Golf, caballos, lujos y perfil bajo: así creció La Rinconada, el Club de Campo top con casas de más de 1000 m²
Ubicado sobre la Ruta 34, entre 5 Lagos y Ricardone, ofrece un entorno donde la privacidad, el deporte y el lujo se entrelazan sin estridencias.
En las afueras de Rosario, donde el verde de los campos de golf se funde con la exclusividad de un estilo de vida reservado para pocos, La Rinconada se ha consolidado como uno de los clubes de campo más completos de la Argentina. Este enclave de lujo, conocido por sus imponentes paisajes y su naturaleza intacta, ha experimentado un crecimiento meteórico en los últimos años, atrayendo a empresarios, celebridades y familias de alto poder adquisitivo que buscan combinar la pasión por el golf con una vida de opulencia discreta. Pero, ¿cómo logró este club de campo convertirse en el epítome del lujo de bajo perfil?
Un oasis de exclusividad
Ubicado sobre la Ruta 34 entre 5 Lagos y Ricardone, La Rinconada nació con una visión clara: ofrecer un entorno donde la privacidad, el deporte y el lujo se entrelazan sin estridencias. Desde su fundación, el club ha apostado por un diseño que combina un campo de golf de 18 hoyos diseñado por el experto Emilio Serra, haras de caballos que brindan una excelentísima hotelería para caballos, con residencias que redefinen el concepto de grandeza. Muchas de las casas, con superficies que superan los 1000 m², cuentan con amenidades como piscinas climatizadas, gimnasios privados, salas de cine y jardines que se funden visualmente con el campo de golf y campo de polo, creando una experiencia de vida única.
“La Rinconada no es solo un lugar para vivir, es un estilo de vida. Aquí, el lujo no necesita gritar para hacerse notar”, explica Juan Carlos Sacripanti, intendente del consorcio del barrio.
El boom inmobiliario y el perfil bajo
El crecimiento de La Rinconada no ha pasado desapercibido, pero sus residentes prefieren mantenerse en las sombras. A diferencia de otros destinos de lujo, donde la ostentación es la norma, este club de campo ha cultivado una reputación de discreción. “Es un lugar donde los vecinos valoran la privacidad por encima de todo”.
El auge de La Rinconada coincide con un fenómeno global: la revalorización de propiedades asociadas a clubes de campo, campos de golf, campos de polo y haras de caballos, que en algunos mercados internacionales han incrementado su valor hasta un 20% por su exclusividad y vistas privilegiadas. En Argentina, este club ha sabido capitalizar esta tendencia, atrayendo a compradores nacionales e internacionales, especialmente de Europa y Estados Unidos, que ven en el distrito de La Rinconada un refugio ideal para combinar trabajo, ocio y tranquilidad.
Un imán para el golf y el lujo
El campo de golf de La Rinconada, diseñado con estándares internacionales, es uno de los principales atractivos del club. Con 18 hoyos que desafían tanto a amateurs como a profesionales, el campo no solo ofrece un entorno deportivo de primer nivel, sino que también actúa como un “jardín privado” para las residencias circundantes. “Vivir junto al golf es como tener un parque privado que alguien más mantiene”.
Además del golf, el club ofrece amenidades como un campo de polo, pista de equitación con su respectiva haras, un club house, restaurantes de alta cocina, canchas de tenis y una seguridad privada que opera las 24 horas, lo que refuerza su atractivo para familias y profesionales que buscan un entorno controlado y exclusivo. “El golf es más que un deporte aquí; es una forma de conectar con una comunidad selecta”, añade Pérez.
El futuro de La Rinconada
Con un mercado inmobiliario que sigue en alza y una demanda creciente por propiedades de lujo, La Rinconada se perfila como un referente no solo en Argentina, sino en toda América Latina. Su combinación de golf, mansiones imponentes y un aura de exclusividad la convierte en un imán para aquellos que buscan un refugio donde el lujo se vive sin alardes. Sin embargo, el desafío para este club de campo será equilibrar su crecimiento con las crecientes preocupaciones ambientales y sociales en la región.
Por ahora, La Rinconada sigue siendo un símbolo de estatus, un lugar donde el green del golf se encuentra con el brillo discreto de la riqueza. ¿Seguirá creciendo sin perder su esencia de “perfil bajo”? Solo el tiempo lo dirá.
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