UP... ¿Qué?: Festejar el "último primer día de clases", una nueva costumbre instalada entre los jóvenes
Desde hace algunos años, el último primer día de clases se transformó en un ritual entre los adolescentes que comienzan el último año de secundaria. Qué riesgos implica esta "movida".
En nuestro país, se volvió costumbre hace no mucho que los estudiantes de último año festejen el primer día del último año de escuela. Su origen surgió Mendoza, pero rápidamente se esparció a todo el país y se volvió cada vez más popular. Incluso, ahora es una tendencia en las redes sociales, donde los jóvenes muestran con videos y fotos los preparativos y festejos.
La celebración comienza la noche previa al primer día de clases, cuando los alumnos se reúnen en una casa para permanecer sin dormir y de fiesta hasta ingresar a la e scuela el día siguiente . De allí, van todos juntos hasta la institución a la que asisten. De camino, algunos toman alguna plaza cerca del colegio, o una calle, y con espuma, disfraces, bombos y platillos se ponen a cantar bien fuerte para festejar su último primer día de clases.
En Funes, mucho más organizados, los chicos y chicas hicieron su UPD en un club.
Volviendo al tema. El UPD puede ser un problema porque los chicos pueden tomar alcohol , incluso realizar actos de vandalismo o tirar pirotecnia en plazas y parques. E
¿Qué pueden hacer los padres y directivos?
Para evitar problemas, los adultos a carga de estos jóvenes intente controlar el consumo de bebidas alcohólicas, e incluso algunos alquilan salones o desnudos para evitar que los adolescentes deambulen a la noche por la calle. A su vez, se recomienda que los padres estén Presentes y acompañen a sus hijos para enseñarles que pueden depender sin necesidad de excesos .
En algunos casos, las escuelas mandan a los padres un comunicado en donde informan la existencia de esta celebración y lo que implica, y advierten que cualquier estudiante que no cumpla con el reglamento del establecimiento sufrirá una sanción . De esta manera, si un alumno entra alcoholizado, se convoca a la familia a retirarlo.
Laura Lewin , especialista en Educación, conversó con LN+ y afirmó que es una situación “triste” porque se los deja solos a los adolescentes, aunque aclaró que, para ella, “el UPD es maravilloso porque es una transición entre la escuela y la vida adulta y, como ritual , está bueno festejarlo”. Sin embargo, cuestionó en qué forma se celebra y preguntó: “¿Quién es el responsable? ¿El que lo manda en esas condiciones o el que los recibe?”.
“ Acá tiene que trabajar juntos la escuela y la familia ”, puntualizó la especialista, que remarcó la importancia de marcarle los límites a los jóvenes. Además, sugirió que los padres les transmitan a sus hijos que el UPD debe ser “un momento significativo, memorable y maravilloso”, pero en el que deben cuidarse para no poner en riesgo su vida.
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