Martes, 07 de Mayo 2024
Lunes, 27 de Enero del 2014

Sembrando oportunidades

Julián Moreno es el encargado de la huerta Don Calisto, proyecto integrador que forma parte del programa Promover, que trabaja con jóvenes con capacidades especiales.

Foto: Vanesa Fresno (InfoFunes)
El sol pega como un demonio embravecido en la mañana de Funes. En Irigoyen casi Florencio Varela la huerta Don Calisto muestra los resabios de una temporada de mucha producción. Julián saca fotos al cartel de la entrada, dos chicos descansan y, al fondo, el mismísimo Calisto, un viejo de 95 años, pala en mano, remueve la tierra que está en pleno proceso de compostaje.

"El año pasado tuvimos mucha producción, una buena cosecha en esta huerta, y toda esa producción se fue vendiendo al público acá mismo y en las ferias. Plantas aromáticas, hierbas secas ensobradas, verdura - acelga, cebolla y radicheta es lo que más sale-, el año pasado tuvimos mucha producción de puerro también", explica Julián Moreno, encargado de la huerta.

Si no fuera porque la huerta Don Calisto forma parte del programa Promover la Igualdad de Oportunidades de Empleo, que trabaja con jóvenes con capacidades especiales uno jamás se anoticiaría de que Julián es uno de estos jóvenes. 

"Acá hay un grupo de jóvenes con capacidades diferentes que son Mauro, Adriana, Noelia, José, Martín y yo; y también está Don Calisto, que sabe un montón de huerta", dice. 

Las tareas en la huerta incluyen quitar las malezas con la azada, regar, reponer la tierra, hacer rotación de siembra, hacer abono, hacer plantines y cosechar. Venden plantines aromáticos, verdura y hierba seca en sobres. Venden ahí mismo, en la huerta, de lunes a jueves a 8 a 10.30 hs (en verano) y en las ferias a las que los invitan. Ahora mismo participan de la Feria de la Rotonda (frente al Museo Murray) en donde, dicen, vendieron mucho. Con los ingresos están planeando un viaje a Temaiken.

"De paso le enseño a los jóvenes como se siembra, a mantener la huerta ordenada, limpia, y después al público general que venga a visitarnos, nos visitaron varios jardines. Acá está invitada la comunidad para mostrarle, orientarle cómo se realiza una huerta, qué hay que sembrar, cómo combatir los insectos, cómo es el riego, en qué temporada se siembra", cuenta Julián. "Estamos preparando todo para empezar a sembrar a mediados de febrero, cuando aflojen estos grandes calores, para ya en abril tener las primeras cosechas del año", agrega.

Julián cuenta que su vínculo profundo con la tierra viene de hace mucho, cuando de chico su papá le empezó a revelar los secretos de la jardinería. Después en alguna de las escuelas especiales a las que asistió empezó huerta y afianzó la relación con la tierra. 

A los 20 años no tenía trabajo y decidió dedicarse a las huertas, trabajaba en casas de familia que lo llamaban para que arme huertas y los orientaba en como continuarlas solos. Trabajó haciendo huertas en el colegio Joan Miró y en 2004 entró en el Programa de Empleo Comunitario de la Municipalidad, en el Obrador Municipal. En 2007 se convirtió en promotor del programa Pro Huerta del INTA. En 2012 pasó al Promover y en 2013 a su actual lugar.

Con tanta experiencia se permite dar algunos consejos. "Para ahuyentar los bichos uso productos ecológicos: a la acelga le hecho purín de ortigas (corto las ortigas, las meto una semana en un balde de agua y eso lo tiro en las plantas), a la lechuga se le pone restos de ceniza para que no la ataquen los gusanos, a los tomates y pimientos les echo sulfato de cobre".

"Para abono se pone pasto, se hace un corralito, se pone yerba, cáscara de huevo, no se pone grasa ni nada de eso, se pone té, restos de cítricos, excremento de gallina, de vaca, no es recomendable el de caballo porque el caballo no rumea, no mastica el pasto, entonces los excrementos de caballo hacen hongos y hacen crecer yuyos. Todo eso se va regando, se da vuelta continuamente y se tapa. Y hay que dejarlo unos meses. Con eso abonás la tierra seca", dice sobre el mejor abono, casero y fácil de hacer.

Y termina con dos consejos más: "El almacigo hay que levantarlo a unos centímetros para que la lluvia no lo lave, y hay que ponerle pasto cortado arriba para que no se cuartee la tierra".

Vamos terminando la entrevista y Julián cuenta que los pájaros son los peores enemigos de la huerta, en especial las calandrias, que no solo se la agarran con la verdura sino que también vuelven locos a perros y gatos. "Para espantarlas atamos trapos a piolines para que se muevan y las espante", dice.

"Queremos que nos siga visitando la comunidad, las instituciones, que la comunidad de Funes conozca más la huerta, que los jóvenes especiales conozcan cómo se trabaja acá", dice Julián, orgulloso de lo logrado.