El recuerdo de Marrone a 40 años de Malvinas: “No queremos la guerra pero no podemos olvidarla”

“Malvinas para los argentinos es un punto en común, más allá de las diferencias o las dualidades que existen, todos coincidimos en el sentimiento que despierta todo lo referido a la guerra del 82” cuenta Adrián Marrone, veterano de guerra funense y agrega que en estos 40 años que pasaron de aquel momento, no siempre fue igual: “Durante todos estos años pasamos de la indiferencia al reconocimiento, creo que se valora y se habla mucho más ahora que los primeros años” reflexionó.

Sobre lo que significa Malvinas en su vida, Adrián no dudó en definirlo como un “karma”: “No queremos la guerra pero no podemos olvidarla, está presente todos los días en cada uno de nosotros”. “Y es bueno que nos tomen a los veteranos como una parte viva de la historia y que seamos un lugar de encuentro”.

“La sensación era de querer estar, de querer ir”, contó en una charla con InfoFunes en los días previos al 40 aniversario de aquella guerra injusta en la que absurdamente fue parte Argentina y toda una generación tristemente protagonista. “La guerra era una posibilidad, pero la creíamos remota, de hecho, nunca pensamos que la guerra se iba a suscitar. Cuando tomamos posiciones y empieza el ataque al aeropuerto, ahí vimos que las posibilidades de la guerra eran reales”.

Su relato es duro, predisponerse a escucharlo es una invitación a conocer la historia de nuestro país, no la que contaban entonces los diarios y revistas, la que ocurría, la que ocultaban.

“La batalla final conllevó 11 horas de combate. Volví de Malvinas como herido de guerra, con pie de trinchera, luego de estar cuatro días de prisionero”, contó cómo se dio inicio al fin de esa guerra que perdimos. Los ex combatientes y sus familias perdieron mucho más: “Estuvimos 40 días en Puerto Belgrano y luego nos dieron una licencia. Teníamos orden expresa de no contar nada de la guerra”.

“Suponíamos que íbamos a ver a la gente distinta, pero sentíamos una indiferencia total”, relató la sensación que los acompañó durante años, así como las experiencias más personales que los atravesaron: “No nos podíamos insertar en la sociedad. Estar en Malvinas iba a ser una llave para conseguir trabajo, pero...”.

¿Cómo lo vive ahora, 40 años después?. En primer lugar, Adrián se ocupa en remarcar su lugar como ex combatiente, ni más ni menos: “Considerarme un héroe es una ofensa para con los compañeros que murieron en la guerra”, cuenta categórico. “Pero es buena la idea de que tomen a los veteranos como una parte viva de la historia y que podamos ser un lugar de encuentro”, agregó y cerró: “Malvinas es un karma para nosotros, aunque no queramos saber nada más de la guerra no podemos dejar de hablar de eso”.

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