Policía afuera, largas filas y redes en llamas: así fue la Navidad tras el robo en el barrio Cadaqués de Funes

Caos navideño en un barrio cerrado premium de Funes. Tras el misterioso escruche que afectó a cuatro viviendas de Funes Hills Cadaqués, el desorden y la sensación de indefensión se apoderaron del country, con acusaciones cruzadas entre vecinos, controles internos estrictos y decisiones controvertidas por parte de la seguridad privada.

Todo comenzó alrededor de la 1 de la madrugada del 25 de diciembre, cuando empezaron a llegar las primeras denuncias por faltantes de dinero y objetos de valor, en una escena que terminó por romper la calma navideña dentro del barrio.

A partir de allí se sucedieron las medidas más controvertidas: la seguridad privada sitió completamente el predio, restringió accesos y sometió a quienes debían entrar o salir a requisas exhaustivas, un proceso lento que derivó en largas filas y demoras.

En paralelo, los grupos de WhatsApp del barrio ardían con acusaciones cruzadas, sospechas sobre posibles colaboradores internos y una creciente histeria colectiva. La bronca apuntó de lleno contra la seguridad privada, que quedó en el centro de los cuestionamientos por no poder dar respuestas claras frente a la ola de robos navideños.

A ese clima se sumó la sorpresa de varios vecinos por la circulación de móviles de seguridad a máxima velocidad por las calles internas, habitualmente tranquilas y angostas, una postal que reforzó la sensación de desorden y pérdida de control dentro del country.

Pero la polémica no terminó allí. Desde Provincia y el Municipio señalaron que gran parte del desorden en las primeras horas de la investigación se explicó porque la Policía nunca pudo ingresar al country, una decisión tomada por las autoridades del barrio. Según remarcaron, esa restricción no solo entorpeció el trabajo inicial, sino que además no tiene sustento legal, ya que los barrios cerrados no cuentan con jurisdicción propia ni facultades para impedir el accionar de las fuerzas de seguridad.

Así, el episodio continúa bajo investigación, mientras puertas adentro del barrio se analizan y ajustan medidas tras un operativo de seguridad que, lejos de traer calma, quedó en cuestión por su falta de efectividad.

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