Un campeón en construcción
<p>Julián Fedele tiene 18 años y es campeón argentino en golf. Sueña con ser profesional y jugar en Augusta, el más exclusivo de los torneos.</p>
La historia de Julián estaba signada casi desde la cuna: “Mis viejos me cuentan que de chiquito, a los dos años, miraba golf por televisión. Nadie entendía por qué yo miraba golf. En mi casa nunca nadie había jugado golf en su vida, pero yo lo miraba por televisión. Entonces, a los cuatro, mi papá me llevó a Casilda a probar, porque en el Jockey no me dejaban por ser muy chico, y nunca paré”.
Julián es Julián Fedele. En los últimos días se consagró campeón argentino de menores, en el Tandil Golf Club, un título que se acumula a los ya conseguidos: campeón nacional junior, campeón nacional de menores de quince años, y la lista sigue. Lo que se dice: un verdadero campeón.
El ascenso en su carrera fue meteórico: “A los seis años empecé a jugar en el Jockey, y desde ahí jugué siempre en ese club. Jugaba torneos en la Federación del Litoral y gané algunos, luego pasé a los Nacionales. Terminaba un torneo y pasaba a otro, ganaba uno nacional y me mandaban a un internacional”. Así fue que Julián terminó jugando, por ejemplo, el Sudamericano de Venezuela, o el Mundial Junior de Estados Unidos.
La experiencia internacional es algo para destacar: “Es hermoso, jugas por tu país. Sabés que tenés que jugar bien, que portarte bien. No va Julián Fedele, va Argentina. Tenés que mantener un comportamiento dentro y fuera de la cancha. Es hermoso porque conocés gente de otros países, te haces amigos de chicos de otros países”.
En ese sentido, Julián cuenta que tiene ya amigos en el circuito: “Lo lindo de ser amateur es que te hacés muy compañero de los que competís, te haces amigos. Yo ahora vivo en Buenos Aires, entreno en el Alto Rendimiento de la Asociación Argentina, en Pilar, y somos todos amigos, somos de todos lados del país. Cuando sos amateur ves a tus amigos, querés que ganen, y siendo profesional no pasa eso”.
Aunque se prepara para ser profesional, el camino que le queda a Julián es, según sus palabras, largo y difícil: “Entreno para ser profesional pero quiero disfrutar cuatro años más siendo amateur, está bueno, tengo amigos, ahora hay muchos viajes, me gustaría jugar el Mundial dentro de dos años”, cuenta.
Obviamente, como todo joven deportista, y a pesar de no mirar mucho golf (“me gusta más jugarlo, pero siempre engancho los últimos nueve hoyos de los torneos importantes, cuando se define todo”), Julián tiene sus referentes y sus metas: “Mi sueño es el Máster de Augusta, es el más lindo de jugar. Pero es muy difícil jugarlo, lo juegan los cincuenta mejores del mundo y cinco o seis invitados, y mi ídolo es Tiger Woods, que me marcó mucho en su mejor momento porque coincidió con mi infancia”, cuenta.
Julián hoy vive en Buenos Aires, entrenando unas nueve horas por día, perfeccionándose física y técnicamente. Antes de terminar la nota, pide agradecer al Alto Rendimiento de la Asociación Argentina de Golf, y a su familia, esos pilares que lo ayudan a gestarse. Y nosotros, mejor dejemos de molestar, que hay un campeón en construcción.
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