Domingo, 02 de Noviembre 2025
Domingo, 02 de Noviembre del 2025

Cada vez más gente festeja Halloween en Funes: cómo impacta la fecha en el consumo de golosinas y cotillón

La celebración gana terreno en la ciudad, con más casas decoradas, eventos en barrios, niños disfrazados y comercios que ven crecer sus ventas.

En los últimos años, la celebración de Halloween se instaló con fuerza en Funes, donde la participación de familias, vecinos y niños sobresale frente a otras localidades del Área Metropolitano de Rosario. La diferencia es clara, la fecha se vive en muchos barrios, principalmente los cerrados, como un evento comunitario y una oportunidad de diversión para los más pequeños.

Cada vez más hogares se suman decorando sus frentes y preparándose para recibir a los chicos disfrazados que, desde media tarde, recorren el barrio con la tradicional consigna “truco o dulce”. Esta dinámica genera un incremento en la demanda de golosinas y artículos de cotillón, lo que beneficia directamente al comercio local. El fenómeno surgió años atrás con timidez en los grandes centros urbanos, primero en Buenos Aires con eventos en bares y luego llegó a la Ciudad en Rosario replicando ese fenómeno con noches y fiestas temáticas en espacios gastronómicos.

Halloween se celebra cada 31 de octubre y tiene sus raíces en una antigua festividad celta conocida como Samhain, que marcaba el final de la temporada de cosechas y el comienzo del invierno. Se creía que durante esa noche los espíritus de los muertos regresaban al mundo de los vivos, por lo que se encendían hogueras y se usaban disfraces para ahuyentarlos. Con el tiempo, esta tradición fue adoptada por la cultura anglosajona y evolucionó hasta convertirse en una celebración popular en países como Estados Unidos, Canadá, Irlanda y Reino Unido. En las últimas décadas, también se extendió con fuerza en países de América Latina, como México, Perú, Colombia, Argentina y Brasil, principalmente como una fiesta infantil vinculada al juego, los disfraces y la recolección de golosinas.

Paula, vecina de Haras de Funes, contó a este medio que en años anteriores la celebración surgía de forma espontánea, con niños autoconvocados que recorrían disfrazados las casas del barrio. “Este año muchos vecinos se sumaron con entusiasmo, incluso quienes no tienen hijos. Algunas casas pusieron decoraciones alusivas y canastas con golosinas o sorpresas para que los chicos pudieran pasar y servirse”, relató. Además, destacó que aunque algunos chicos más grandes ya no se disfrazaban, igual se sumaban a la movida.

En el barrio Haras de Funes muchos chicos disfrutaron de los festejos. La iniciativa se replicó en otros barrios de la ciudad.



Con vistas al año próximo, anticipó que la idea es organizarlo con más tiempo y hacer algo mucho más grande: “Como el 31 cae sábado, la idea es convocar no solo a los niños, sino también a los adultos y hacer un festejo en el clubhouse del barrio”.


Por su parte, Pablo Orio, titular de Orio Mercado de Dulces, explicó a InfoFunes que ante la gran afluencia de chicos prevista para la tarde del viernes, decidieron reforzar la atención en sus tres locales de Funes con personal extra para repartir caramelos y acompañar la celebración. “La idea es garantizar una experiencia positiva”, destacó.

El fenómeno, que se replica en otros barrios cerrados de la ciudad y también en las calles, se traduce en un doble impacto: por un lado, una fecha que moviliza a cientos de familias que decoran, se disfrazan y participan; por el otro, un impulso claro para los comercios del rubro, que ya consideran a Halloween como una de las fechas clave del calendario comercial.

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