Viernes, 27 de Septiembre 2024
Miércoles, 23 de Noviembre del 2016

Aparecieron los votos y se aprobó la rotonda

<p>Habrá obra en Fuerza Aérea y Galindo, como quería el Ejecutivo. Es una "oportunidad histórica”, dijoel edil Miguez. Crónica de un día agitado.</p>

Día atípico ayer el del Concejo. Es que luego de las declaraciones que vertió ayer Roly Santacroce sobre que el proyecto del Ejecutivo para que el desarrollador del condominio Ocho Sauces construya la rotonda de Galindo en concepto de reserva fiscal, la mañana comenzó con una fuerte pelea entre los concejales.

Miguez, según algunas fuentes, le habría reclamado a su compañero de banca Santacroce el salir a hablar sin consultarlo previamente con ningún concejal, en duros términos, a tal punto que casi se van a las manos. “Martelli se enteró de su voto por la nota, por ejemplo”, decían desde el Concejo.

Como si esto fuera poco, el intendente Diego León Barreto leyó Infofunes por la mañana y se desayunó que la rotonda, uno de sus caballitos de batalla, corría peligro. ¿Qué hizo? Se apareció sorpresivamente por el Concejo, para intentar construir los consensos necesarios y así lograr la autorización de la obra. Encerrados en el despacho de presidencia, León Barreto buscó persuadir a los concejales que, a esa hora, le eran esquivos: el Bloque Justicialista, Juan Ignacio Rímini y Luis Dolce. Olmedo, por su parte, supeditaba su voto a la aprobación de la pavimentación de algunas calles de Zona 5.

Pasado el mediodía, Barreto se retiró sin hacer declaraciones, solo diciendo “todo tranquilo, genio” cuando InfoFunes intentó dialogar con él. Sin embargo, su intento había fracasado y al Ejecutivo le quedaban menos de siete horas para lograr los votos necesarios. Los concejales se constituyeron en comisión, como lo hacen habitualmente, pero sin el Bloque PJ, que primero se encerró en el despacho de presidencia y luego se retiró prometiendo volver “en media hora”, algo que no sucedió.

Dos horas antes de la sesión, varias fuentes afirmaban que las negociaciones se habían destrabado y que la rotonda iba a ser aprobada en la sesión de la tarde. El voto del PJ junto a los de Olmedo y Martelli alcanzaba para sacar el proyecto de comisión y aprobarlo. Dolce y Rímini se mantuvieron en disidencia.

El primero en hablar fue Miguez, quien calificó a la oportunidad como “histórica”, y se preguntó “¿Cuál es el inconveniente? ¿Qué la usan solo los countrys? Yo vivo en Zona 5 y la uso tres o cuatro veces por semana. ¿Es una cuestión de status? Si hay otro acceso lo podemos discutir, pero es el único. Yo nunca viviría en un country, ¿pero vamos a discriminar a los vecinos de los countrys?” y ponderó que “la plata la pone un privado, no el pueblo de su bolsillo”.

Su compañero de banca, Roly Santacroce, actuó en consonancia y también explicó el cambio de su voto, que había pasado a ser positivo: “Voy a acompañar el proyecto de la rotonda porque nosotros hoy conseguimos que la reserva fiscal por el parque industrial sea para pavimento de la calle Suipacha desde Vélez Sarfield hasta Alsina, y de Alsina desde Suipacha a Tucumán”. “Eso nos convenció”, aportaba Miguez de atrás. “Vivo en ese barrio hace cincuenta años, y si yo le llevo pavimento a un barrio de siete mil personas, para mí es un beneficio”; aportaba el ex intendente.

Uno de los votos negativos fue el de Dolce, quien acepto que “es muy difícil cruzar esa esquina” pero dijo no estar de acuerdo “con la forma en la que se llevó adelante, no contamos con un estudio técnico por todo lo que hay que mover abajo, los servicios y demás” y planteó una solución alternativa: “mejorar colectora de Galindo a Yrigoyen, y que los automovilistas que vayan para calle Córdoba tomen ese camino, eso descomprimiría un poco”. “Creo que este Concejo como institución debe diferenciarse en la forma de trabajar y esperar un estudio técnico. Se puede pavimentar colectora cobrándole una contribución de mejoras al Howard Johnson y al loteo de Angelomé que ya está aprobado. Acá lo que falta es decisión, y hoy yo decido no votar”.

El otro voto negativo fue el de Rímini, quien sostuvo que “la opinión más coherente y más añeja respecto a la rotonda es la mía, y creo que están todos al tanto de que no estoy a favor de la rotonda”. En ese momento fue interrumpido por el presidente Olmedo, quien le recriminó que su posición era contraria porque a la provincia no le “cerraba” la rotonda pero que existía un dictamen de la Dirección Provincial de Vialidad que la calificaba como “necesaria”. “Yo hablo de prioridades. Si ustedes consideran a la rotonda como prioridad, bueno, para mí no lo es”, le respondió Rímini. “Entiendo que es necesaria pero no prioritaria, entiendo que se puede buscar alternativas, quiero aclarar que yo no acompañé ninguna urbanización y que, por ende, no acompaño el artículo 51 bis de la ordenanza 288/88 que estipula el cambio de reserva fiscal por obra pública. Tenemos un problema de planificación en la ciudad y no estoy de acuerdo en cambiar tierra pública por obras públicas. El intendente nos debe la convocatoria a la confección de un plan estratégico”.

Olmedo fue simple: “yo siempre estuve a favor de la rotonda, así que voy a votar así”. En el mismo sentido, Martelli anunció su voto positivo, ya que “desde la gestión anterior se trabajó mucho este tema y coincido en que va a beneficiar a muchos habitantes y vecinos. Soy una de las que recorre y que la utiliza y veo las complicaciones”. Así, por cuatro votos contra dos, el proyecto logró el despacho en comisión para luego ser tratado sobre tablas y aprobado por los mismos votos. Así, el Ejecutivo logró una victoria que le costó sangre, sudor y lágrimas.

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