Sábado, 28 de Septiembre 2024
Viernes, 08 de Septiembre del 2017

Divide y reinarás

<p>Pasaron las Primarias, y la pausa electoral deja lugar al análisis y las reflexiones. ¿Por qué Martelli, la candidata de León Barreto, fue la opción más votada?</p>

 

Como dijimos en la columna previa al 13 de agosto, las PASO no reparten poder sino expectativas para afrontar lo que viene. Desde esa perspectiva, nadie ganó en términos reales ya que las tres bancas se reparten en las Generales, aunque sí hubo triunfadores desde el punto de vista simbólico, y uno de ellos fue Ana Martelli y por consiguiente, el intendente León Barreto.

 

Así lo indicaron los resultados y la interpretación rápida posterior a las elecciones, que no se detuvo en dar cuenta que el oficialismo sacó a penas poco más del 20% de los votos válidos emitidos, y que comparando PASO 2015 con PASO 2017 Cambiemos casi mantuvo el mismo caudal de votos -4.516 antes, 4359 ahora- cuando el padrón aumentó, votando en esta oportunidad alrededor de mil personas más. En definitiva, Cambiemos decreció en la disputa por la categoría local.

 

Más allá de la rigurosidad de los números y del análisis subterráneo de estas variables, el tándem Martelli-Barreto aguarda octubre con la victoria real y perceptiva en sus bolsillos, reforzada con un Cambiemos fortalecido en la ciudad: Cantard ganó con margen, y en la local, tanto Cambiemos como Martelli fueron los más votados.

 

Pero por otra parte, ¿por qué el oficialismo fue el más votado cuando sobraron y sobran motivos para que ocurra otra cosa? Por ejemplo: irregularidades y desmanejo de los fondos públicos; endeudamiento; anuncios de obras incumplidos; deterioro de calles; deficiente prestación de los servicios públicos, y se puede seguir. La respuesta la encontramos en el título de la nota: la oposición está fragmentada, y tres fracciones de ella son competitivas.

 

El Peronismo, el Frente Progresista y Unidad Popular son tres porciones con caudal electoral que, como quedó demostrado tanto en la legislativa como en la ejecutiva del 2015 y también en estas PASO, allanan el triunfo de Cambiemos al dividirse el voto opositor. Como decía uno de los últimos artículos de la revista Panamá, “la fuerza principal de Cambiemos se sostiene en la fragmentación opositoria”, y Funes no es ajena a esa realidad. Además, el viento de cola del aclamado sello cotiza en alza en la bolsa electoral argentina, y algo de eso también salpica por estos lares, fundamentalmente en algunos desprevenidos que desconocen las pifias de la gestión municipal.

 

En el corto plazo, y para beneficio de Barreto, las probabilidades de que haya una síntesis entre alguna de las partes opositoras y que confluyan en un armado más amplio, son escasas.

 

Mientras tanto el oficialismo, que desde la gestión hizo todo lo posible para perder, ganó la primera pulseada, y disfruta de su suerte y de los factores coyunturales exógenos que les son favorables. Como también decía Maquiavelo “el príncipe precisa voluntad y fortuna”, y ya se sabe cuál de las dos tiene el intendente y muchísimo más, Ana Martelli.