Domingo, 27 de Abril 2025
Domingo, 27 de Abril del 2025

Es de Funes, sufrió bullying y hoy convirtió su experiencia en un libro revelador

La orientadora familiar Yanina Cossime trabaja desde hace años en la educación y acompañamiento de niños y niñas. Su opinión sobre la serie "Adolescencia".

La historia de Yanina Cossime (@cossimeyaninaes de esas en las que quedarse quieto no es opción y que cada una de sus acciones siempre tiene como fin ayudar al otro. En su destacado desempeño en empresas dentro del marketing y las ventas, carrera que ejerció por años, nunca había pensado que dejaría todo por comenzar una nueva profesión Así, se convirtió en de orientadora de familias y hoy tiene la misión de ser quien acompaña a cada grupo a conocer las herramientas que tienen cada integrante para enfrentar una crisis (desde criar a un hijo adolescente, la pérdida de un ser querido, una mudanza, una situación económica). Dentro de este trabajo surgió la necesidad de hacer un informe sobre bullying. Lo que eran un puñado de páginas terminó siendo un libro y hoy, a pesar de no haberse presentado oficialmente en ningún punto del país, lleva más de cien ejemplares vendidos.

Se trata de “Bullying: entender, prevenir y restaurar”, material que invita a reflexionar sobre las múltiples causas que favorecen la aparición de este padecimiento. Se incluyen factores individuales (como la baja autoestima o la dificultad para gestionar emociones), familiares (estilos de crianza, dinámicas disfuncionales), del entorno escolar o social (ausencia de normas claras de convivencia, falta de intervención adulta), así como los condicionamientos culturales que muchas veces naturalizan la violencia y la discriminación.


Un cambio de vida

Luego de años de ejercer la carrera de marketing y ventas, Yanina se mudó a la cordobesa ciudad de Bell Ville por un proyecto laboral de su esposo. “Con eso tomé la decisión de dejar todo y en Córdoba, junto a la maternidad, me encontré con una faceta social de la economía que no conocía. Estudiando una diplomatura llegué a conocer sobre la aplicación humana de la economía y me di cuenta de esa faceta de mi vida. Así que empecé a capacitarme por mi cuenta sobre violencia, teniendo en cuenta también que fui víctima de violencia y de abuso en mi infancia y adolescencia, hasta que llegué a la licenciatura de orientación familiar”, resumió Cossime en diálogo con Infofunes.

Empezar esa carrera universitaria siendo madre la llevó a hablar de “un proyecto familiar” y en base a todo lo estudiado allí pudo conocer historias muy fuertes entre las capacitaciones y también conocer mucho sobre la prevención, un trabajo que está por emprender, por ejemplo en un barrio Quom de Rosario en las próximas semanas.

Que fui víctima de violencia y abuso es mi carta de presentación, pero no desde el lado de la lástima, sino desde el lado de que se puede salir y emprender una nueva vida. No tengo vergüenza de mi historia, vergüenza debe tener el abusador, no la víctima. Conocí mucha gente que, incluso en situaciones donde carecen mucho los recursos tenía normalizado el abuso, la violencia, y otros casos en los que, sabiendo que no estaba bien lo que vivían e incluso no quererlo, dijeron que ‘no podían salir de ahí’. Yo les enseño que sí pueden salir de ahí, y si no trato con los casos directamente, capacito a otros para que lo hagan y así cada vez haya más gente que pueda ayudar a las personas a defenderse, a salir de una situación de violencia, cual fuera ella”, compartió.

Sobre bullying y la serie “Adolescencia”

Mucho se habló en tan sólo semanas del contenido y del mensaje que dejan los capítulos de la serie de Netflix “Adolescencia”. El tema principal es el bullying, pero no sólo se trata de un tipo de violencia que alguien ejerce sobre otra persona, el bullying encierra mucho más que eso: la soledad de las y los niños, el necesitar tener la atención de otros, el sentirse superior a otros y por eso agredirlos, o bien el sentir que el otro es superior, sentirlo como una amenaza y por eso agredirlo. “El bullying es, nada menos, que un tipo de abuso”, resaltó Cossime. 

