Lunes, 21 de Abril 2025
Domingo, 20 de Abril del 2025

Sabor agridulce para Roly Santacroce, desafíos para Rímini y las incógnitas alrededor de Gianello en Funes

Un Café vuelve con un especial electoral: cómo le fue al alcalde y su oficialismo, a qué le tiene que prestar atención Unidos y qué pasa con La Libertad Avanza.

Pasó la campaña, hablaron las urnas, y Un Café por Funes vuelve con un análisis frente por frente de lo que pasó y de lo que puede pasar de cara a las elecciones generales. No fue una campaña fácil: la apatía popular llevó al nivel de participación a mínimos históricos y la granizada más dañina de la historia de la ciudad condicionó a la política. Roly Santacroce tuvo un sabor agridulce tras su primera participación como candidato fuera de la ciudad y el huracán La Libertad Avanza dio el presente, pero no fue más que un viento fuerte.


En la elección local, Martín Papini fue el candidato más votado -aunque el peronismo perdió votos con respecto a dos años atrás- y enfrenta algunos desafíos de cara a convertirse en el ganador de la elección en tan solo dos meses. En Unidos para Cambiar Santa FeJuan Ignacio Rímini se impuso una vez más pero con una interna más competitiva, que pondrá a prueba sus dotes para contener a todos. Por último, La Libertad Avanza se quedó con el tercer lugar y abre una serie de incógnitas a tener en cuenta.


Pase, siéntese, lea y tómese Un Café por Funes:  


El sabor agridulce para Roly Santacroce

No fue una campaña fácil para Roly Santacroce. No solo porque los avatares de la gestión -como por ejemplo, la granizada más grande de la historia de la ciudad- lo obligaron a pausar el modo electoral, sino también porque se enfrentó a pesos pesados: la nueva estrella de La Libertad AvanzaJuan Pedro Aleart; el también exconductor de televisión Ciro Seisas; y el jefe de bloque del peronismo en Diputados, Germán Martinez. Además, se trata de todas figuras ancladas en Rosario, el distrito con más votantes, en el que el alcalde debe trabajar el doble para entrar desde Funes.


La lectura que se puede hacer de los resultados de Santacroce -cuarto lugar, casi 49 mil votos, 9,4% de los sufragios- difiere de los lentes que se utilicen. Si se utilizan los de la expectativa del entorno del propio intendente, es mala: no logró el tercer lugar, lo que hubiese significado vencer a la otra opción peronista. Si se usan unos anteojos más benévolos, que tienen en cuenta el complicado escenario, no fue una mala performance para ser la primera fuera de Funes: logró casi el 10% de los votos, de los cuales más de treinta mil fueron en Rosario.  


¿Por qué Santacroce no logró más? Hacer análisis con el diario del lunes siempre es sencillo, pero no hay en este caso una causa única. Por un lado, el espacio político que conformó, liderado por Marcelo Lewandowski, fue el que protagonizó la peor derrota: quedó quinto a nivel provincial. Es lógico que esa performance sea un lastre para Santacroce que, además, nunca pudo mantenerse en el centro del ring de su propia categoría, aunque tuvo momentos de protagonismo, como cuando logró proponerle un debate cara a cara a Aleart en ExpoCon.


El futuro, sin embargo, se vislumbra auspicioso para Santacroce. Revalidó su dominio en Funes, donde sacó 9 mil de los casi 49 mil votos que cosechó. Esa plataforma, sumada a lo que logró a nivel departamental, le puede significar un trampolín a disputar otros espacios -si es que decide finalmente no buscar un tercer mandato-. La cuestión a dilucidar es dónde: quedó claro que, para Santacroce, el justicialismo así como está en Santa Fe no es una opción. 


Martín Papini, el más votado: ¿Y ahora?


La otra buena noticia que tuvo el intendente fue que el oficialismo se impuso con autoridad en las elecciones a concejales de Funes. No solo eso, sino que Martín Papini, el elegido para representar los intereses de la actual administración municipal, fue el candidato más votado de la elección. No es algo menor, teniendo en cuenta que el huracán La Libertad Avanza amenazaba con dejar patas para arriba a la política local. Los casi 4700 votos que logró el secretario de gobierno lucen como un piso del que puede despegar y si logra superar ciertos obstáculos. 


En el horizonte asoman los votos de los competidores en la interna del peronismo que perdieron. Principalmente, los 1300 del exintendente Juan Hector “Chivo” Miguez. Ahí asoma el primer obstáculo: el vínculo entre Miguez y el oficialismo está en su peor momento, con peleas en la previa del cierre de listas y una campaña con fuertes declaraciones de parte del histórico caudillo. Ya sucedió en 2019 que la mitad de los que lo votaron como precandidato a intendente en las PASO luego migraron a Rímini antes de elegir a Santacroce en las generales.


Conquistar ese voto -que se presume compuesto de funenses nacidos y criados en la ciudad, que prefieren elegir apellidos históricos del viejo “pueblo”- es el primer desafío de Papini. Por otro lado, el otro desafío es contener la fuga de votos por izquierda: Victoria San Juan fue una de las sorpresas de la elección, logró clasificar a las generales desde el frente Sin Miedo con el apoyo de Juan Monteverde, y tiene un horizonte de crecimiento: si bien sacó casi ochocientos votos en FunesMonteverde sacó 2200. Ese universo de 1400 votantes está en disputa entre San Juan Papini.




