Sábado, 28 de Septiembre 2024
Jueves, 21 de Septiembre del 2017

Manos verdes inclusivas

<p>El Vivero Inclusivo Municipal emplea a 25 jóvenes que se capacitaron en talleres de huerta y reciclaje.</p>

Vanesa Fresno - InfoFunes

 

El Programa PROMOVER tiene como objeto principal asistir a personas con discapacidad en el desarrollo de aptitudes laborales a través de la inclusión en actividades que les permitan mejorar sus competencias, habilidades y destrezas laborales para luego insertarse en empleos de calidad y/o desarrollar emprendimientos productivos independientes. El mismo tiene una duración de 8 meses y, una vez finalizado, requiere la incorporación de estos adultos al mundo laboral.

 

A partir de aquí, cuenta la coordinadora de la Oficina de Empleo Gabriela Balzi, nace el proyecto del Vivero Inclusivo Municipal: “No le queríamos soltar la mano a los chicos que trabajan acá, una vez que termina el programa se supone que va a haber empresas, comercios o gente que va a contratarlos. Eso es un trabajo que se tiene que realizar a nivel sociedad, generar concientización”, cuenta a InfoFunes.

 

Si bien en un primer momento poseían la huerta Calisto, resolvieron devolverla a sus propietarios ya que la misma se encontraba en condiciones “deplorables”. A principios del año pasado decidieron enfocarse en un solo espacio y comenzaron un proceso de reorganización y refacción del área. “Pusimos todas las fichas acá y fue una buena elección”.   

 

En el vivero Municipal, ubicado en Av. Illia 1510, trabajan alrededor de 25 adultos con discapacidad, y aunque el programa es para personas con discapacidad mental leve, en Funes se incorporan también chicos cuadripléjicos o con otras patologías. Además, este año, cuenta con la posibilidad de insertar a adultos mayores.

 

“Contamos con cinco tutoras del municipio, hay psicólogas, ingenieras agrónomas, y una profesora de bellas artes que atienden las dos ramas en la que se divide el vivero: manos verdes, referida a las labores de huerta y manos ecológicas, enfocada en las manualidades con elementos reciclados. La idea es ir ampliando de acá a dos años, para que sea un vivero bien puesto y los chicos puedan vivir de esto. Ellos ya cobran de sus ventas pero esperamos que puedan tener un sueldo digno”, expresó.

 

Además de las tareas de huerta y las manualidades, se compran plantas para revender, y, por otro lado, está la parte de reciclado, donde se juntan papeles, botellas de vidrio y plástico y otros elementos que luego son vendidos para generar nuevos ingresos. “Si logramos que en todo Funes apuntemos a basura cero sería genial porque esa plata fortalece a una institución”, menciona Balzi.

 

Adicionalmente se formó el llamado “club de amigos del vivero” donde reciben la cooperación de toda la comunidad mediante la donación de plantas.

 

El vivero, abierto de lunes a jueves de 8 a 11, “no es sólo un lugar de trabajo para los chicos, sino un espacio en el cual reciben contención, hacen amistades y sobre todo se divierten”, concluyó.