dos concejales. Oda al sistema D´hont. 


La lucha por el tercer lugar perdió peso relativo. Lorena Velozo ganó por muy poquito la interna del Frente Progresista y, tras una crisis interna en la que el sector de Quintana la vació de apoyo y renunció a la lista unificada, deberá encargarse de liderar al progresismo en la faena de al menos duplicar su cosecha de las primarias para quedar en un puesto expectante de entrar al Concejo. Si no lo logra, el Frente se quedará sin representación legislativa en Funes por primera vez en la historia. También desde el progresismo, Unidad Popular huele sangre y desplegó una campaña más agresiva en su búsqueda por el tercer lugar, no tanto por el resultado en sí, sino porque sería un avance hacia el objetivo de ser una fuerza con identidad propia y no depender siempre de su principal figura, Mauro Miguez, para ser competitivos. Marcelo Farré y Silvina Lequi, los otros dos candidatos que pasaron el corte de las PASO, corren desde atrás con campañas más artesanales al no contar con el apoyo de estructuras provinciales.


La campaña no enamoró. Las legislativas suelen lidiar con esa falta de atractivo pero este año se profundizó, con la merma en la participación de los ciudadanos como prueba de este fenómeno que la política deberá abordar y contener para evitar que aquellas figuras con un discurso antisistema se cuelen por las hendijas de una democracia que se muestra como el único consenso mayoritario vigente desde 1983. Pero, aunque la campaña no haya enamorado, las elecciones van a tener lugar igual y allí, por lo menos, habrá pistas de cómo será Funes, al menos políticamente, en los próximos años. Sepa el pueblo votar.

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