Miércoles, 01 de Mayo 2024
Lunes, 10 de Febrero del 2014

Cruce entre el Municipio y una ONG por asentamientos irregulares

Según un relevamiento de la organización Techo, unas cien familias viven en "asentamientos informales" en Villa Golf y un sector de calle Paysandú. Desde Gestión Social desmienten esos datos. 

Foto: Vanesa Fresno (InfoFunes)
El año pasado la ONG Techo -que trabaja en el campo con la temática de la vivienda digna- realizó un estudio en donde se relevan los asentamientos informales presentes en buena parte del territorio nacional.

En el marco del Relevamiento de Asentamientos Informales 2013, tal su nombre, la ONG se ocupó del Gran Rosario, por lo que nuestra ciudad estuvo incluida. Aquí se identificaron dos barrios como asentamientos informales: Villa Golf -cerca del Arroyo Ludueña- y un sector de calle Paysandú entre Tomás de la Torre y Spilimbergo. En cada uno de esos lugares contabilizaron 50 familias viviendo en condiciones habitacionales desfavorables.

"Nosotros relevamos barrios en donde la mayoría de las familias no tengan titularidad de la tierra y les falten dos de los tres servicios básicos, que son agua, cloacas y luz. Esos dos sectores entraron en este relevamiento y son lo que nosotros llamamos barrios informales. Dentro de esto está la división entre asentamientos -que son estos barrios en donde hay más espacios verdes, están loteados los terrenos, hay manzanas- y villas, que es donde se ven más pasillos, hay mayor densidad poblacional, no se respetan los tamaños de los terrenos, suelen ser más chicos y hay más hacinamiento de las familias. Para nosotros los de Funes son asentamientos", explica Florencia Yaccarino, de Techo Rosario.

La investigación, que se realizó con grupos de voluntarios de la organización, se llevó a cabo a partir del rastrillaje de posibles sectores de la ciudad con las características mencionadas. "Cuando encontrábamos un barrio buscábamos algún referente que pudiera responder una encuesta con los datos básicos del barrio y a partir de eso hicimos el relevamiento. No hicimos un relevamiento de familia por familia, la cantidad de familias es lo estimado por los referentes", agrega Yaccarino.

Alejandra Tuttolomondo, coordinadora de Gestión Social del municipio, no concuerda con esa definición de asentamiento informal: "Asentamiento irregular es cuando se toman terrenos, y la mayoría de los que están en Paysandú o en Villa Golf algunos compraron, otros han sido terrenos donados por gobiernos anteriores, la mayoría posee títulos precarios o insuficientes. Generalmente asentamiento irregular es cuando se forma una villa, con necesidades básicas insatisfechas. Afortunadamente en Funes no nos encontramos con esta situación, con índices con este nivel de vulnerabilidad". Como se ve, la diferencia es meramente semántica.

Según marca el relevamiento, el barrio Villa Golf tiene su origen allá por el año 1988, en tanto que el entorno deficitario de calle Paysandú se inició en 2005. Las condiciones de habitabilidad son similares -también siguiendo el estudio- con pozos ciegos como mecanismos de eliminación de excretas, conexión irregular al agua y a la red pública de energía, utilizando gas en garrafa, y sin desagües pluviales, servicio de alumbrado público ni recolección de residuos.

"En Villa Golf las viviendas ya no son tan irregulares, han ido logrando cambiar la chapa por el material, allí estamos en el orden de las 30 familias en condiciones de vulnerabilidad habitacional. En Paysandú sí siguen un poco más precarias las viviendas, allí el asentamiento más difícil está en dos manzanas, serán 25 familias. En ambos lugares hay familias que tienen sus pilares de luz y otras que no. Después tenemos casos aislados en el centro, en Villa Elvira y en Zona 5", dice Tuttolomondo.

La funcionaria destacó que el municipio tiene presencia en esos barrios y trabaja por mejorar las condiciones de habitabilidad: "Los programas de mejora habitacional que se hacen con estas familias son por ejemplo: el Programa ASU (Ayuda Social de Urgencia), que es para mejoramiento por una cifra de $ 2.000 -el año pasado salieron 86-; entregas de membranas y chapas para viviendas con problemática en el techo, algunas viviendas se han arreglado con la ayuda de la Municipalidad en poner la mano de obra; la casa que sufrió el incendio ya recibió una ayuda y ahora está por salir otra".

Para finalizar contextualizó esta situación: "La mayoría de estas personas reciben planes nacionales y provinciales y además tienen trabajos informales. En Funes hay familias vulnerables pero no en la situación que se ve en otras ciudades en donde por ejemplo hay mucha desnutrición. Podemos tener 80 familias en Funes que todavía tienen que mejorar su vivienda, su calidad de vida, pero no sufren la vulnerabilidad de no tener trabajo o de vivir en una villa. Sí tenemos 20 familias que se encuentran con necesidades básicas insatisfechas, lo que conlleva mayor esfuerzo para su inclusión social".