Sábado, 28 de Septiembre 2024
Miércoles, 06 de Septiembre del 2017

Bailar y emprender: Tiene 22 años y fundó su propio instituto de danzas

<p>Giuliana Nardi es la creadora de Musas. A meses de la apertura, sumó 400 alumnos. En noviembre hará la muestra anual en el teatro Fundación Astengo.</p>

 

Giuliana Nardi tiene 22 años y en febrero de este año abrió su propio instituto de danzas: Musas, en el centro comercial del barrio La Cardera. El emprendimiento superó sus expectativas, y a su corta edad, la bailarina puede jactarse de llevar adelante un emprendimiento que “la llena de orgullo”.

 

A los 6 años ya cantaba, bailaba y actuaba. Estudió por más de 15 años comedias musicales en el teatro El Círculo, y a los once arrancó de lleno con las clases de baile y tampoco paró. “Arranque a hacer danza a los once, es la parte que más me gusta de las tres disciplinas de la comedia musical”, contó Giuliana.

 

Cursos, cursitos, seminarios, clases y más clases. Giuliana creció haciendo las actividades que desde chica la apasionaron, además de tener que cumplir con sus obligaciones escolares “le decía a mi mamá que no quería ir a la escuela, no la quería terminar, si yo sabía que no me iba a servir para esto”, recuerda la bailarina quien siempre tuvo en claro su pasión y dónde apuntar sus energías.

 

Sin embargo alguna utilidad le encontró a las clases de matemática entre todas las materias de la escuela en las que no sólo tenía que poner el cuerpo, porque el desafío de llevar adelante un instituto de danzas que a los pocos meses de abrir ya cuenta con 400 alumnos, un staff de más de diez profesores y constantes actividades extra como seminarios, clases especiales y visitas magistrales le plantea constantes desafíos de la coordinación de un comercio que no es menor.

 

Cuando terminó la escuela, Giuli arrancó el instructorado en ritmos y el profesorado de actuación con los que comenzó a dar clases a los más chiquitos. “Cuando empecé a dar clases me encanto, pude aprovechar mi propia experiencia de haber ido a castings y al haber pasado por muchas escuelas y ver tanta competencia que había, que era tan tóxico el ambiente, siempre supe que no quiero que pase eso en mi academia, sobre todo en un ámbito tan lindo como lo es el arte”.

 

“Siempre dije que el día que tenga mi instituto no iba a pasar eso, es muy feo que haya preferidos, los que siempre están adelante, porque todos estudian y se esfuerzan. Es un lema fundamental que tenemos en Musas”, resalta Nardi sobre los valores que promueve desde su escuela de baile.

 

La joven bailarina, ahora también docente y directora, sigue repartiendo su tiempo en mil lugares y teniendo jornadas eternas. A la mañana, luego de abrir su negocio, va a Rosario donde continúa siendo alumna y toma tomando clases en la carrera de la escuela Flavio Mendoza. Por la tarde regresa a Musas a dar otra clase, logra pasar por su casa y comer con su familia y de vuelta al instituto para continuar con la coordinación o la dirección de algunas de las puestas de fin de año.

 

En noviembre tienen reservado el teatro Fundación Astengo para la muestra de fin de año de Musas. La actividad fue “toda una apuesta” ya que ni bien abrió el Insituto tuvo que reservar fechas: “Los teatros se reservan con mucho tiempo de anticipación, y nosotros recién habíamos abierto. La verdad que era una inversión y había que apostar, reservar un teatro tan grande siendo que recién abríamos, siendo nuevos y sin grupos formados en ese momento. Pero funcionó y están todos re contentos preparando la muestra de fin de año”, cuenta Giuliana y agradece el empuje de todo el equipo: “Los profes son lo más, se re pusieron la camiseta y siempre están proponiendo cosas”.

 

La bailarina conserva intacto el placer de bailar y le va agregando nuevos intereses con cada desafío que suma a su corta edad: “Le estoy agarrando el gustito a la dirección, me encanta. En la parte de comedias musicales doy clases nada más que en adultos y juvenil, en niños y babys estoy dirigiendo y coordinando. Armar la muestra me encanta”, confiesa.

 

Muy agradecida al apoyo que le dio su familia y amigos al emprendimiento que encaró, Giuliana dice que “Aún no caí de lo que hice con Musas, creo que voy a caer cuando estemos en el teatro y vea toda la producción final del año que logramos”.

 

Lo que le interesa es que cada alumno pueda sentirse realizado en esa muestra final, sin presiones y sobre todo con disfrute. “Porque los nervios te pueden jugar a favor o en contra al subir a un escenario, y queremos que pasen ese momento lo más acompañadas que se pueda. Imaginate que a una nena que le encante bailar y cantar la traume el escenario y después no quiera seguir”, reflexiona y recuerda el lema de Musas: que no haya competencia, sino disfrute.

 

Mientras se acerca la fecha de la muestra final, Nardi puede contar que ya logró, a meses de abrir su propio instituto, sostenerlo con 400 alumnos inscriptos que se reparten en los cursos de comedias musicales, danza clásica, iniciación a la danza, teatro, danza árabe, flamenco, contemporáneo, fitness, entrenamiento funcional, localizada y zumba. Todos tienen opciones para distintas edades, que van desde “babys” de dos años, hasta clases para adultos en varias disciplinas.