Sábado, 28 de Septiembre 2024
Viernes, 20 de Octubre del 2017

Sacando cuentas: Un pantallazo electoral

<p>Los funenses vuelven a las urnas el domingo. El análisis de las elecciones internas de agosto plantea una definición reñida en las generales de octubre.</p> <p> </p>

Vanesa Fresno

 

El domingo 22 de octubre será una de las últimas fechas del calendario electoral del año. La decisoria. La que define con quiénes y cómo se reconfigura el panorama político local el próximo 10 de diciembre, cuando asuman los tres concejales que resulten elegidos este fin de semana. También se eligen diputados nacionales, serán diez candidatos de distintas (algunas no tanto) fuerzas políticas que se disputarán voto a voto ocupar una o más de las nueve bancas disponibles para la provincia en el Congreso de la Nación.

 

En estas elecciones generales habrá menos – muchísimas menos- boletas y casilleros para optar. De los 17 precandidatos a concejales que hubo en agosto, sólo siete siguen en carrera. De los 57 precandidatos a diputados, restan diez aún en campaña. Dato alentador a la hora de entrar a un cuarto oscuro, por lo menos para no sentirse tan abrumado.

 

La ciudad, que en los últimos meses nos tuvo acostumbrados a un despliegue de cartelería y folletos con las caras de los candidatos volverá a “limpiarse” de propaganda política luego de una intensa campaña electoral. Son siete los nombres en danza para ocupar una de las tres bancas que quedan vacantes a fin de año en el Concejo Municipal: Según el orden de votos que obtuvieron en las PASO los espacios políticos que representan, los candidatos son: Ana Martelli (Cambiemos), Roly Santacroce (Frente Justicialista), Pedro Giantenaso (Frente Progresista), Mauro Míguez (Frente Social y Popular), Marcelo Farré (1Proyecto Santafesino), Andrés Beguer (Partido Unión Celeste y Blanco) y Gonzalo Miranda Aguiar (Unidos).

 

Ahora bien, pareciera que a menor cantidad de candidatos, mayor es la disyuntiva. Tras bambalinas la mayoría de los actores políticos locales coinciden en que la elección será reñida, y que será poca la diferencia de votos que defina la nueva conformación del legislativo.

 

El análisis es complejo no solo porque los votos que obtuvieron los diez candidatos que no entraron se deberán repartir entre los siete que sí, sino también por el condimento picante de los votos obtenidos en las internas del podio. La imponente cantidad de votos de Cambiemos, la diferencia de tan sólo 400 votos del segundo puesto y el “triple empate técnico” que se generó en el puesto del bronce.

 

Cambiemos se quedó en agosto con un posicionamiento de fortaleza en cuanto a los votos obtenidos en su interna. Ana Martelli alcanzó 3406 votos, en tanto su contrincante, el Dr. Lebrero se quedó con 953 voluntades que serán disputadas en octubre por los votantes que apoyan al gobierno nacional macrista pero, tal cual indicó el médico en su campaña, están disconformes con la gestión municipal.

 

Otro candidato cercano a Cambiemos, pero que se postula con lista propia, es Gonzalo Miranda Aguiar. El ex secretario de Gobierno durante la gestión de Mónica Tomei logró 450 votos en agosto quedando en séptimo lugar e intentará elevar el promedio en las generales.

 

En segundo lugar, el justicialista Santacroce obtuvo en agosto 3002 votos, quedando a 400 “tildes” de Martelli, casi el mismo número de votos que fueron para el otro candidato de su interna: Ignacio Leishner del Movimiento Evita quien se quedó con 396. Pero hay otro peronista que disputará esas voluntades. Andrés Beguer encabeza una lista de un partido distrital que en las PASO arañó los 500 votos (493 más precisamente) y se quedó con la sexta posición en el tablero de candidatos.

 

El tercer candidato más votado fue Mauro Míguez (FSP), con 1556 votos. Pero la tercera fuerza política más votada fue la del progresismo, con la suma de los votos de Giantenaso y Edgardo Frattini, que se quedaron con 1532 y 1520 votos respectivamente.

 

Tanto Míguez como Giantenaso fueron los únicos candidatos que, respetuosos de la voluntad de su electorado, modificaron e incluyeron en sus listas definitivas a los candidatos que se quedaron con el segundo lugar en sus respectivas internas. Con estratégica convicción intentan así asegurarse que las elecciones generales reflejen el número que los frentes que representan obtuvieron en agosto, pero en cuestiones electorales los números tienen un comportamiento más ligado al azar que a las ciencias exactas.

 

En tanto el quinto lugar fue para el recién arribado a la política Marcelo Farré. El candidato del massismo local es, a priori, uno de los candidatos que menos “conflictos de intereses” generaría con respecto a los votos de otras fuerzas políticas, pero el factor sorpresa con el que el empresario debutó, es para tener en cuenta ya que en su primera elección alcanzó 578 votos.

 

Tan solo en cuestión de horas se sabrá quiénes y con cuánto margen de apoyo serán los nuevos representantes de los vecinos de Funes. Solo resta esperar, capitalizar y celebrar, como siempre, todos y cada uno de los actos democráticos.