Tres abogadas se le animan a la agricultura con un innovador método en Funes

Romina Carrara es abogada, pero siente pasión por la agricultura y la botánica. Hace diez años comenzó a estudiar y se fue especializando también en jardinería vertical y paisajismo. Esa curiosidad la llevó a conocer el innovador método de hidroponia, una forma de cultivo que no utiliza el suelo. Muchos años después, se asoció con dos amigas, también abogadas, Mayte y Luciana Kleinman, para montar el primer invernadero con esa técnica para verduras de hoja en la zona oeste de Funes.

Así nació Yunga, el emprendimiento de las tres abogadas que promete cambiar la forma de cultivar y alimentarse en Funes y la región. "Queremos que la gente de Funes coma mejor", dice Romina entusiasmada en diálogo con InfoFunes. En un terreno de Brandsen y Paysandú, a la altura de la Garita 16, comenzaron en 2019 a montar el invernadero. Pandemia mediante que retrasó los trabajos, finalmente en julio de este año lograron finalizar la obra y para fines de agosto tendán lista la primera cosecha de lechugas.

A esta altura de la nota seguramente querés saber de qué se trata la hidroponia. Ok, Romina lo explica mucho mejor: "Es un método de cultivo sin suelo, se puede cultivar lo que sea, pero sin suelo". Existen muchas técnicas en la hidroponia, en Yunga utilizan la NFT siglas en inglés de Nutrient Film Technique, que traducido al español significa "la técnica de la película nutriente".

"Es una lámina de agua que pasa por las raíces en un circuito cerrado", explica Romina. El agua es reutilizada y por eso se ahorra un 90% de la que se usaría en un cultivo en suelo. No es el único beneficio en materia de sustentabilidad de la hidroponia. "No usamos herbicidas ni funguicidas, no hacen falta porque los cultivos no sufren ninguna enfermedad que venga de la tierra", afirma y asegura que todo eso "redunda en una planta más fuerte, más saludable y mucho menos propensa a que la afecte una plaga".

La planta se alimenta con minerales en forma de sales disueltas en el agua. "Le servís en bandeja lo que necesita", clarifica Romina. Con la hidroponia, la planta ahorra la energía que gasta al generar raíces en el suelo para buscar nutrientes y la utiliza en las hojas y los frutos. Por eso, explica, las plantas son "más verdes, con una mejor consistencia, mejor aroma y mejor calidad nutritiva". Además, el cultivo es un 35% más rápido que en suelo.

El 28 de agosto está marcado en el calendario de Yunga. Ese día estará lista la primera cosecha de las seis variedades de lechuga que cultivan. Más adelante, proyectan sumar otras verduras de hoja como rúcula, berro, albahaca y menta, entre otras. La comercialización, dice Romina, será por diferentes vías. "Queremos empezar a vender acá, que no haya distancia entre la venta del producto y el lugar donde se produce", afirma. "Estamos recién empezando, la gente nos contacta por redes y los vecinos están muy interesados", cuenta.

La idea es vender tanto de manera mayorista como minorista. Analizan la posibilidad de realizar entregas a domicilio, sobretodo para la zona de countries y barrios más periféricos. También fueron contactadas por empresas que producen viandas. El interés crece. "Es una planta que cosechamos levantándola de raíz, sin cortarla, por eso al consumidor le damos una planta viva, que le da más tiempo para consumirla, puede tenerla hasta 15 días promedio sin que se eche a perder", cuenta Romina.

Además, el método llama la atención y muchas personas quiere conocer el invernadero. "La gente se contacta con nosotras y viene, muchos han venido ya", dice Romina, quien sueña con "en un futuro cercano desarrollar un costado más didáctico y recibir chicos de colegios o de agronomía".

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