Trío de funenses pescó dos "toros de río" de 55 kilos cada uno

Como el río “afloja un montón y ayuda a despejar”, un trío emprendió un viaje a Corrientes para despuntar la pasión que los une: la pesca deportiva. En ningún momento pensaron que se cruzarían con dos gigantes surubíes de 50 kilos cada uno que pescaron y luego devolvieron al río.

Darío Murúa y Ramón y Jorge Peger son “pescadores de toda la vida” y hace unos días viajaron a la localidad de Itá Ibaté, ubicada a unos 150 kilómetros de la ciudad capital, y como una de sus mejores proezas pescaron dos surubíes en dos piques, tras un durísimo trabajo de 50 minutos cada uno. “Eran demasiado pesados”, admitió Murúa.

Una vez que se alzaron con los “monstruos”, regresaron a la costa, se sacaron unas fotos y procedieron a la “liberación”. Y ese punto en particular es el rasgo distintivo de la pesca deportivo, como explicó Darío.

“Hay que poner conciencia, lo que no se come se devuelve, para nosotros fue más satisfactorio devolverlos que haberlos pescado. La pesca deportiva solo es trabajar con la caña o línea de mano, tener el pique, de engancharlo, pelear contra el pez en el agua y la devolución, porque vos no querés matarlo, para que perdure, siga creciendo, teniendo huevos y las próximas generaciones lo puedan ir pescando también”, ahondó Murúa.

El surubí es uno de los peces “más grandes que hay en la zona”, en la Mesopotamia. Superan el metro cincuenta de altura y pesan hasta cien kilos en su época. “Le llaman el toro del río”, cuenta Murúa.