“Paséa”, el nuevo centro comercial que se viene y un ajuste en las cuentas locales
Las razones y la trastienda de una tensa reunión de gabinete: llegaron las vacas flacas. Además, se activan obras provinciales con presencia en Funes.
Una reunión de gabinete que tuvo lugar el último lunes fue el escenario en el que Santacroce avisó a sus funcionarios que se vienen épocas de vacas flacas. Mientras, la Provincia reactiva los trabajos en calle Galindo y planea dos obras más que involucran a Funes. Por el lado comercial, el desarrollo planeado frente al Aeropuerto cambia de nombre y una conocida desarrolladora local planea nuevas inversiones. Por último: los planes de Carlos Olmedo en su nuevo rol partidario.
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La trastienda del ajuste
Las fuertes declaraciones del intendente Roly Santacroce sobre lo que considera una alta morosidad en el pago de la TGI -habló de un cumplimiento del 50%- tuvieron su correlato puertas adentro de su equipo de trabajo. El lunes que pasó, el alcalde encabezó una tensa reunión de gabinete donde bajó directivas sobre cómo deberá ser el ajuste que ya está en marcha y afecta a todas las dependencias de la Municipalidad.
En el encuentro, Santacroce estuvo secundado por el secretario de Gobierno Martín Papini y el titular de Desarrollo Económico, Alberto Barcos. No fue una charla sencilla ya que, si bien algunos lo entendieron, no faltaron funcionarios y funcionarias que se tomaron a mal la nueva impronta de la gestión. Incluso, una fuente reveló que existieron peleas, gritos y hasta amenazas de renuncia. A partir de ahora, el aspecto económico de todas las decisiones deberá pasar por el filtro de Barcos, empoderado por el alcalde frente al resto del gabinete.
La situación, si bien era prevista, se agravó en las últimas semanas. Al dato de que se recauda la mitad de lo correspondiente por TGI se le sumó el aumento del 20% en combustibles y del 21% en salarios para los empleados municipales. El combo obligó a recalcular los gastos municipales dado que, por ejemplo, la masa salarial pasó de $600 millones a arañar los $1000 millones, sin contar que este mes corresponde, además, pagar el aguinaldo.
La crisis, como si fuera poco, pega por todos lados. Un ejemplo: los casos atendidos en los centros de salud públicos municipales crecieron en un 60% promedio. Si bien es esperable que suceda en esta época del año que surgen las primeras gripes, lo cierto es que no se esperaba que el aluvión fuera de tal magnitud. En el Gobierno, dado el tipo de paciente -más cercano a la clase media- que comenzó a atenderse en los efectores públicos, lo atribuyen a la imposibilidad de pagar obras sociales o prepagas ya sea por desempleo o porque su precio se tornó prohibitivo.
En el Municipio distinguen la situación que hay entre las tareas que son enteramente su responsabilidad -la recolección de residuos, el alumbrado o la higiene urbana- y las áreas de salud, educación, transporte y seguridad, que son responsabilidad compartidas con el gobierno provincial. Estas últimas son las que sufrirán la mayor parte del ajuste. Por ejemplo, se redujo la frecuencia del Urbanito y se planea racionalizar el uso de combustibles de los móviles de Control Urbano. Además, se revisarán los suplementos salariales de los empleados.
En esta ristra de datos están las razones no solo del aumento de TGI solicitado por el Ejecutivo al Concejo y aprobado la semana pasada, sino también del nuevo proyecto de ordenanza para cobrar bonos contribución voluntarios a los vecinos ante la prestación de algunos servicios. Las quejas por los aumentos, lógicamente, no se hicieron esperar. El Ejecutivo está convencido de que presta servicios acordes al valor de la TGI y por eso redobló la apuesta: anunció que comenzará a embargar cuentas de morosos. “Y esta vez va en serio”, advirtieron.
Un último aspecto: la aparición de golosinas con el sello municipal -alfajores y caramelos- y algunas actividades no esenciales encaradas por la Municipalidad -como el stand colocado en Agroactiva- fueron insumos para la oposición, que ya sospecha respecto al plan de Santacroce para ser candidato a Diputado Nacional el año que viene.
La billetera de Pullaro
Tras el reacomodamiento de las cuentas públicas que encaró en los primeros meses de gestión, el gobernador Maximiliano Pullaro reabrió el grifo de la obra pública y ya hay una obra en la que volvieron los trabajos y dos proyectos cercanos que están cerca de activarse. Tras un cruce entre el Municipio y la Provincia, volvieron las máquinas a trabajar en la ampliación de calle Galindo, en el acceso a la autopista Rosario-Córdoba. El director de Vialidad Provincial Pablo Seghezzo estuvo en Funes este viernes recorriendo la obra.
De los proyectos cerca de activarse, el más cercano es la segunda etapa de la boulevarización de la avenida Jorge Newbery, entre Wilde y el aeropuerto, lo que descongestionará esa arteria que conecta a la ciudad con la vecina Rosario. Según informaron desde el Ministerio de Obras Públicas, en pocas semanas comenzarán las obras.
