Casonas históricas del centro de Funes se venden en 250 mil dólares

Como el resto de la ciudad, el centro de Funes cambia paulatinamente su fisionomía y poco a poco se van ocupando y readecuando sus históricas casonas. En el mercado inmobiliario se encuentran a la venta casonas históricas con estas características por un cuarto de millón de dólares, lo que las convierte en atractivas posibilidades de inversiones dentro del promedio de valuación funense.

Es que con cada vivienda céntrica que se vuelca al mercado inmobiliario bajo el lema “ideal instituciones”, el casco histórico suma oportunidades de reconvertirse y resistir así el cambio de eje comercial hacia otras arterias como Irigoyen, Illia o Fuerza Aérea. La pulseada se torna competitiva para propietarios que buscan desprenderse de casas con mucha historia pero que quedaron inmersas en un sector que dejó de ser residencial, pero con una arquitectura que puede y debe ser puesta en valor.

Instituciones, bares, o centro de eventos, emprendimientos privados de todo tipo, las posibilidades de construcciones de antaño con ambientes amplios y luminosos se ponen en valor así en el mundo inmobiliario y son cada vez más las viviendas con estas características que se encuentran a la venta. Sobre las calles Tomas de la Torre y Pedro Ríos, arterias que recorren la vía ferroviaria a un lado y otro de la ciudad, las casas antiguas se comercializan por algo más de 250 mil dólares, un número que puede resultar tentador en la comparativa del mercado local. Pisos, aberturas, alturas de los ambientes, fachadas conservadas, son algunas de las ventajas que se destacan. “Tiene elementos que no son factibles siquiera conseguirlos, maderas, mármoles, hoy no existen en las construcciones”, explica Natalia Corts, martillera y licenciada en bienes y agrega: “Hoy dentro del marco de la arquitectura moderna se mezclan muchos los estilos, por lo que son propiedades con posibilidades de darle una variada finalidad de destinos, y por eso tan ideal para inversiones”.

En cuanto a los valores, las viviendas emblemas del centro de Funes conservan sus tradicionales estructuras, así como sus características de típica casa funense con jardín, pileta y quincho. Por eso al volcarse al mercado inmobiliario, son propiedades que deben mantener un equilibrio de tasación entre su función clásica de vivienda familiar y las de sus potencialidades ya que “la tasación se hace en base a la proyección del mejor uso que se le puede dar a la tierra”. 

En definitiva, en cada una de estas transacciones particulares se pone en juego la potencialidad de un cambio de rumbo para un casco histórico que busca la vuelta para conservar su esplendor.

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