La tierna historia de Brisa y Paz: La niña y su perra de asistencia

Brisa tiene 9 años y es inseparable de Paz, una labradora que fue entrenada como perro de asistencia y que acompaña a todos lados a la niña funense mejorando así su calidad de vida. La niña es la primera santafesina con una discapacidad motriz en acceder a esta asistencia perruna.

En el Día del Amigo, Brisa y Paz festejan su amistad contando su historia: Brisa tiene una atrofia muscular espinal y es asistida por la perra de cuatro años, entrenada específicamente para acompañar a personas con discapacidad motriz. La labradora fue entrenada por las internas de la cárcel de Ezeiza, donde funciona el programa Huellas de Esperanza, y quienes se encargan de formar perros de asistencia para personas con distinto tipo de discapacidad.

La pichicha Paz es un animal de servicio que, garantizado por leyes nacionales y provinciales, tiene libre acceso y circulación en cualquier ámbito, como por ejemplo los transportes de pasajeros. Es así como Paz acompaña a Brisa durante todas sus actividades, demostrando ser una fiel compañera.

Desde la Subsecretaría de Inclusión provincial contaron la historia y recordaron que “los perros de asistencia no sólo acompañan a personas ciegas, sino también a personas con discapacidad motriz y es muy importante educar a la sociedad para que las personas no distraigan a Paz ni a ningún perro de asistencia, ya que podría terminar en un accidente”.

Los funenses que las conocen y que las cruzan por la calle saben que Paz no debe ser acariciada, saludada o llamada para jugar cuando está acompañando a Brisa, ya que no es una mascota. Los momentos de esparcimiento quedan reservados para las dos amigas que se acompañan a toda hora ¡Feliz día del amigo para ellas!