Domingo, 19 de Octubre 2025
Domingo, 19 de Octubre del 2025

Buenas noticias en Damfield, la apelación de los Gilli en el juicio con Funes y la reunión Santacroce-Scaglia

Un estudio validó que las obras hechas por el loteo no afectan a la represa. Además, los desarrolladores del City y el Town apelarán el fallo millonario.

Los inversores de Estancia Damfield recibieron una buena noticia: un estudio hecho por el Ministerio de Obras Públicas reconoció que el barrio no afecta el funcionamiento de la represa. Además, Grupo Lands avisó que apelará el fallo que lo condenó a pagar casi US$9 millones por las obras inconclusas en Funes City y Funes Town; el detrás de escena de la cena de Roly Santacroce, Gisela Scaglia y cien empresarios; y los tres proyectos de alto voltaje que se rumorea que ingresarán al Concejo en breve.

Pase, siéntese, lea y tómese Un Café por Funes:

Sigue la novela en Funes City y Funes Town

La noticia de la semana fue el fallo condenatorio a Grupo Lands -de la familia Gilli-, desarrollador de Funes City y Funes Town, en el juicio que la Municipalidad de Funes le inició ante el incumplimiento del acuerdo por el cual el privado debía hacerse cargo de la construcción de una planta de ósmosis inversa para darle agua potable a los barrios. La sentencia de primera instancia condenó a Grupo Lands y a BMR Mandatos & Negocios a abonar por indemnización la suma de US$ 8.755.096,57 a la Muni, una suma astronómica que se llevó todas las luces.

Vale la pena hacer un breve resumen de la historia para entender lo sucedido: cuando se desarrolla un barrio, un 7% de la superficie debe cederse como reserva fiscal al Municipio. Ese 7% equivalía en 2013 a unos 120 mil metros cuadrados, tasados en $13 millones de pesos en 2013. La Muni acordó con Lands sustituir ese monto por obras: la construcción de dos plantas de ósmosis inversa -una en cada barrio- para brindar agua potable junto con sus obras complementarias; el revestimiento del Canal Salvat y una acequia revestida en calle Tomás de la Torre. 

Lands le pidió a la gestión de Mónica Tomei la aprobación final del barrio sin haber completado las obras. En un primer momento, Tomei se negó, pero ante la presión de los vecinos -que armaron una carpa en la puerta de la Municipalidad, urgidos de escriturar para asegurarse los créditos ProCreAr- cedió a cambio de que Lands constituya un fideicomiso en garantía del cumplimiento de sus obligaciones. Para constituir ese fideicomiso, Lands aportó 54 lotes en el barrio -lo que equivalía a esos $13 millones-. A cargo de ese fideicomiso quedó BMR Mandatos & Negocios.

Las obras nunca avanzaron y fue Diego León Barreto quien decidió ejecutar la garantía. Ahí empezaron los problemas: BMR nunca había inscripto en el Registro de la Propiedad la afectación de los lotes a la garantía -lo que permitió que se vendan algunos de ellos- y, además, apareció otro acreedor de Lands que sostenía que su préstamo a la desarrolladora se había garantizado con treinta de esos lotes. Así las cosas, la garantía quedó conformada por unos diez lotes, entre los que se encuentran el club house abandonado de Funes Town. 

Fue en ese juicio, iniciado hace casi una década, que hubo sentencia de primera instancia. La novedad es que, en diálogo exclusivo con Un Café, el equipo legal de Grupo Lands informó que apelará el fallo porque sostienen que hay “incongruencias y arbitrariedades”. “No está nada dicho aún, es como que terminó el primer tiempo”, informaron. 

Lo que sostiene Lands es que su obligación era de dar una suma de dinero -los $13 millones- y que consintieron realizar las obras porque valían aproximadamente lo mismo. El contexto inflacionario, lógicamente, hizo lo suyo. Dicen que invirtieron en su momento $18 millones en las obras y frenaron porque entendieron que su obligación estaba cumplida por demás. Es su principal diferencia con el juez, que entendió que su obligación era de hacer las obras y, como no están hechas al día de hoy, los condenó junto con BMR. 

Los abogados de Lands difieren, además, en el cálculo hecho para llegar a la indemnización de casi US$9 millones. Si, como sostienen ellos, se trata de una obligación de dar dinero -los $13 millones-, dicen que había que actualizar ese monto al día de hoy -y sumarle intereses si el juez creyese que hay incumplimiento-. Si, como entiende el juez, hay una obligación de hacer, indican que habría que actualizar el valor de las obras al día de hoy y, agitan una pericia incorporada en el expediente, hecha en 2016, que concluyó que el costo de todas las obras en esa época era de $85 millones. 

Sin embargo, el juez hizo otro cálculo: cuando se incluyeron los 54 lotes en el fideicomiso de garantía -cuya superficie total era de 55 mil metros cuadrados- las partes acordaron que su valor total era de US$4.3 millones, es decir, US$77 el metro cuadrado. Como la reserva fiscal total era de 120 mil metros cuadrados, multiplicó los US$77 por esos 120 mil metros cuadrados y le restó un porcentaje de 6% cumplimiento de Lands. Así llegó a los US$8.7 millones. La apelación de Lands buscará cuestionar también ese cálculo.


El detrás de escena del encuentro de Roly Santacroce y Gisela Scaglia

El evento no tuvo difusión pública, solo un flyer que mostraba al intendente con aires de Steve Jobs recorrió los celulares del círculo rojo funense anunciándolo: Roly Santacroce reunió en el hotel Sol de Funes -que esta semana confirmó su inclusión en la cadena Radisson como adelantó Un Café- al grupo Empresarios x Funes, unos cien hombres y mujeres de negocios. Cerrado a la prensa, la cena tuvo un objetivo: agasajar a la vicegobernadora Gisela Scaglia, candidata a diputada de Provincias Unidas. 