Los desafíos de Juan Ignacio Rímini 


Por el lado de Unidos para Cambiar Santa Fe, el balance tiene blancos y negros. La coalición del gobernador Maximiliano Pullaro en los comicios de convencionales constituyentes, se quedó con el segundo lugar en la elección a concejales y logró atravesar el huracán libertario en la ciudad sin grandes sobresaltos, dado que mejoró por muy poquito la performance de 2023. Sin embargo, tuvo la interna más tormentosa del escenario, lo cual supone un desafío a la hora de contener el caudal de votos obtenido en las PASO y evitar fugas hacia La Libertad Avanza


El que tendrá que encontrar la ecuación ganadora será Juan Ignacio Rímini, triunfador de la interna. Una de cal y una de arena: si bien perdió votos con respecto a sus elecciones anteriores, -en las PASO de 2023 había sacado 4200 votos y en esta oportunidad pasó los 2700 sufragios-, fue el que más insistió con armar una interna competitiva en Unidos, con la convicción de que era la única manera de mantener en carrera al frente frente a la La Libertad Avanza. El proceso fue tortuoso, llevó la convivencia dentro de Unidos al límite, pero parece haber amainado.  


Unidos tuvo dos nombres más que mostraron credenciales. Uno fue Luis Dolce. Exconcejal, extitular de la Casa de Funes en Rosario, volvió a la arena electoral tras diez años. Si bien fue una persona presente en la rosca local, le pasó factura la década sin medirse como candidato en términos de conocimiento en el electorado. Si bien hizo un trabajo frenético, por el que más de uno lo imaginó ganador, lo cierto es que conspiró contra él el poco tiempo de campaña para instalarse y haber sido el candidato del PRO, un sello con acciones en baja en toda la provincia. 


El otro nombre fue Luciano Montero. No fue la primera experiencia como candidato del joven del Partido Demócrata Progresista, pero sí la más exitosa. Lució más aplomado y enfocado en construir un posicionamiento a largo plazo en la ciudad. Es otra de las nuevas caras que asoman en el futuro de la política funense. Logró, incluso, colarse en la lista que encabezará Rímini, como su primer suplente varón. 


De cara a las generales, se vislumbra el tipo de campaña que encarará Unidos. El gobernador Pullaro dejó claro, ya en la previa de las PASO, su apoyo a Rímini. Fue el único invitado, por ejemplo, a su primera visita a la ciudad, aquella en la que anunció la nueva Escuela N° 727, algo que en su momento causó ruidos puertas adentro. Todo quedó atrás: en las sucesivas visitas post granizada, el gobernador se mostró con todos los candidatos del oficialismo provincial. Incluso en la que hizo el último viernes, ya con el resultado puesto. Brazos abiertos y gestión, lo que Unidos buscará mostrar. 



El huracán La Libertad Avanza, en veremos


En tercer lugar quedó La Libertad Avanza. Lo que en principio parecía una interna competitiva, que se llevaría todas las luces de la elección, terminó siendo ganada con autoridad por Jerónimo Gianello ante una campaña muy leve de Marcelo Ponzio. Sin embargo, el objetivo de fondo de autorizar la interna por parte del laboratorio libertario que era elevar al frente no se terminó cumpliendo: terminó en tercer lugar. Sin embargo, fue un debut auspicioso dado que es la coalición que más tiene para crecer. No sería extraño ver, a fin de año, al primer concejal libertario de Funes


Sin embargo, aún quedan incógnitas. La más importante: ¿Quién perdió votos con el surgimiento libertario? Una primera respuesta, intuitiva, sería Unidos para Cambiar Santa Fe. Pero al comparar los números la conclusión es otra: mientras que Unidos sacó 5033 votos en 2023 y 5403 en 2025, el peronismo sacó 13.284 en 2023 y 6459 en 2025, una importante merma de votos. ¿La Libertad Avanza se quedó con votos que en 2023 eligieron a Santacroce intendente? Es posible, no por nada el intendente se puso rápidamente a disposición de Juan Pedro Aleart


Otra incógnita, anexa: ¿Sucedería lo mismo si en la boleta hubiese estado el propio Santacroce? Es difícil de responder, pero hay un análisis que da pistas. El intendente, como candidato a convencional departamental, se quedó con 9 mil votos en Funes. Son unos 4 mil menos que los que cosechó en las PASO de 2023. Un número bastante similar a los 4.535 que cosechó La Libertad Avanza. Son categorías distintas, elecciones distintas y contextos distintos, pero es una evolución a prestar atención. 


Última incógnita: ¿Para donde crece La Libertad Avanza? El ganador de su interna, Gianello, no se complicó en la campaña: pegó su cara a Javier Milei, se sacó fotos con una motosierra y evitó meterse en grandes polémicas. Le alcanzó para ganar su interna con diferencia, ¿le servirá para seducir a votantes que no lo eligieron en las PASO? Hay un universo obvio al que apunta: los votos de Luis Dolce. En ese sentido, no hay que perder de vista la cercanía de Carlos Olmedo -socio político de Dolce- con Federico Angelini, tutor de Juan Pedro Aleart

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