Cocir informa: riesgos de caer en personas no habilitadas como corredores inmobiliarios

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En el mundo inmobiliario, a menudo se conocen casos con agentes o vendedores que publican propiedades en redes sociales o portales digitales, presentándose como intermediarios. Sin embargo, muchos no son corredores inmobiliarios matriculados, lo que representa un riesgo significativo para quienes confían en ellos para una operación tan delicada como la compra, venta o alquiler de un inmueble.

"Es importante destacar que los agentes o vendedores que no cuentan con matrícula no están habilitados para realizar ciertas gestiones claves, como la firma de una escritura o cualquier contrato legal vinculante en una operación inmobiliaria. Aunque puedan participar en el proceso inicial de búsqueda y contacto, únicamente los corredores inmobiliarios matriculados tienen la facultad de estar presentes en la firma de una compraventa y asesorar legalmente a sus clientes", como advirtió Natalia Corts, licenciada en Dirección y Gestión de Bienes (CI1038) del Colegio de Corredores Inmobiliarios Rosario (Cocir, @cocir.rosario), delegada regional de Funes.

"Para identificar a un corredor inmobiliario debidamente matriculado, siempre debemos verificar que en cualquier publicación o cartel figure su nombre completo y número de matrícula, que debe seguir el formato 'CI 0000'. Cualquier otra identificación o la ausencia de esta información es una señal clara de que no estamos tratando con un profesional habilitado por el Cocir", señaló.

Cabe resaltar que esta distinción es fundamental, ya que los corredores inmobiliarios matriculados no sólo pasaron por un proceso académico y práctico riguroso, sino que también responden ante un departamento de ética y control, lo cual asegura que cualquier conflicto o irregularidad en una operación pueda ser supervisado y sancionado. "Los agentes o vendedores no matriculados, por otro lado, operan fuera de este marco legal y ético, lo que deja al cliente completamente desprotegido", sostuvo.

“El riesgo de caer en manos de alguien no habilitado es claro - continuó-: no sólo podrían cobrar honorarios de manera indebida, sino que en el caso de una transacción irregular o problemática, el cliente no tendría respaldo legal. Además, estos agentes suelen actuar sin la formación ni las garantías que otorgan los corredores inmobiliarios matriculados".

En otra línea, en el caso de los honorarios, sólo los profesionales matriculados están legalmente facultados para cobrarlos. Si un agente o vendedor no habilitado intenta percibir estos pagos, no sólo estará actuando de manera ilegal, sino que el cliente tiene el derecho de no abonarlos y denunciar esta situación ante el Cocir.

En resumen: la clave para una operación inmobiliaria segura está en verificar siempre que quien se encargue del proceso sea un corredor inmobiliario matriculado. De lo contrario, el riesgo de caer en irregularidades o incluso en estafas es alto. Cuando llegue el momento de firmar un contrato de compraventa, hay que estar seguros de que un profesional debidamente habilitado esté presente para garantizar que todo se realice bajo el marco legal correspondiente.

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