Jueves, 21 de Noviembre 2024
Lunes, 01 de Junio del 2020

Chacal en la familia: adolescente denunció al esposo de su abuela por abuso

La menor, de 15 años, denunció a través de un grupo feminista funense los abusos que padeció durante años. El hecho sacó a la luz que el mismo abusador ya tenía radicada dos denuncias penales en 2017.

por Imagen ilustrativa

Aberrante e indignante la historia que pudo salir a la luz gracias al testimonio de Melani, que denunció con nombre y apellido al esposo de su abuela materna, C C., de 70 años, quien según relata, abusó de ella durante años. “Al principio me decía que quería hacerme suya, que me case con él, yo tenía 11 años”.

“Después el acoso fue aumentando y comenzó a tocarme mis partes íntimas, a mostrarme su miembro, a tocarse adelante mío. Me ofrecía plata para acostarme con él. Me agarraba en los pasillos, me apretaba contra la pared y me hacía tocar su miembro”, fueron algunas de las atrocidades que relató la joven, cansada de tantos años de silencio.

“Hace unos años vino mi tía a contarle a mi mamá que el viejo había abusado de mi prima, y a preguntarle si a mí me había hecho algo, pero en ese entonces yo preferí callarme. Hoy puedo contarlo, gracias a la novia de mi hermano que me apoyó y me ayudó”, relató a Info Funes la joven.

Hoy su abusador está libre; pero en 2017, las dos familias de las menores abusadas radicaron las correspondientes denuncias. En ese entonces, el hombre fue detenido y puesto a disposición de la Fiscalía de delitos sexuales, que ordenó su liberación.

Las familias damnificadas sólo consiguieron una orden de restricción hacia la menor, para que el abusador no pueda acercarse más al barrio Villa Elvira donde viven ellos y también vivía, hace tres años atrás, C. 

De las actuaciones ocurridas en 2017 fueron los mismos padres de las nenas, que por entonces tenían 7 y 9 años, quienes relataron a InfoFunes lo ocurrido: “Queremos que esto se sepa para que nadie más tenga que vivir lo que vivieron nuestras hijas y nosotros”. 

“En octubre de ese año, Juli fue a buscar a su amiga Cande a la casa, somos vecinos. En un mismo terreno ella vivía en la casa del fondo; su abuela paterna y el esposo en la de adelante y en una casa intermedia una de sus tías con su familia. Al día siguiente me cuenta que este mismo hombre, Cecilio C., cuando ella pasaba por el pasillo para buscar a Cande la había tocado en sus partes íntimas y que no le había gustado”, recuerda Alejandra. 

“Automáticamente hicimos la denuncia y fuimos a contarles a los papás de Cande lo que pasó. Ahí ella se puso a llorar y confesó también ser víctima de abuso por parte de su abuelastro. No lo podíamos creer”, agrega Damián, esposo de Alejandra.

Cande, que actualmente tiene 12 años, tuvo que contar con asistencia psicológica hasta hace poco tiempo por los episodios traumáticos que vivió. Mayra, su mamá, recuerda sobre lo sucedido: “Cuando Damián y Alejandra vinieron a casa a contarnos ella pudo desahogarse y contar que también había sido tocada en sus partes íntimas por el esposo de mi suegra y que hasta una vez se había tirado encima de ella en una cama”. 

Según relatan, policía de la Seccional 23 y personal de la COE impidieron un linchamiento contra el abusador cuando fue momentáneamente detenido, ya que todo el barrio se enteró de lo que había pasado. “Cuando lo sacaron esposado se reía y negaba todo. El mismo comisario de ese entonces me dijo que si le hacíamos algo los únicos perjudicados íbamos a ser nosotros. Al tiempo lo dejaron libre”, recuerda indignado Damián. 

Las denuncias asentadas por parte de los padres de ambas menores y la orden de restricción fueron lo único que quedó de aquel episodio. “Si no tenés plata o poder, nadie hace nada por vos ni por tus hijos”, se lamenta Damián.

Para Mayra y Cande el calvario no terminó ahí, puesto que se trató de un caso de abuso intrafamiliar. “Cande se culpaba ella por lo que pasó y por todo lo que vino después; tuvimos que aguantar peleas constantes con mi suegra y el resto de la familia, nadie nos creía, deseo que nadie jamás tenga que vivir lo que vivimos”, pide entre lágrimas Mayra.

Sin hablar de una estadística exacta hay que tener en cuenta que, del total de los casos de abuso sexual infantil, alrededor de un 70 por ciento se produce de forma intrafamiliar, sea un tío, padrastro, pareja de alguno de los padres u otra persona cercana. 

La ley provincial Nº 11.529 de protección contra la violencia familiar entiende por ello a "toda acción u omisión ejercida por un integrante del grupo familiar contra otro que produce un daño no accidental en lo físico, psíquico, sexual o patrimonial".

El actual comisario de la Comisaría 23 ratificó la importancia de realizar las denuncias, más aquellas que son de índole sexual o de abuso de menores. Y especificó que, si la víctima no realiza la denuncia, si la información se hace pública por los medios de comunicación o por denuncias anónimas, ellos tienen la posibilidad de “actuar de oficio”.

Sólo en el 2019, gracias al programa ESI (Programa Nacional de Educación Sexual Integral) se detectaron en Santa Fe mil casos de abusos y violencia en la infancia, según un informe del Ministerio de Educación de la provincia. 

Al conjunto de herramientas institucionales, educativas y judiciales, es sumamente valioso sumarles un diálogo claro y cercano a los menores desde temprana edad por parte de los adultos, para que puedan diferenciar y detectar el cariño del abuso sexual y para que puedan denunciarlo, sin culpa ni miedo.


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