Madres apasionadas

Para celebrar el Día de la Madre, InfoFunes decidió armar un pequeño seleccionado de algunas madres destacadas de la ciudad. Un homenaje a todas, en palabras de algunas. Seis madrazas que supieron compensar las energías, conciliar esfuerzos, y cosechar logros tanto en el ámbito profesional como dentro de sus hogares. El título que todas comparten: mamá.

Si de desafíos se habla, pensar en maternar es para muchas mujeres el mayor desafío. Criar, poner límites y enseñar con el ejemplo es algo que cotidianamente se hace dentro de cada casa y también en las tareas que cada una de estas mujeres encara en su ámbito laboral. En un pequeño homenaje a las madres funenses, InfoFunes dialogó (y desayunó) con seis madres trabajadoras con algo en común: todas se destacan en lo que hacen. Coincidieron en un mismo análisis, ser madre es un estímulo. “Las cosas que hacemos las mujeres para una misma también las hacemos en función de nuestros hijos”, reflexionaron.

Si bien estas seis mujeres son sólo un ejemplo de muchas tantas otras, cada una ellas desde su labor se destaca día a día. Madres de chicos, madres de adultos, algunas ya abuelas, todas pueden contar con orgullo cómo es criar y liderar espacios de trabajo. Si hay algo que las identifica es la auto exigencia, o como ellas mismas lo llaman: la pasión.

Ana Martelli, Débora Edreira, Lorena Velozo, Mariana Willis, Jésica Savino y Gabriela Nieczaj. Las seis trabajan desde su lugar aportando a la ciudad y las seis tienen lugares de gran responsabilidad dentro y fuera de sus hogares.

Conciliar el trabajo fuera de casa con la tarea de ser madre: Tender redes

“Yo me recibo y soy madre al mismo tiempo, fue arrancar dos carreras paralelamente”, contó Jésica Savino y agregó: “Fue fundamental la ayuda del padre de mi hijo, es fundamental la figura paterna y la de quienes forman esa red de contención con la que las madres nos sostenemos”.

La “red” se configura a medida, con familiares, con amigos, y sobre todo con otras madres. En este punto coincidieron las seis, no se puede sola. La contención de quienes rodean a cada madre trabajadora es central, algunas encuentran este pilar en sus parejas, pero también destacan la importancia de la familia, amigos y todos quienes forman parte de este círculo íntimo. Y si, los hijos son también parte de este sostén.

“Sin ellos es imposible, sin los chicos que te apoyen. En mi caso es toda una familia abocada. Son 10 horas de trabajo fuera de casa y luego abocada al club”, contó Débora también afirmando lo importante que es para una mujer trabajadora sentir el apoyo de sus propios hijos. En su caso, ellos también son parte activa del Club que preside. “Contagiar el entusiasmo en los chicos, involucrarlos es parte del ejemplo que se transmite”, cerró.

Crecer con ellos

Mariana reflexiona: “Uno va creciendo con las dos cosas al mismo tiempo, y muchas veces nos encontramos con situaciones en las que no podemos estar, pero mirando a la distancia mis hijos ahora también lo entienden y yo lo volvería a hacer, porque todo lo que encaramos lo hacemos también en función de ellos”. “Ellos saben que uno lo hacen por el bien común”, contó Gabriela, aportando su grano de arena, pensando en impulsar junto a sus vecinos las mejoras que son también para sus propios hijos,  para que crezcan todos.

Pasión en todo

Los primeros dos años que Lorena festejó el día del niño para cientos de chicos, lo hizo con el apoyo de su familia, y con la ayuda de los comercios que colaboran con las donaciones y amigos. “Después fui sumando mamás, sumando gente que trabaje de corazón. Yo creo que estoy en este lugar ahora para esto”, cuenta la mamá del corazón, que no baja los brazos y que cada año sigue convocando más y más gente, de manera desinteresada, para los chicos de muchas.

La visión de la mamá y la de la mujer es poner la responsabilidad, las garras y la pasión para cada cosa, cuenta Ana Martelli. “Yo cumplo con mi trabajo, estoy con la gente y en la calle con pasión por esta tarea, y en casa pongo la misma pasión de mamá: que no les falte la ropa ni la comida por ejemplo”.

Orgullo que alimenta

Cada madre sabe que no hay mejor regalo que un halago hacia sus propios hijos, esos comentarios que inflan el pecho de orgullo cuando un tercero destaca un valor aprendido, germinado a fuerza de crianza. La sorpresa para estas madres es también enorgullecerse no sólo por el resultado de sus crianzas, ni por los éxitos de cada emprendimiento laboral. Estas seis madrazas pudieron contar más de una anécdota en las que sus propios hijos le hicieron notar que la admiración y el orgullo es mutuo.

Mujeres que crian y trabajan, ellas destacan que lo importante “no es la cantidad sino la calidad”. Con la misma exigencia con las que se desenvuelven y destacan en sus tareas, las seis pueden decir que de a poco van cosechando lo sembrado. Y que haber decidido poner los mismos valores: amor, paciencia y pasión, en un emprendimiento laboral y en uno familiar ha sido la mejor apuesta. “Ambos mundos se retroalimentan”, reflexionan.

Ana, Lorena, Débora, Jésica, Gabriela y Mariana. Todas desde su lugar hacen un aporte para el Funes que comparten. Ellas decidieron ser ese tipo de mamá que vive a las corridas persiguiendo sueños. Como muchas otras mujeres/madres/trabajadoras (por mencionar sólo algunos de los tantísimos roles) pueden contar que la crianza está en el ejemplo, y que lo que se hace con pasión y entusiasmo se contagia. Es probable es que cada mujer, mamá o trabajadora se identifique con, aunque sea, alguna parte de estas líneas. Es la idea: festejar con el ejemplo de ellas el día de todas. Feliz día de la madre, a todas.