Gualicho con pororó: otra vez, restos de un ritual satánico en una calle de Funes
Un pollo muerto, pochoclo, frutas, esmalte de uñas y hasta labiales. Una imagen dantesca que tuvieron que soportar los vecinos y vecinas de Tomás de la Torre y Federación.
¿Quién lo hace? ¿Para qué y por qué? Nadie lo sabe, o nadie se anima a contarlo. Una vez más, la mañana de Funes se despierta con los restos de un ritual satánico, tipo umbanda. Esta vez, una vecina encontró una caja de cartón con varios elementos: pororó recién hecho, frutas, esmalte para uñas, labiales y, lo peor de todo, un pollo degollado.
Lo primero que los vecinos pensaron es que se trataba de "algún trabajo" oscuro orientado hacia alguien o hacia algún lugar en especial.
Según explica la Agrupación Cultural y Religiosa Afro Umbandista Argentina, las interpretaciones y los motivos por los que estos ritos suelen aparecer en lugares públicos. "Hay que hacer una desmitificación sobre estas prácticas. Hay un auge a los ritos afro o con matices de los pueblos originarios. Estos ritos son ofrendas que se hacen con la función de agradar a un Dios o una divinidad”, se menciona.
Sobre el significado de cada uno de los elementos que conforman el ritual, se puede deducir: Todo tipo de ofrenda que se hace responde a lo que hay en el lugar. El maíz siempre ha sido símbolo de prosperidad y abundancia; el tema de las frutas es relativo. Siempre, en este tipo de ofrendas se ofrece lo mejor que hay en la casa.
¿Y el pollo? Claramente es desagradable encontrarse con un animal muerto, que muchas veces suele estar degollado, pero lo cierto es que este tipo de actos no busca hacerle daño a terceros, según lo que dicen los conocedores de estas cuestiones. El que realiza estas ofrendas, lo que busca es entregarle algo a alguien para que realice una cosa a cambio, una limpieza corporal, un cambio de vida u otro rito. Generalmente lo que se ofrece es una vida y, por eso, aparecen estos animales muertos, como gallinas o hasta cerdos.
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