Aunque intentó evitarlo, el discurso de Santacroce se filtró. InfoFunes consignó sus frases más importantes en una nota publicada el último viernes: no solo sorprendió su apoyo sin dobleces a la candidatura de la vice -dijo que la votará y les pidió a los empresarios que hagan lo mismo- sino también sus críticas al peronismo, el espacio del que formó parte hasta hace poco. “Los intendentes somos como el yogurth, tenemos fecha de vencimiento. Yo en dos años me voy”, dijo el alcalde, insistiendo en que no buscará un tercer mandato. ¿Dónde irá?

Más allá de los discursos, lo interesante fueron las charlas que se dieron entre quienes asistieron al evento. Scaglia llegó acompañada del ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini. Ambos entraron junto con el intendente y fueron a saludar mesa por mesa, algo que no estaba planificado. Los esperaba, en la mesa principal, Néstor Rozín, el empresario dueño del hotel en el que se desarrolló el evento, de Roggiro Aceros y motorizador de Empresarios x Funes, el grupo que se armó en la ciudad paralelamente a la Asociación Empresaria de Funes.

En uno de los pasajes de la noche, pudo verse una charla entre Puccini y dos personas muy vinculadas a Damfield, el desarrollo que el gobierno provincial paralizó hace más de un año. El ministro, prevenido de que eso podía suceder, se mantuvo en la línea del gobierno provincial a la hora de ofrecer respuestas. Otra figura muy requerida fue Lisandro Peresutti, vicepresidente de la EPE, que tuvo que atajar reclamos por las complicaciones en las altas de energía de los desarrollos inmobiliarios de la región.

La cena fue un buen momento para que los desarrolladores comenten sus nuevos proyectos para Funes. Entre ellos, uno que llamó la atención es el de la construcción de un auditorio para unas cinco mil personas cerca de la Autopista Rosario - Córdoba, con la intención de convertir a la ciudad en un polo cultural. El proyecto estaría avanzado y tendría detrás a dos firmas con fuerte presencia local que se asocian por primera vez. 

 

Buenas noticias para Estancia Damfield

La otra novedad de la semana fue, justamente, en torno a Estancia Damfield. Los desarrolladores del barrio informaron a sus inversores que recibieron los resultados del estudio topográfico hecho por el Ministerio de Obras Públicas, que fue encargado para tener información actualizada en la discusión que vienen teniendo adelante acerca de si el barrio puede seguir construyéndose o no dentro del área de reserva de la represa del Arroyo Ludueña. Los resultados fueron positivos para Damfield, un avance clave que lo acerca a su reactivación. 

Simplificar la discusión técnica es difícil. A grosso modo, lo que Damfield hizo fue elevar el suelo de su barrio con tierra retirada de otro sector del área de reserva. Es decir, no modificó el volumen total del suelo -no trajo tierra de afuera-. “En todas las gráficas de los perfiles se comprueba que se han respetado las cotas de relleno de las manzanas del barrio, cotas de excavaciones sector de yacimientos y conformación del área de deportes”, concluyó el estudio hecho por los técnicos del ministerio. 

La foto que ilustra esta columna data de hace un mes, ante la última gran tormenta. Fue utilizada por Damfield para mostrar que el agua se comportó tal lo previsto en su proyecto: atrás del complejo se ve el sector de yacimiento donde Damfield rebajó el terreno medio metro y aumentó la capacidad de almacenamiento. Con la tierra retirada de allí fue que levantó la superficie del barrio cerrado compensando el movimiento de suelos y respetando el “balance cero”. Fue la obra que habían propuesta y en virtud del cual les habían otorgado el primer certificado hídrico, el más importante.

De fondo, surge una discusión más profunda. En términos hídricos, las tierras se dividen en tres zonas. En la zona 1 no se puede impermeabilizar el suelo, en la zona 2 puede hacerse con obras de mitigación y en zona 3 se permite. Hay catorce desarrollos en la provincia paralizados que están en zona 2. Entre ellos crece la idea de que fueron paralizados justamente por estar en zona 2, sin importar las obras de mitigación que ofrecieron hacer. Por eso, barajan la posibilidad de impulsar un proyecto de ley provincial para solucionar el problema. 


La agenda que se viene en el Concejo

Habrá que estar atentos a las próximas sesiones del Concejo de Funes. Las versiones de que ingresarán tres proyectos inmobiliarios o comerciales empezaron a sonar con más fuerza en los últimos días. Según pudo averiguar Un Café, se trata de modificaciones a ordenanzas ya vigentes hace tiempo por modificaciones en los proyectos que las motivaron en su momento. 

Una de ellas gira en torno al sector comercial que se desarrollará frente al barrio La Finca I, en Urquiza y Av. Illia. Allí, adelantó InfoFunes, se construirá una nueva YPF y también locales comerciales de gran tamaño, pero hubo algunas modificaciones que exigen cambios en la ordenanza que autorizó le dio prefactibilidad a la construcción del barrio y de la zona comercial hace ya un par de años. 

Las otras modificaciones se centrarán en sendos emprendimientos ubicados al sur de la Ruta 9. Uno de ellos es la ampliación de un desarrollo top que motorizan tres firmas rosarinas de renombre. Otro, la modificación de un proyecto cercano a la autopista, que se pensó como residencial pero ahora viró a un rubro comercial único en la ciudad -y del que hay pocos en el país.

 

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