Martes, 11 de Noviembre 2025
Lunes, 10 de Noviembre del 2025

El misterio de Chacras del Lago, un desarrollo rural en Funes que está todo vendido pero sin una sola obra

Aunque ya no queda ni un lote disponible, el exclusivo desarrollo sigue sin avances visibles ni construcciones en pie. Está ubicado entre Haras y Kentucky.

En el corazón de Funes, pegado a dos de los desarrollos más exclusivos de la ciudad —Haras de Funes y Kentucky Club de Campo— se ubica un proyecto inmobiliario que, aunque completamente vendido, sigue envuelto en misterio: Chacras del Lago. Se trata de un emprendimiento de baja densidad y gran metraje, con trece lotes de 10 mil metros cuadrados y una filosofía que lo aleja de los tradicionales barrios cerrados. Y, a pesar de su perfil bajo, ya no queda ni un lote disponible. Sin embargo, aún no hay indicios de construcción en el lugar.

A diferencia de un barrio cerrado convencional, donde las expensas financian infraestructura común, seguridad y mantenimiento, las chacras de este proyecto funcionan bajo un régimen distinto. Si bien existe un reglamento estricto —que regula desde el tipo de construcciones hasta la iluminación y el manejo de residuos— no se pagan expensas. La figura de “chacra” permite mayor autonomía para los propietarios y apunta a un modelo de vida más rural, con libertad para edificar respetando ciertas normas ambientales y arquitectónicas, pero sin una administración centralizada permanente.

El emprendimiento promueve un estilo de vida en contacto pleno con la naturaleza, donde la arquitectura debe integrarse al paisaje y respetar el equilibrio ecológico del entorno. Las construcciones deben levantarse sobre pilotes para preservar los suelos y permitir el escurrimiento del agua. Se exige el uso de energía solar, biodigestores para el tratamiento de efluentes, recolección de agua de lluvia y forestación con especies autóctonas. También se prohíben tapiales, embarcaciones a motor en lagunas, el uso de pirotecnia y los ruidos molestos.

InfoFunes pudo acceder al reglamento que incluye limitaciones al uso del suelo, obliga al uso de cableado subterráneo para evitar contaminación visual, impone restricciones de altura a las edificaciones y contempla incluso la inscripción obligatoria de mascotas en un registro interno. Todo está pensado para fomentar una convivencia armónica entre naturaleza, arquitectura y comunidad, en un entorno de libertad pero con responsabilidad.

Sin embargo, ese equilibrio todavía no se pone a prueba, porque el emprendimiento parece detenido en el tiempo. En el terreno no hay alambrados ni accesos definidos, ni cartelería que identifique el proyecto. A simple vista, es un campo más entre tantos. Y esa es tal vez la mayor contradicción: mientras Haras y Kentucky crecieron exponencialmente, Chacras del Lago permanece como una promesa silenciosa.

La ubicación de Chacras del Lago:

¿Es parte de una estrategia deliberada de los desarrolladores, un proyecto a largo plazo o simplemente una oportunidad que nunca terminó de materializarse? Mientras tanto, los actuales propietarios —cuyas identidades no trascendieron públicamente— esperan la señal para empezar a construir. Y Funes, que ya conoce el impacto de este tipo de desarrollos, observa de reojo a este nuevo enclave de alta gama que, por ahora, solo existe en planos.

Powered by Froala Editor