“El bombero tiene un alma especial”
Jesús Jiménez tiene 83 años y le dedicó tres décadas de su vida al duro oficio. El 15 de diciembre presentará su libro "Memorias de un bombero", donde vuelca sus recuerdos y experiencias. "Al escribir me di cuenta que a los 83 años todavía podía ser útil", asegura.
Jesús Jiménez comprendió a sus 83 años que su vida, sus "Memorias de bombero" debían ser contadas y merecían ser compartidas. Como un legado de dedicación, de pasión por un oficio que es respetado en todo el mundo. Los hay zapadores y voluntarios, pero todos se han ganado un respeto social inquebrantable.
Este funense de zona oeste fue jefe de la delegación Rosario durante nueve años y reconocido en varias localidades de la provincia. El 15 de diciembre intentará superar el "miedo" de someterse a la presentación de su obra, aunque es de esperar que lo acompañe una buena cantidad de personas así se pone "fuerte".
Él no claudica y no se detiene, tiene cuerda para rato, y ya proyecta su segundo libro, "Hojas al viento", "versos, historias, poesías, cuentos criollos y hasta pornográficos".
IF: ¿Cuándo comenzó a tener la pasión por el oficio de bombero?
JJ: Nace con una maestra mía, a la que le tenía mucha confianza y quería mucho. Nos preguntaba siempre qué íbamos a hacer cuando termináramos de estudiar. Pero un día le dije "Y usted, ¿si hubiese sido hombre, qué hubiese hecho?". Me contestó que quería ser bombero. Y me enganché y hasta le dije: "El día que pueda voy a ser bombero". Hice el curso en la escuela de policía y primero no querían saber nada, pero terminé quedando y estuve 30 años de servicio. Y a eso hay que sumarle otros 5 en la escuela de policía.
-¿Siempre en Rosario o en otros lugares?
-Siempre estuve designado en Rosario, pero he ido mucho a Buenos Aires. Ahí nació en mí la vocación por trabajar y he ayudado a fundar muchos cuerpos de bomberos voluntarios en todo el sur de la provincia de Santa Fe. Roldán, Arequito, Cañada de Gómez, Gálvez, entre otros tantos. También conocí muchas otras dependencias ya formadas, a las que asistí cuando fui Jefe de Pericias.
-Y llegó a ser jefe en Rosario
-Lo fui durante 9 años, y creo que fui un gran jefe. Lamento que allí no supe echar raíces, porque los que vinieron detrás de mí no duraron ni un año. Hay que tener un alma especial para ser bombero. A veces pienso, con 83 años, en sumarme a la Comisión Directiva y luchar por tener un mejor cuartel de bomberos. No puedo entender cómo los bomberos a veces padecen problemas como no tener frenos en la autobomba.
-Es un oficio muy respetado el de bombero, ¿por qué cree que se ganó ese reconocimiento?
-El lema de bomberos es "Salvar vidas y los intereses del pueblo". Donde hay una vida en peligro va un bombero, sin importarle qué vida es o quién es. Se vio en la tragedia de Salta al 2100 de Rosario, donde además de salvar personas se salvaron animales de entre los escombros. El bombero tiene un alma especial y la gente lo percibe.
-Y esa alma especial la ha trasladado también a su vida, a su familia
-He tirado varias semillas y muchas cayeron en tierra fértil. Nunca pensé que mi nieto sería bombero, pero lo es y hasta es el jefe de los Bomberos Voluntarios de Oliveros. Mi hija siempre quiso serlo pero no podía; hasta que hoy pasó de ser policía a bombero.
-¿Qué le genera todo eso?
Una gran alegría, por un lado; pero una gran tristeza, porque sufro mucho por ellos. Mi hija fue una de las primeras en llegar a Salta al 2100 y me sentí muy mal por ella.
-¿Cómo ve el trabajo de los voluntarios de Funes?
-Bien, pero todavía les falta mucho. Les cuesta mucho trabajo y deben aprovechar el apoyo que tienen en la gente. Están bien porque tienen alma de bomberos. Y si no tienen esa alma de bomberos, no sirve. También trabajé en la fundación de este cuartel.
-¿Cómo es el proyecto de lanzar un nuevo libro?
-Una psiquiatra me dijo <<tenés que escribir, es la única forma para que no se te atrofie el cerebro>>. Y empecé, y cuando me di cuenta ya tenía medio libro. Fue ella la que me instó a escribir algo y qué mejor que escribir sobre algo que me gusta tanto que es ser bombero. Y ahora estoy con esta segunda obra, "Hojas al viento". Son versos, historias, poesías, cuentos criollos y hasta pornográficos. Es fruto de los años que tengo encima. Después de Salta y Oroño quiero escribir "El incendio como catástrofe", que sería un buen guión para una película. Al escribir me di cuenta que a los 83 años todavía podía ser útil.
