Viernes, 26 de Abril 2024
Jueves, 15 de Septiembre del 2022

La Nueva Suiza cumple 35 años con las manos en la masa

Arrancaron en Rosario y al poco tiempo se radicaron en la ciudad. "Es un oficio sacrificado pero muy lindo", dice uno de los titulares.

Susana y Raúl fundaron La Nueva Suiza en un local de Rioja al 900, en Rosario. Eso fue hace 35 años atrás. En ese local que alquilaban tenían venta al público y elaboración. A los dos años, en 1987, abren una sucursal en Funes, frente al Club Funes, ya que la madre de Susana era funense.

Tuvieron una mudanza más, y otra más hasta que llegaron a su local definitivo, en calle Cochet 1875, en donde instalaron la venta y también la elaboración. Ahora están cumpliendo otro aniversario más.

Fue una de las primeras panaderías de Funes en tener productos elaborados: facturas, masas, postres. Siempre se caracterizó también por las pastas frescas. Ahora la panadería se adaptó a lo que se consume actualmente: panes integrales, panes de semillas, donas bañadas”, explica Raúl hijo, a cargo del negocio junto a su padre, y sus hermanos Silvia y Pablo.

“La especialidad de la casa son las pastas”, nos dice, pero tampoco deja de mencionar los churros, las tortas fritas, pastelitos, postres y las masas. Y también advierte: “Hace unos años empezamos a elaborar discos de empanadas y pascualinas caseras que son exquisitos. Son productos muy buscados por quienes los conocen”.

Raúl reconoce que el oficio de panadero es sacrificado. “Uno está atento las 24 hs porque nunca para de funcionar”, explica. Y cuenta el modus operandi de la panadería: “Durante la mañana y primera hora de la tarde se producen las facturas y el pan del día siguiente, porque eso lleva un reposo de 8 horas antes de cocinarse. Y también se hace toda la mercadería que sale en el día: pebetes, panes integrales, palmeritas, grisines, pastas, brownies, pastafrolas, chipas, churros pastelitos...”.

A partir de las 12 de la noche se arranca a cocinar y para las 6 de la mañana “se arma el mostrador y empiezan los repartos”. A pesar de la dureza del oficio Raúl afirma que es muy gratificante, “es un oficio lindo”, dice. “Lograr un grupo de trabajo que responda no es sencillo, pero una vez que tenés eso todo es más fácil”, explica.  

“La gente de Funes siempre nos apoyó y nosotros le retribuimos esa gratitud”, dice para cerrar.




Powered by Froala Editor