Sábado, 28 de Septiembre 2024
Lunes, 09 de Octubre del 2017

Criar en compañía

<p>Encuentros entre madres, donde cada una sirve como apoyo y sostén a la otra.</p>

Vanesa Fresno - InfoFunes

 

Tanto las puericultoras como las doulas cumplen un rol fundamental en las diferentes etapas de la maternidad. Las doulas, por un lado, se dedican principalmente a sostener emocionalmente a la mujer en todo lo que conlleva el embarazo o la búsqueda, trabajo de parto y puerperio. La figura de la  puericultora, por otro lado, si bien está presente en esos momentos de la vida de una mujer y de la familia, se encarga más con lo que respecta a la crianza, sobre todo los primeros años de vida y tienen un papel importante en todo lo que es el acompañamiento de la lactancia.

 

“Lo que hacemos es acompañar una decisión, sea una mujer que quiere dar la teta o una mujer que no quiera. Ambas deben tener conocimiento de todo lo que significa un embarazo, parto o lactancia, que le ocurre a la mujer en ese momento en relación con lo emocional, y además también conocimientos sobre fisiología”, expresa Macarena Suárez, psicóloga y puericultora.

 

“Por lo general la puericultora va  a domicilio, y empezamos a escuchar de las propias mamas si teníamos algún grupo, si dábamos charlas o había cursos de preparto y se combinaron con nuestras ganas de hacer algo. Conseguimos un lugar en San José 1169, comenzamos la difusión y así nació el grupo en abril”, cuenta.

 

Los encuentros, propuestos los segundos y cuartos viernes del mes a las 15hs, durarán hasta Noviembre/Diciembre, donde se hace un cierre del año y luego se retoma en Marzo.  Estos grupos en general se conocen como talleres de crianzas, pero en Funes decidieron ponerle “ronda de crianza de madres gestando y criando” porque está abierto también a mujeres que están embarazadas, que todavía no tuvieron ningún hijo, o con sus bebés o niños pequeños. Además, en ocasiones se los invita a los padres a participar, y así poder escuchar otra opinión, otro modo de ver las cosas sin ser necesariamente opuestos.

 

“Lo que planteamos es encontrarnos físicamente más allá de poder hablar telefónicamente. Promovemos el encuentro físico, escuchamos mucho a la mujer, sus necesidades,  fomentamos todo el tiempo que expresen lo que necesitan en cada momento. El puerperio no es nada fácil, y lo que encontramos es mucha soledad en esos momentos de vida de la mujer. No se trata de clases, no se trata de cursos sino de encuentros. Por lo general, la idea fundamental es que circule la palabra, que cada una pueda contar algo que tenga ganas de compartir, experiencias propias, lo que le esté pasando, si tiene dudas, preguntas. También hubo momentos, encuentros en los que nosotras proponíamos una temática o algo como disparador del encuentro”, expone Suarez.

 

El grupo se trata básicamente de encuentros entre madres, donde cada una sirve como apoyo y sostén a la otra, fluye la palabra y de esa forma se crea un círculo contenedor. Las mamás que van lo ven como un momento para ellas, para poder compartir, hablar. “El que se proponga llevar a los bebés es también por el no poder hacer algo porque no lo podes llevar”, dice.

 

“Es un grupo muy cuidado porque se hablan muchas cosas de la intimidad. Creemos que es necesario porque hay muchas de estas cuestiones que nadie las pregunta y las dan por sabido. Tratamos de cambiar el rumbo del sentir de las madres” cierra.