Jueves, 20 de Febrero 2025
Lunes, 17 de Febrero del 2025

Tras 10 años de abandono, una decisión clave podría destrabar el club house de Funes Town

El predio, ubicado en Las Heras y Humaita, está judicializado. El proceso llevó una década y ahora solo falta la sentencia. Hay optimismo en la Muni.

Quienes viven en Funes Town, en el extremo más oeste de la ciudad, se acostumbraron a que el club house de ese barrio y su inexorable deterioro tras más de diez años de abandono formen parte de su cotidianeidad. Presa de una batalla judicial que lleva el mismo tiempo que el desgaste de sus instalaciones, el año que recién comienza puede traer una novedad: una sentencia de primera instancia en el juicio que la Municipalidad inició contra la desarrolladora Grupo Lands y el Banco Municipal de Rosario, en el cual hay una prohibición de no innovar sobre el predio. 


La historia se remonta a casi quince años atrás, cuando se comenzaron a desarrollar los barrios Funes City Funes Town. El grupo desarrollador se demoró en las obras necesarias -principalmente, la provisión de agua potable y gas natural para varios barrios de la ciudad- y, sin esas obras, el gobierno de Mónica Tomei no quería avanzar con la aprobación final que permitiría ingresar los planos en la Dirección de Catastro y así, los compradores de los lotes podrían escriturar. 



Ese conflicto estalló en 2013, y los memoriosos recordarán una carpa en la puerta de la Municipalidad, donde los compradores cristalizaron su protesta al Municipio. Asediado por la presión, el Ejecutivo Grupo Lands llegaron a un acuerdo: los desarrolladores constituirían un fideicomiso en garantía del cumplimiento de las obras restantes -integrado por algo más de cincuenta lotes en Funes Town y administrado por BMR Mandatos & Negocios- y, a cambio, la Muni avanzaría con la aprobación de ambos loteos. 


La desarrolladora tenía un plazo para cumplir con su parte, pero siempre encontró distintos inconvenientes para terminar pidiendo una prórroga. Fueron tres, y la última de ellas venció al año de gobierno de Diego León Barreto, en 2016. Fue ese intendente quien decidió iniciar la ejecución de la garantía de los más de cincuenta terrenos, ya que tres años después no solo no se habían iniciado los trabajos, sino que Lands seguía pidiendo prórrogas al Concejo. Ambos loteos ya habían tomado su fisonomía actual y miles de personas vivían allí sin agua potable ni gas natural. 




Allí fue donde comenzaron las sorpresas. Cuando la Muni quiso ejecutar los terrenos en garantía, se encontró con que BMR no solo había dejado de ejercer su rol como administrador del fideicomiso, sino que nunca había dejado constancia en el Registro de la Propiedad de que esos terrenos estaban sujetos a la garantía. La oportunidad había sido aprovechada: al menos diez de esos lotes habían sido vendidos a terceros que, encima, lograron que un juez les autorice la escrituración de los terrenos. El servicio de BMR Mandatos & Negocios era abonado por la propia Municipalidad. 


Como si eso fuera poco, apareció un acreedor de Grupo Lands, quien sostuvo que le había prestado dinero a la desarrolladora y que la devolución de ese préstamo había sido garantizada con treinta de los terrenos que Lands había puesto también en garantía ante el Municipio. Como la operación con el acreedor había sido anterior, el juez que intervino le dio la derecha y le permitió escriturar esos terrenos. Por lo tanto, la garantía de más de cincuenta terrenos de la que gozaba la Muni pasó a ser de alrededor de diez, entre los que se encuentra el abandonado club house.




La Municipalidad, entonces, inició un juicio contra Lands BMR Mandatos & Negocios por incumplimiento contractual, que tramita en el Juzgado Civil y Comercial de la 8° Nominación. En esa causa se dictó la prohibición de innovar en los terrenos afectados a la garantía. La causa se estiró hasta estos días y todo indica que tendrá sentencia de primera instancia en los próximos meses. Paralelamente, en 2021 el intendente Santacroce denunció penalmente a Lands por la venta de terrenos que deberían haber estado en garantía del cumplimiento de la provisión de servicios. 


Si bien hay optimismo municipal por la resolución del juez Luciano Juarez, lo cierto es que la pérdida de gran parte de los terrenos en garantía hace que sea una victoria pírrica: su ejecución no permitirá solventar las obras que faltan en los barrios, que siguen sin agua ni gas. Hubo intentos de negociación, algunos avanzaron más que otros pero ninguno prosperó. Tampoco prosperaron los pedidos de la Muni para hacerse cargo del club house, que con sus cuatro canchas de tenis, su pileta y su salón multiusos está en un estado que difícilmente sea recuperable. 

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