El drama de 250 familias de Funes City contra una cooperativa que no termina las casas ni da las escrituras

Los poseedores de viviendas del barrio Funes City que viven en casas/dúplex construidas por la Cooperativa de Vivienda de Rosario volvieron a la carga con su reclamo que data de hace más de tres años por una situación crítica relacionada con la falta de final de obra, falta de subdivisión de lotes y la intención de someterlos al régimen de propiedad horizontal de manera arbitraria. 

Además, denuncian que existen problemas edilicios, falta de dirección técnica real, ausencia de supervisión profesional y deficiencias graves en la calidad de las obras realizadas en la zona mencionada. Pero eso no es todo: hay cinco manzanas completas que están a nombre de la misma Cooperativa (dato que se puede ver en la boleta de la TGI), sin que el poseedor tenga la documentación en regla o por ejemplo tasa municipal a su nombre como dueño.

Una de las damnificadas dialogó con InfoFunes y sostuvo que esta modalidad afecta nada menos que a unas 250 familias, de las cuales muchas de ellas no pueden escriturar su vivienda porque no tienen el final de obra, condición que reciben siempre y cuando instalen termotanques y paneles solares, requerimiento que nunca figuró en el contrato inicial. Por otro lado, a muchos de ellos les piden que dividan “imaginariamente” el terreno de unos 500 metros cuadrados para así dar espacio a las dos viviendas construidas en el mismo. 

“Todos éstos elementos, omitidos en los contratos de posesión, hoy representan un riesgo real para el loteo, la imposibilidad de escriturar y la regularidad urbanística del barrio, afectando directamente el patrimonio y la seguridad jurídica de los vecinos quedando expuestos a una posible quiebra y/o posterior embargo de los terrenos sin que se puedan evitar”, explica el expediente elevado al Concejo de Funes y a la Municipalidad.

A su vez, advierten que la mayoría de las viviendas cuentan con fallas estructurales desde el inicio como filtraciones en techos y paredes, terminaciones incompletas o de mala calidad, aberturas, rejas y placares deteriorados desde la entrega. De todos modos, “pese a los reclamos realizados ante la Cooperativa, la Defensoría del Pueblo y Defensa del Consumidor, la empresa incumple sistemáticamente las instancias de diálogo, no comparece a audiencias oficiales y no brinda soluciones técnicas concretas, lo que agrava día a día el deterioro de las viviendas”.

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