Cumplía domiciliaria en Funes y tuvo un rol clave en los crímenes que paralizaron Rosario
Brenda Pared, detenida en la ciudad, es pareja de Alejandro Núñez, alias “Chucky Monedita”, uno de los líderes de la banda que planificó los homicidios.
Este martes, se realizó una audiencia en el Centro de Justicia Penal de Rosario donde los Fiscales Saldutti, Spelta y Carbone brindaron información detallada y precisa acerca de los cuatro crímenes que tuvieron lugar en los primeros días de marzo y paralizaron a la ciudad.
Allí, en su exposición, determinaron que existen dos bandas involucradas en la organización y planificación de estos asesinatos, las cuales a su vez contaron con un grupo de entre cuatro y cinco adolescentes, dos de ellos no punibles por su edad, a quienes se les asignó la ejecución de los crímenes cometidos con armas prestadas y cierta torpeza, con escaso registro de la gravedad de esos actos y a cambio de entre 200 mil y 400 mil pesos por cada “trabajo”.
El primero de estos grupos mencionados, es liderado por Alejandro Núñez, alias “Chucky Monedita”, un preso proveniente del barrio Parque del Mercado al que se le asigna estar al mando de una banda de narcomenudeo, aprietes y homicidios. Según lo expuesto, daba órdenes desde la cárcel que bajaba a la calle a través de su pareja Brenda “La Cote” Pared, quien cumple prisión domiciliaria en Funes en una causa por drogas, pero que fue a visitar a Núñez en la cárcel de Piñero durante febrero y abril. El Fiscal Saldutti consideró que fue ella quien seleccionó los objetivos y que, junto a sus colaboradores, les impartieron las instrucciones y los recursos al grupo ejecutor, al tiempo que seleccionaron menores para la comisión de esos hechos.
A este grupo se le asigna la coordinación de los asesinatos de los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano, así como el atentado a tiros contra la comisaría 15ª; todos cometidos con una misma pistola 9 milímetros y municiones con la sigla de la Policía de Santa Fe.
Por su parte, el liderazgo de la segunda banda aparece más difuso en el relato de los Fiscales, aunque se mencionaron los nombres del empresario Esteban Lindor Alvarado, condenado a prisión perpetua por dirigir un violento emporio criminal en base a la venta de drogas, y de Claudio “Morocho” Mansilla, un peso pesado de barrio Santa Lucía condenado a 25 años de prisión por un doble crimen. Y que además exhibe en su prontuario haber sido uno de los ocho evadidos a tiros de la cárcel de Piñero en junio de 2021.
A los mencionados, se le asigna la organización del ataque al chofer de un colectivo 122 rojo, el pasacalle con amenazas a funcionarios que apareció colgando del puente de Oroño y Circunvalación, el crimen del colectivero Marcos Daolia y el del playero Bruno Bussanich. Este último caso, según la investigación, fue cometido por el mismo adolescente de 15 años acusado de dispararle al taxista Figueroa.
Fuente: La Capital.
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