Es funense y la rompe en el futbol universitario yanqui

Su nombre es Franco Fasoli, tiene 22 años y jugó al futbol toda su vida. También estudió de inglés desde chiquito, “se combinaron dos cosas que siempre me gustaron y terminé jugando al fútbol en una universidad de Misisipi”, cuenta este funense que está instalado allí desde hace cuatro meses.

Estudia Administración de Empresas en el Southwest Mississippi Community College que queda en Summit, un pueblo que no llega a los 1.500 habitantes. “Es un pueblo sacado de una película, hay poco y nada. Lo que más me gusta de Misisipi es que es un lugar quedado en el tiempo, muy lejos de la imagen que la gente espera de EEUU. Acá no hay edificios altos, cero consumismo, la gente es muy atenta, todos están pendientes de lo que te pasa. Así que estoy enamorado de este lugar”, nos cuenta vía Whats App.

¿Cómo fue que desde Funes llegó hasta ese pueblito perdido del país del norte? “Siempre me gustó la idea de venir a estudiar, me parece que es muy bueno el sistema universitario que tienen acá y todo lo que conlleva en la salida laboral a futuro. Fui a unas pruebas a Buenos Aires, con una empresa, te graban jugando al fútbol y envían los videos a 300 universidades de EEUU. Y entre varias ofertas que me llegaron me quedé con esta donde estoy jugando”, explica.

Para que las universidades estadounidenses te elijan no solo miran que seas un buen jugador, también analizan tu nivel de inglés y tus notas en la facultad o el secundario.

En el corto lapso de tiempo que pasó en tierra norteamericana ya consiguió que lo elijan entre los mejores 11 jugadores de la conferencia sur de su liga universitaria, en la posición de delantero. “Es un orgullo por que fui el único seleccionado de mi equipo”, dice entusiasmado este joven, que entre los 15 y los 18 años jugó con la camiseta de Defensores de Funes.

Le preguntamos por sus planes a futuro. “Mis planes son jugar al futbol y que el futbol me dé la oportunidad de cambiarme a una universidad más importante, que dispute la División Uno, que es la puerta de la MLS (la liga profesional de fútbol de aquel país) y después tratar de quedarme acá en EEUU porque la verdad que nuestro país no da para más. Soy parte del éxodo juvenil se podría decir”.

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