Pablito se recupera tras el trasplante y recibió el cariño de Ángel Di María
El nene funense se recupera tras ser diagnosticado con una hepatitis aguda grave. Recibió saludos de deportistas y cientos de personas. “Estoy súpercontenta con los médicos y la familia del donante porque era una situación muy complicada y le salvaron la vida a mi nene”, dijo su mamá.
El parte médico de la tarde de este miércoles volvió a consignar que Pablo, que recibió un trasplante de hígado este martes, sigue evolucionando bien. Vanesa, su mamá, lo pudo ver y estar con él aunque sigue dormido. Se siente muy acompañada, al igual que su marido, Juan Pablo Albarez. Recibió mensajes alentadores de muchas personas, pero destacó el del futbolista Angel Di María.
En la tarde de este miércoles, los médicos de la Unidad de Hígado y Trasplante Hepático del Sanatorio de Niños informaron que “habiendo transcurrido las primeras 24 horas del post operatorio, el paciente trasplantado por falla hepática aguda presenta estabilidad clínica sin complicaciones relevantes hasta el momento”.
El helicóptero que aterrizó en la plataforma del Sanatorio Parque alrededor de las 10.45. El órgano fue trasladado en avión hasta Fisherton y de allí lo llevaron al centro de Rosario. La mamá, al salir del Sanatorio de Niños, dijo que su hijo “está bien” y mientras estaba con su marido junto a su pequeño internado y completamente dormido, “pareció que se quería despertar”, contó emocionada la mujer.
Pablo es el segundo hijo de Vanesa y Juan Pablo. La mayor es una nena de 14 años que hoy también estaba feliz al conocer la evolución favorable de su hermanito. “Pablito estaba resano”, contó la mamá, que fue la primera en detectar los síntomas de la hepatitis fulminante que lo llevó al trasplante de hígado.
Vanesa es de Funes “de toda la vida” y Juan Pablo oriundo de Entre Ríos. Su hijo Pablo cursaba tercer grado de una escuela pública de Funes. Desde allí una maestra, que tuvo como alumno al nene el año pasado, le consiguió saludos del rosarino y jugador del París Saint Germain, Angel Di María, de un ex director técnico de Newell’s y de un corredor de carreras de caballos.
“El es de Boca”, se rió la mamá cuando contó que había recibido saludos de los jugadores de fútbol y contó que a su nene le gusta mucho jugar a la pelota.
Ayer tal vez Vanesa vivió uno de los días más felices de su vida cuando supo que su hijo estaba evolucionando bien luego de una compleja cirugía en la que le implantaron el 40 por ciento del hígado de un donante cadavérico, de 18 años, de La Pampa, en un operativo que funcionó a la perfección.
“Ayer estaba destrozada, pero ahora estoy muy tranquila”, dijo esta mañana en medio de un profundo llanto de alivio y emoción tras conocer el parte del mediodía.
Si bien la intervención quirúrgica resultó exitosa, el equipo médico mantiene un prudente optimismo ante un caso de extrema gravedad, puesto que aún resta aguardar la evolución dentro de los próximos días. Sin embargo, el factor emotivo juega un rol primordial y su mamá ya quiere llevarlo a su casa.
“Estoy súpercontenta con los médicos y la familia del donante porque era una situación muy complicada y le salvaron la vida a mi nene”, dijo en declaraciones a LT8.
Repasó, además, el derrotero que atravesó la familia en estos días mientras esperaban la posibilidad de conseguir un donante de hígado para poder salvarle la vida a su hijo. “Mi marido no pudo donar porque tenía hígado graso, mi sobrino tampoco porque tenía una arteria y cuando estábamos esperando otros estudios llegó esto, que para nosotros fue un milagro”, comentó emocionada.
En tanto, Lisandro Bitetti, uno de los cirujanos que realizó el trasplante, expresó un moderado optimismo acerca de la evolución del paciente y prefirió ser prudente ante un caso tan grave.
La Capital / InfoFunes
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