Miércoles, 25 de Septiembre 2024
Jueves, 20 de Agosto del 2015

“El amor al lugar donde se vive es fundamental”

<p>La historiadora Hebe Viglione se enamoró de Funes, defiende su identidad y marca diferencias con el proceso de crecimiento a través de barrios cerrados. </p>

Foto: Vanesa Fresno-InfoFunes

La blanca cabellera de Hebe da cuenta de mucha experiencia y conocimiento reunido en una sola mujer. Nos recibe en su estudio, apartado de su casa, rodeada de libros. Desde la Guerra de Malvinas hasta la Historia de la Población Universal. Mientras charlamos, Hebe colabora y coordina los últimos detalles de un próximo libro. Hebe es Hebe Viglione, historiadora de renombre internacional, habitante de Funes, y una de las coordinadoras del proyecto del nuevo libro sobre la historia de Funes.

“Gabriela (Adell) y Quique (Valenzuela), de Con Todos y a Tiempo, me empezaron a preguntar si yo tenía algo sobre la historia del pueblo, y les dije que podía conseguir la documentación originaria. Ahí me pidieron ayuda para empezar a difundir, y salió el libro”, comenta Hebe. “Es un libro de imágenes para que la gente se sienta interesada y se pueda ver ahí, para que diga "uy, yo tengo una foto mejor en mi casa" y la comparta. Me gustaría crear un centro de documentación, entrevistar a los ancianos, tener un archivo de la palabra, tener los mapas históricos, y me metí por eso. Me tocaron la fibra de historiadora. Me gustaría armar una página web donde la gente pueda participar, contar anécdotas, compartir documentación”, agrega con un tono extremadamente entusiasta.

Pero Hebe no empezó hace poco, ni nació con semejante conocimiento. Ella misma cuenta su historia: “Yo nací en Venado Tuerto, y cuando tenía once años me tuve que venir a Rosario porque no había secundaria en esa zona. Hice la secundaria en el Normal 2, empecé la facultad de Humanidades, allí me gradué de profesora en enseñanza media superior y técnica en historia, luego hice la licenciatura y el doctorado en historia”. Así arrancó su carrera esta excelsa profesional.

Hebe explica su especialidad denotando su pasión. “Desde mis años como estudiante que mis trabajos se refieren a la población, a la demografía, a la historia de una población. Eran trabajos pocos vistos en esa época, a principios de los ´60, venían de una escuela revolucionaria francesa a la que fui introducida por algunos profesores que tuve”. A principios de los setenta ingresó en el Consejo de Investigaciones de la UNR. “Allí presenté un proyecto sobre la población del sector sur litoral de Santa Fe, y  me llevó necesariamente a meterme en temas como el ferrocarril, los inmigrantes, y armar grupos de alumnos para investigar los diferentes pueblos y ciudades”, comenta.

Paralelamente, Hebe pudo cumplir su sueño de vivir en un lugar tranquilo comprando una pequeña casita de fin de semana en Funes. “Se dio la posibilidad de comprar un terreno en Los Solares, el primer loteo privado que hubo en Funes. Ese terreno tenía una pequeña casita, no había gas, no había cloacas, sí había electricidad, y varias plantas que intenté seguir manteniendo hasta hoy. Todo eso lo tomamos como algo propio y natural del lugar, que nos gustaba mucho y fuimos expandiéndonos, ampliando, mejorando. Ya en el 2001, no podíamos mantener ya la casa de Rosario y la de Funes, así que nos mudamos acá definitivamente”. Allí nació el amor de Hebe por la ciudad. “Cuando tenía que escribir un libro, venía acá y me instalaba tres meses, me iba de acá con el libro. Acá no había ruido, no te molestaba nadie, la gente era muy poca y muy amigable, que lo siguen siendo ahora”, dice.

Hebe es un férrea defensora de “lo funense”, y así lo explica: “el, a mi entender, error de la aceptación sin reparos de los barrios cerrados genera una dicotomía entre los que no vivimos en countries y los que sí viven, donde los que viven en barrios cerrados tienen otra actitud para con el pueblo. Yo siempre he comprado en Funes, siempre usé los remises de Funes, junto con mi familia, porque es el lugar donde yo vivo y a mí me conviene que la gente me conozca porque me da seguridad”, explica, y sigue detallando su pensamiento: “Hay muchos empleados de empresas multinacionales que viven en un country, van a los shoppings, tienen una mentalidad cosmopolita que las personas comunes no la tenemos. Una intenta no meterse en esa vorágine del crecimiento, del auto nuevo, de la casa lujosa. Esa movida de country, hablando en términos subjetivos, obviamente, es una vida segregada. El country funciona como burbuja, aísla a sus vecinos”.

Relacionado con esto, Hebe también opina sobre la poca identidad “funense” que tienen muchos: “El desarraigo del funense no es propio de él, sucede en todos los pueblos, y viene desde veinte años atrás, cuando se sacó de las currículas escolares el tema del pueblo o ciudad, se dejó de ver el árbol genealógico de su familia, algo que generaba una identidad con el pueblo a través de sus antepasados. En 1983 la provincia hace un primer Congreso de los Pueblos donde se hacen presentes todas las comunas y municipalidades y se empiezan a estudiar los orígenes de cada pueblo. Luego, cuando se saca de la currícula educativa el tema, pierde importancia. Algunas ciudades mantienen sus centros de estudio, sus museos. El desinterés por el lugar en el que se vive se da en todos lados, pero, si a alguien le interesa esto y se empieza a difundir, la gente la absorbe, hay mucha gente entusiasmada. La mayoría está preocupada por el smartphone, por el consumo, por ese tipo de cosas. El amor al lugar donde se vive, en plena globalización, es fundamental”, explica de forma magistral.

“A mí no me molestan que las cosas tengan tierra, no ando pasando el dedo. Si tiene tierra, es porque estamos en Funes y yo me alegro de tener esa calle de tierra”. Así, con esa frase, Hebe sintetiza su amor por Funes. “Disfruto de sentarme al lado de una ventana mirando el patio, leyendo o corrigiendo un trabajo, yo estoy mucho mejor que mirando la pared del departamento de al lado. Es mi lugar en el mundo. Yo, mientras pueda y la vida me lo permita, quiero vivir acá. Esta es mi casa, mi lugar, tiene todo lo que yo quiero”.