Miércoles, 17 de Abril 2024
Lunes, 07 de Junio del 2021

Se vino el frío: consejos para calefaccionar tu casa de manera segura

Frente a las primeras bajas temperaturas de la temporada, siempre es importante recordar una de las afecciones más frecuentes: la intoxicación por inhalación con monóxido de carbono.

Este lunes amaneció frío en Funes como un anticipo del invierno que en pocas semanas más se instalará. Frente a las primeras bajas temperaturas de la temporada, siempre es importante recordar una de las afecciones más frecuentes: la intoxicación por inhalación con monóxido de carbono.

Cada año mueren en Argentina aproximadamente 200 personas por intoxicaciones por monóxido de carbono. La mayoría de ellas son prevenibles y evitables. Se estiman alrededor de 40.000 casos por año, se considera que esta cifra es mayor ya que muchos pacientes no consultan al sistema de salud y existe un marcado subdiagnóstico debido a lo inespecífico de la sintomatología.

El problema con el monóxido de carbono es que no tiene olor ni color ni produce irritación en la vista, por lo que su presencia puede pasar inadvertida. Los síntomas que produce la intoxicación son similares a otras dolencias y, lamentablemente, puede culminar en un paro cardiorrespiratorio si no es tomado a tiempo. Dolor de cabeza, náuseas, vómitos, cansancio generalizado, confusión o zumbidos son las primera señales de alarma que provoca este gas.

Entre los artefactos que pueden liberar monóxido están las estufas, cocinas, braseros que usan leña o carbón de leña, gas, kerosene, gasoil, nafta y alcohol, así como también los calefones y termotanques, las hornallas y el horno. Lo ideal, dicen los especialistas, es calefaccionarse con artefactos de tiro balanceado debidamente verificados, y también es importante mantener ventilados los ambientes y no dormir con estufas encendidas que no cumplan con esos requisitos.

¿Cuáles son las fuentes de esta intoxicación?

Para que se produzca tiene que haber combustión incompleta de material orgánico, con producción del monóxido de carbono, por ejemplo el gas de red o garrafas, los braseros con carbón, las salamandras, las estufas a kerosene en un ambiente cerrado o mal ventilado, las emisiones de escape de los automóviles en los garaje cerrados, los grupos electrógenos, los incendios, entre otras fuentes.

El monóxido de carbono, es menos pesado (denso) que el aire, por lo que se acumula en las zonas altas. Es inodoro, incoloro y no irritante, por lo que pasa desapercibido para las personas expuestas. No se puede ver, no se puede oler no se puede oír.

¿Cuándo debemos sospecharla?

Se la conoce como una enfermedad simuladora al compartir signos y síntomas con otras enfermedades, el médico puede confundir el cuadro con gastroenteritis alimentaria, afecciones cardíacas o afecciones neurológicas.

Las manifestaciones clínicas van desde cefalea, mareos, náuseas, palpitaciones y debilidad, hasta desmayos, convulsiones, coma y muerte, pudiendo dejar daño neurológico y cardíaco como secuelas.

¿Cómo podemos prevenirla?

  • Todos los años realizar, con un gasista matriculado, la revisión de los artefactos de gas que tengamos en el domicilio, como estufas, calefones, calderas o termotanques.
  • La llama del gas siempre tiene que ser azul. Si es amarilla, anaranjada o roja tu artefacto de gas está funcionando mal.
  • No utilizar braseros en ambientes cerrados y de noche.
  • Apagar aquellas estufas que no son de tiro balanceado, durante la noche.
  • No utilizar hornallas o el horno para calefaccionar ambientes.
  • Mantené las hornallas de la cocina limpias de líquidos y alimentos porque eso obstruye los quemadores y genera una mala combustión.
  • No utilizar calefones en los baños.
  • Siempre dejar una ventana abierta entre 5 y 10 cm.
  • Cumplir con las especificaciones, respecto a rejillas de ventilación en los ambientes con artefactos de gas.
  • Colocar detectores de monóxido.

¿Qué debemos hacer si sospechamos una intoxicación con monóxido?

  • Ante la sospecha abrir puertas y ventanas, ventilar el ambiente.
  • Salir del lugar a un espacio abierto.
  • Si podemos movilizarnos por nuestros propios medios acercarnos al centro de salud más cercano.
  • Si alguno de los expuestos presento desmayos o convulsiones llamar a la ambulancia del sistema de salud de su zona.
  • Siempre ir a la consulta en el momento todos los expuestos a la intoxicación aunque no hayan tenido o hayan desaparecidos los síntomas.
  • Si vas a habitar una vivienda que ha permanecido cerrada por mucho tiempo, hacé revisar las instalaciones internas por un gasista matriculado.

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