Viernes, 27 de Septiembre 2024
Jueves, 06 de Octubre del 2016

Ediles gourmet: Abren el juego a los food truck

<p>El Concejo impulsa una proyecto de regulación para los camiones diseñados para vender comida. Promueven que se ubiquen en espacios verdes.</p>

¿Qué mejor que aprovechar el sol en los momentos libres del día? Tirarse en un parque a disfrutar, incluso improvisar un picnic. Para eso, los concejales de los bloques progresistas y Pro presentaron un proyecto de regulación para los food trucks, los camiones diseñados para vender comida, que los impulsan a ubicarse en los espacios verdes de la ciudad.

 

El proyecto plantea una serie de requisitos para la habilitación y permisos de estos innovadores camiones, que podrán tener como titulares personas físicas o jurídicas, pero que dichas personas no podrán tener más de un food truck a fin de evitar el monopolio y que sí o sí deberán tener como mínimo dos años de residencia en Funes.

 

Pero lo interesante de la idea radica en la ubicación de los food trucks. El proyecto designa a las Secretarías de Planeamiento y Cultura y a las oficinas de Comercio y Tránsito como las encargadas de coordinar la ubicación de los camiones, con dos requisitos: que estén a mil metros de otros locales gastronómicos y que estén en zonas verdes “alejadas del caso céntrico”, a fin de “promocionar zonas de la ciudad que cuentan con espacios verdes públicos y no entorpecer el tránsito vehicular ni perjudicar el comercio local ya existente”.

 

También llaman la atención las prohibiciones que dispone el proyecto: además de las normales no funcionar fuera del día y horario autorizado ni colocar cartelería sin autorización, los camiones no podrán usar la bocina, ni generar un ruido mayor a setenta decibeles, ni vender bebidas alcohólicas “no artesanales o gourmet” y una extraña y críptica “no distorsionar el rubro autorizado”.

 

Entonces, este verano, cuando estemos en casa y no tengamos ganas de cocinar, podremos cruzarnos a la plaza del barrio a comer un lomito o una hamburguesa, acompañados por una cerveza artesanal. Pero eso sí, que no demoren mucho o protestaremos como Homero Simpson: ¡¿Dónde está mi hamburguesa?! ¡¿Dónde está mi hamburguesa?!