Ex combatiente funense volvió a Malvinas después de 35 años

Más de 35 años después, el único funense que combatió en Malvinas volvió a pisar las islas. Adrián Marrone viajó el fin de semana junto sus compañeros de la Compañía de Ametralladora Browning 12,7 mm, los héroes del Monte Longdon, la batalla más cruenta de la Guerra de Malvinas.

Su hijo le escribió una emotiva carta antes de que pise suelo insular: “Volvés, después de más de tres décadas y media viajas nuevamente a las islas. El contexto es otro, ya no hay enemigos, al menos no los mismos que en el 82, ahora la lucha es otra, contra uno mismo, contra la cabeza. En aquella época se llevaron un pibe, devolvieron un hombre, mañana parte un Padre de la hostia, un ejemplo de persona en cada uno de los aspectos de la vida, un tipo que no tengo dudas va a poder sobrellevar todo lo que esté esperando en aquellas tierras desoladas y frías... Nuestras tierras”.

Marrone había contado años atrás su terrible experiencia en la guerra en una entrevista con InfoFunes: “Estando prisionero observamos el armamento de los ingleses, la superioridad de los combatientes ingleses se notaban que estaban bien preparados, incluso la ropa que teníamos nosotros no era la adecuada", afirmó Marrone, ratificando la desventaja notoria del ejército argentino respecto al británico. "En la época de los militares se pretendía que no se hable del tema, lo que denominamos desmalvinización, durante mucho tiempo se trató de no recordar, incluso los gobiernos democráticos", expresó. "Más allá de los trastornos psíquicos y físicos tratamos de contar siempre lo que pasó".

Y en esto de contar, de no olvidar fue que partió el sábado desde Río Gallegos para regresar en una semana al continente. Junto al grupo de diez hombres que combatieron en Malvinas cuando eran prácticamente chicos, volvieron a pisar el suelo donde libraron, quizás la primera, de las batallas que una guerra pueda librar: la del cuerpo a cuerpo. El regreso sea tal vez un intento de cierre de un conflicto que continuó por décadas en sus respectivas vidas como ex combatientes.

El emotivo mensaje que su hijo le dejó expresa el deseo: “Que lo que veas o recuerdes te sirva para entender lo que te haga falta, que te puedas despedir de todos los que no volvieron, pero por sobre todas las cosas espero sientas el orgullo de una vez más pisar esa parte de Argentina por la que tanto sacrificaron. Que la bandera flamee desde ese Monte donde tanto se luchó, que la albiceleste una vez más esté más alto que aquella extraña insignia en puerto argentino, no importa si solo es simbólico, para ellos quizás lo sea, para nosotros es muestra que nuestros soldados jamás claudicaron, que nada está perdido, mañana volves vos, pero en algún momento volveremos todos... porque la única lucha que se pierde es la que se abandona, y anda a explicarle eso al pueblo Argentino. El mejor de los viajes viejo, espero sirva, abrazo grande y nos vemos a la vuelta. ¡Viva la Patria!”