Cortes de luz en Funes: el calvario silencioso de los comerciantes

Los cortes de luz se convirtieron en el último tiempo en un problema crónico en Funes, afectando la vida diaria de miles de vecinos. Sin embargo, los más perjudicados son los comerciantes, quienes enfrentan pérdidas económicas, operativas y logísticas difíciles de sostener. La situación evidencia no solo la fragilidad de la infraestructura eléctrica, sino también la necesidad urgente de planificación, inversión y modernización del sistema por parte de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). Más aún si se considera que en los próximas cinco años la Municipalidad proyecta que en Funes habrá más de 100.000 habitantes.

En las últimas semanas, la ciudad experimentó cortes de luz tanto programados como imprevistos. Los programados se deben a tareas de mantenimiento en la red de media tensión, con interrupciones que afectan diversas zonas y en horarios clave, dificultando la actividad comercial. Por otro lado, los cortes imprevistos, como el que ocurrió cerca del Aeropuerto Internacional de Rosario debido a un desperfecto en una usina, agravan la incertidumbre.

El 24 de diciembre y el 1° de enero marcaron puntos críticos para los funenses. En ambas fechas, los cortes se produjeron en momentos sensibles: la tarde previa a Nochebuena y al mediodía de Año Nuevo. Estos eventos no solo interrumpieron las celebraciones familiares, sino que también fueron un duro golpe para los comercios, especialmente aquellos que dependen de cadenas de frío o atención al público.

“Los cortes nos afectan muchísimo porque las máquinas no pueden trabajar, la producción se detiene y hay atrasos en las entregas. Además, sin internet, no podemos realizar ventas ni operaciones administrativas, lo que paraliza completamente nuestra actividad”, afirmó Walter Camerano, titular de la empresa Bordafax, en diálogo con InfoFunes.

El empresario cuestionó también los horarios en que se realizan los cortes programados. “Entendemos que haya tareas de mantenimiento, pero no tiene sentido hacerlas en horarios pico, como de 8 de la mañana a 12 del mediodía. Perdimos toda una mañana de trabajo. En otras partes del mundo, estos trabajos se hacen en la madrugada para minimizar el impacto. Acá parece que no se considera el perjuicio que se genera”, apuntó.

Por otra parte, destacó que incluso con un generador eléctrico, los problemas no desaparecen: “Por más que tengamos un grupo electrógeno, no podemos operar bien. Muchas veces Internet también falla y eso nos afecta directamente, porque toda nuestra operación depende del uso de computadoras y sistemas conectados”.

Por su parte, Germán Nocera, presidente de la Asociación Empresaria de Funes (AEF), subrayó a este medio las dificultades específicas que enfrentan los pequeños comercios y pymes.“El comerciante pequeño no tiene las condiciones económicas para invertir en soluciones alternativas. Cada corte de energía afecta la seguridad, el control de stock, la atención al público y la conservación de la mercadería, especialmente la que requiere cadena de frío”, aseguró.

“Hoy, todo pasa por la energía. Desde la atención al público hasta el control de stock y los sistemas administrativos, todo depende de un suministro eléctrico continuo. Si ese suministro falla, los negocios pequeños y las pymes son los primeros en caer”, agregó Nocera.

Al mismo tiempo, el titular de la AEF agregó una crítica a la falta de previsión por parte de la EPE: “La EPE tiene que seguir invirtiendo en infraestructura, modernizarse y ser más eficiente. No se trata solo de atender los cortes cuando ocurren, sino de garantizar un servicio de calidad acorde al crecimiento que ha tenido Funes”.

Consecuencias económicas y grandes perjuicios para los vecinos

Los cortes de luz no solo generan pérdidas económicas inmediatas, como la interrupción de líneas de producción o la pérdida de mercadería perecedera. También afectan la experiencia del cliente residencial, el clima laboral y, en última instancia, la reputación de los comercios.

Durante los cortes, los locales no pueden garantizar las condiciones mínimas de comodidad para clientes y empleados, lo que agrava la problemática.

A su vez, muchos vecinos de distintos barrios de la ciudad debieron descartar hasta alimentos de sus heladeras, por las largas horas que debieron permanecer sin luz. Sumado al mal trago que genera esta situación en días de calor agobiante, con la imposibilidad de poder encender un ventilador o un aire acondicionado.

“Cuando no podemos atender correctamente a los clientes, perdemos ventas y oportunidades. Además, los empleados también están incómodos, lo que genera estrés y desmotivación en el equipo”, indicó Camerano.

A nivel macro, estos problemas evidencian la falta de inversión en infraestructura energética. Según Nocera “el crecimiento de Funes fue exponencial en los últimos años, pero el sistema eléctrico no acompañó ese desarrollo. Es necesario que la Municipalidad y la EPE trabajen en conjunto para solucionar esto. Si no, los cortes van a seguir aumentando y las pérdidas también”.

La respuesta oficial y las expectativas

La EPE justificó algunos de los cortes recientes como inevitables debido a fallas en la red de media tensión. Un caso particular fue días atrás el corte causado por una paloma que provocó el estallido de un transformador. Si bien estos eventos son excepcionales, los cortes programados deberían gestionarse con mayor sensibilidad hacia la actividad económica.

Los comerciantes esperan que la empresa eléctrica tome medidas concretas para mitigar el impacto de estas interrupciones. Entre las propuestas destacan realizar trabajos en horarios cuando la actividad es menor y garantizar un suministro eléctrico acorde al crecimiento de la Ciudad de Funes.

“La solución no solo pasa por atender las fallas puntuales o planificar mejor los cortes programados. Es indispensable una inversión sostenida en infraestructura energética y una modernización de la EPE para que el suministro eléctrico sea eficiente”, concluyerón los entrevistados.

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