Chocó, amenazó y cayó preso: lo buscaban por drogas

Iba a Rosario acompañado de un amigo. Casi saliendo de Funes, chocó de atrás a un auto cuya conductora tuvo que ser hospitalizada. Hasta ahí, un choque más. Pero los policías se llevaron una sorpresa: el conductor, quién había reaccionado violentamente amenazando a los presentes y hasta a la propia policía, tenía un pedido de captura por una causa de drogas. Quedó detenido.

Sucedió el jueves por la tarde, en Avenida Illia a la altura de garita 1. Un Chevrolet Celta embistió a un Volkswagen Gol. Casi inexplicablemente, el conductor del Celta bajó y amenazó a la conductora del Gol, quién todavía estaba dentro del auto con politraumatismos varios y luego tuvo que ser trasladada a un centro de salud y a un vecino que intentaban acercarse a ayudar.

Extrañados y un poco atemorizados, cuando arribó la policía fueron los vecinos los que les relataron a los agentes la violenta y agresiva actitud del conductor del Celta. Los efectivos se dirigieron al conductor y su acompañante para detenerlos, y algo les llamó la atención: el auto que conducían tenía impactos de bala. Ninguno de los dos hombres tenía documentos, por lo cual la policía decidió llevarlos a la Comisaría 23, pero se encontró con la resistencia del conductor del Celta, que hasta amenazó a los propios policías y tuvo que ser trasladado por la fuerza.

En sede policial, el conductor rebelde dijo tener 29 años, ser oriundo de Rosario y dio su nombre y su apellido. Con esos datos, los agentes hicieron su averiguación de antecedentes y se encontraron con varias sorpresas: el apellido dado por el detenido era falso. ¿Por qué había mentido? Porque tenía un activo pedido de captura del Tribunal Oral Criminal Federal N°2 de Rosario por una causa de drogas, el último mojón de un frondoso prontuario que había comenzado en 2010 y contaba con tentativa de robo (por el cual estuvo condenado), amenazas, abuso de armas y tenencia de arma de guerra.

Finalmente, el conductor rebelde fue trasladado a una comisaría rosarina para quedar a disposición del Tribunal Federal N°2 de Rosario, mientras que su compañero fue liberado ya que, si bien tenía antecedentes por amenazas, no pesaba sobre él ningún pedido de captura.