Sobre ello detalló el rol del adulto hoy en día: “El rol de los adultos esta desdibujado en la sociedad en general, las escuelas pasan a ser (por necesidad, negligencia o falta de conocimiento) un depósito de chicos. Y luego los chicos llegan a casa, sólo le preguntamos ‘cómo estas’ y cada uno hace la suya, padres con sus trabajos u obligaciones y niños encerrados en su habitación, o captados por la pantalla de algún dispositivo”. Y agregó: “Uno educa y enseña en la niñez, en la adolescencia se acompaña y para educar y acompañar se necesita presencia real, estar en cuerpo, mente y corazón. Mirarlo a los ojos y saber si algo esta pasando, preguntar, incluso a veces contar qué nos pasa a nosotros, cómo resolvimos un problema en el trabajo, o con otro adulto, así los chicos van aprendiendo a resolver situaciones, y nuestra presencia es para que se sientan amados”.

Sobre la serie, si bien aclaró que el libro fue lanzado mucho antes que el mundo hable de la producción de Netflix, mencionó: “Duele mucho ver que el personaje principal no se había sentido amado y aceptado por su familia. Y no se ve a una familia que estaba en cualquiera, todo lo contrario, con padres trabajadores, una casa, amigos, pero el niño estaba solo. Los chicos necesitan que en esa presencia les hablemos de sus habilidades, de sus dones, sin comparaciones, sin etiquetas, de cuánto nos importa sus cosas”.

También hizo hincapié en la importancia de trabajar en equipo, incluso dentro de casa con las tareas domésticas. “Los chicos que colaboran en casa son eficaces en los trabajos en equipo en su vida adulta. Estos desafíos de niños mejoran su autoestima, descubren sus habilidades y ven cómo muchas cosas se pueden ver mejor gracias a su accionar”, dijo.

“Cuando falta el amor- continuó-, una de las consecuencias es recibir o ejercer violencia (verbal, psicológica, o social) ya que no han aprendido a gestionar sus emociones, a expresar en palabras qué les pasa”.

Y aclaró: “A diferencia de lo que es una pelea o disputa entre niños, que tiene un inicio y un final, donde no hay una simetría de poder, el bullying si la tiene, y eso pasa cuando uno pretende ejercer su poder sobre otro, o bien ve a alguien a quien se siente como superior y puede ser una amenaza, y por eso es lo maltrata. El bullying es algo sostenido en el tiempo, con  la intención de dañar al otro en formar reiterada, incluso es en público, porque quien ejerce el bullying necesita de esa atención del resto, para apoyarlo, para sumarse, o bien para tenerle miedo”.

Las redes sociales

Consultada sobre el impacto que pueden tener el uso de redes sociales en niños, niñas y adolescentes, Cossime explicó: “Antes el bullying que se sufría en la escuela, o en el club, o en un ámbito determinado, terminaba cuando se salía de ahí y se iban a casa. Ahora, las redes sociales expanden ese efecto, en tiempo y espacio y no dan descanso a la víctima. Como el bullying no se lleva a cabo en privado, sino que debe ser  público para que otros lo vean, las redes sociales son un lugar perfectamente peligroso. Ya un sticker o meme con la cara de un niño empieza a circular en otros chats, o una publicación maligna tiene el apoyo de otros, los ‘likes’, hace de esto una onda expansiva imparable. Además, quien sufre de ello incluso apagando el teléfono sigue pensando que mientras él duerme hay otros en las redes riéndose de él, o publicando cosas en su contra. El impacto es mucho más grande y las consecuencias más profundas”.

Y concluyó: “El cyberbullying ocurre ante la mirada ciega de los adultos. Veo a mi hijo con el celular y pienso que está tranquilo jugando, y en realidad puede estar viviendo todo esto en silencio”.

El libro 

Tal describe su contratapa, este libro promueve los valores humanos fundamentales (como el respeto, la empatía, la solidaridad, la justicia y la responsabilidad) y enfatiza la importancia de la prevención como un trabajo cotidiano y conjunto entre familia, escuela, clubes, líderes comunitarios y todos los adultos referentes. La prevención, señala la autora, no se limita a imponer normas o sanciones, sino que requiere formar a niños y adolescentes en habilidades socioemocionales como la comunicación asertiva, la gestión de la frustración y la resolución pacífica de los conflictos.

Además, el libro ofrece estrategias concretas de intervención ante situaciones de bullying y ciberbullying, poniendo el foco en la necesidad de proteger a las víctimas, reeducar a los agresores y sensibilizar a los testigos para que pasen de la pasividad a la acción comprometida.

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