La otra obra que el Gobierno provincial anunció -adelantada por Un Café la semana pasada- es la renovación de la pista del aeropuerto. Si bien estructuralmente está sólida, su superficie se fue deteriorando y exige un mayor cuidado a la hora de operar.
La licitación de la primera etapa será lanzada en septiembre -con el objetivo de que entre en el presupuesto del próximo año- y el desembolso inicial será de unos $8 mil millones. Lógicamente, la terminal aérea estará cerrada durante la obra, por lo que el tiempo de trabajo será un criterio a tener en cuenta a la hora de elegir la oferta ganadora.
Sobre este tema, hay que recordar que el Directorio anterior del aeropuerto firmó un convenio con el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos para que este se haga cargo del financiamiento de la obra -por unos $38 mil millones, aunque ahora se gastaría menos- a cambio de algunas exigencias. Si bien el aeropuerto cumplió su parte, el freno a la obra pública decretado por Javier Milei al asumir hizo caer el acuerdo.
La provincia de Santa Fe, entonces, decidió hacerse cargo de la obra ante la necesidad cada vez más acuciante de tener la pista en óptimas condiciones. El tesoro de la Provincia se hará cargo del primer desembolso y ya aseguró tener resto para hacerse cargo del financiamiento del resto de las etapas. Sin embargo, en el Ministerio de Desarrollo Productivo no descartan conseguir algún inversor que le interese o incluso obtener fondos frescos a través del mercado de capitales o de créditos internacionales.
Un rebautismo de vuelo
El desarrollo comercial que se afina para el terreno ubicado frente al aeropuerto, al lado del Fisherton Plaza, tiene nuevo nombre. Si bien cuando fue autorizado, antes de la pandemia, se barajó “Aeropuerto Mall” como sello distintivo, algunos cambios tanto en el masterplan del proyecto como en el elenco de inversores que se dieron en los últimos tiempos generaron una nueva idea que tendrá un nombre acorde. El distrito comercial se llamará “Paséa”.
Como contamos hace unas semanas en esta columna, se supo que el proyecto estaba revitalizado cuando las municipalidades de Funes y Rosario aceleraron contactos. Sucede que la construcción de una nueva calle en el límite entre ambas localidades que atraviesa el predio señalado es una condición necesaria para el desarrollo. La nueva traza iría desde la rotonda de acceso a la estación aérea hasta el Fisherton Plaza, de allí doblaría y seguiría paralela al shopping hasta detrás de la subestación de la EPE.
Una esquina se prepara
Una de las desarrolladoras más importantes de la ciudad cranea un proyecto para un predio ubicado en una de las esquinas más transitadas de la ciudad. Se trata de la ubicada en Ruta 9 y General López, a pocas cuadras del centro funense. El terreno pertenece a MA Propiedades, quienes reconocieron que están planeando un desarrollo inmobiliario para el lugar, aunque se cuidaron de brindar detalles porque aún están en etapa de preparación.
MA Propiedades lleva adelante, mientras tanto, la construcción del barrio privado Cannes, ubicado en el corazón de la zona norte funense, sobre el Bv. Mitre y Rondeau. Se trata de una urbanización de trece hectáreas, con casi doscientos lotes que van desde los 450m2 a los 650m2, a cargo de la constructora Edeca y que ya salió a la venta hace poco más de un año. Entre sus rasgos distintivos, que hacen a la identidad del proyecto, los desarrolladores destacan la frondosa arboleda “que será epicentro de los encuentros”.
Los planes de Olmedo
El secretario general Carlos Olmedo todavía se adapta a su rol partidario. El presidente del Concejo fue oficializado hace unos días en ese rol para el departamento Rosario Campaña -es decir, sin Rosario- dentro de la estructura del PRO Santa Fe y ya empezó a trazar un plan de acción. Si bien no tuvo una reunión mano a mano aún con la vicegobernadora Gisela Scaglia -nueva presidenta del macrismo santafesino-, sabe que su misión es armar en todas las localidades.
Por eso, en julio comenzará una rutina de reuniones, dos veces por semana, con todos los dirigentes amarillos del Departamento. Además, se aventurará a excursiones por las distintas ciudades para conocer más de cerca la situación de cada una. Hay dos objetivos: a corto plazo, conocer el panorama de todas las localidades antes de fin de año; a largo plazo, lograr que el PRO tenga candidatos competitivos en todos los municipios y comunas.
Vale recordar que el macrismo santafesino atravesó una interna bastante traumática en los primeros meses de este año. Scaglia pretendía para sí el sillón presidencial, apalancada por el triunfo en las urnas que tuvo junto a Pullaro el año pasado. La tropa del ex diputado Federico Angelini, al mando del partido, se resistía a entregar el control. La pelea escaló y, cuando todo parecía indicar que se resolvería en las urnas, hubo fumata blanca, con triunfo de la vice gobernadora. La unidad derramó en Funes y a Olmedo, a pesar de haber jugado para Angelini, le confiaron un estratégico rol.
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