-¿Cuándo presentan el libro?
-El 15 de diciembre en Funes, en el Centro de Discapacitados de Montevideo 1555, a las 19 horas. Tengo miedo, porque esa siempre fue una de mis fallas. Y espero que vaya gente, porque cuando veo a la gente me pongo fuerte.
Este funense de zona oeste fue jefe de la delegación Rosario durante nueve años y reconocido en varias localidades de la provincia. El 15 de diciembre intentará superar el "miedo" de someterse a la presentación de su obra, aunque es de esperar que lo acompañe una buena cantidad de personas así se pone "fuerte".
Él no claudica y no se detiene, tiene cuerda para rato, y ya proyecta su segundo libro, "Hojas al viento", "versos, historias, poesías, cuentos criollos y hasta pornográficos".
IF: ¿Cuándo comenzó a tener la pasión por el oficio de bombero?
JJ: Nace con una maestra mía, a la que le tenía mucha confianza y quería mucho. Nos preguntaba siempre qué íbamos a hacer cuando termináramos de estudiar. Pero un día le dije "Y usted, ¿si hubiese sido hombre, qué hubiese hecho?". Me contestó que quería ser bombero. Y me enganché y hasta le dije: "El día que pueda voy a ser bombero". Hice el curso en la escuela de policía y primero no querían saber nada, pero terminé quedando y estuve 30 años de servicio. Y a eso hay que sumarle otros 5 en la escuela de policía.
-¿Siempre en Rosario o en otros lugares?
-Siempre estuve designado en Rosario, pero he ido mucho a Buenos Aires. Ahí nació en mí la vocación por trabajar y he ayudado a fundar muchos cuerpos de bomberos voluntarios en todo el sur de la provincia de Santa Fe. Roldán, Arequito, Cañada de Gómez, Gálvez, entre otros tantos. También conocí muchas otras dependencias ya formadas, a las que asistí cuando fui Jefe de Pericias.
-Y llegó a ser jefe en Rosario
-Lo fui durante 9 años, y creo que fui un gran jefe. Lamento que allí no supe echar raíces, porque los que vinieron detrás de mí no duraron ni un año. Hay que tener un alma especial para ser bombero. A veces pienso, con 83 años, en sumarme a la Comisión Directiva y luchar por tener un mejor cuartel de bomberos. No puedo entender cómo los bomberos a veces padecen problemas como no tener frenos en la autobomba.
-Es un oficio muy respetado el de bombero, ¿por qué cree que se ganó ese reconocimiento?
-El lema de bomberos es "Salvar vidas y los intereses del pueblo". Donde hay una vida en peligro va un bombero, sin importarle qué vida es o quién es. Se vio en la tragedia de Salta al 2100 de Rosario, donde además de salvar personas se salvaron animales de entre los escombros. El bombero tiene un alma especial y la gente lo percibe.
-Y esa alma especial la ha trasladado también a su vida, a su familia
-He tirado varias semillas y muchas cayeron en tierra fértil. Nunca pensé que mi nieto sería bombero, pero lo es y hasta es el jefe de los Bomberos Voluntarios de Oliveros. Mi hija siempre quiso serlo pero no podía; hasta que hoy pasó de ser policía a bombero.
-¿Qué le genera todo eso?
Una gran alegría, por un lado; pero una gran tristeza, porque sufro mucho por ellos. Mi hija fue una de las primeras en llegar a Salta al 2100 y me sentí muy mal por ella.
-¿Cómo ve el trabajo de los voluntarios de Funes?
-Bien, pero todavía les falta mucho. Les cuesta mucho trabajo y deben aprovechar el apoyo que tienen en la gente. Están bien porque tienen alma de bomberos. Y si no tienen esa alma de bomberos, no sirve. También trabajé en la fundación de este cuartel.
-¿Cómo es el proyecto de lanzar un nuevo libro?
-Una psiquiatra me dijo <<tenés que escribir, es la única forma para que no se te atrofie el cerebro>>. Y empecé, y cuando me di cuenta ya tenía medio libro. Fue ella la que me instó a escribir algo y qué mejor que escribir sobre algo que me gusta tanto que es ser bombero. Y ahora estoy con esta segunda obra, "Hojas al viento". Son versos, historias, poesías, cuentos criollos y hasta pornográficos. Es fruto de los años que tengo encima. Después de Salta y Oroño quiero escribir "El incendio como catástrofe", que sería un buen guión para una película. Al escribir me di cuenta que a los 83 años todavía podía ser útil.
-¿Cuándo presentan el libro?
-El 15 de diciembre en Funes, en el Centro de Discapacitados de Montevideo 1555, a las 19 horas. Tengo miedo, porque esa siempre fue una de mis fallas. Y espero que vaya gente, porque cuando veo a la gente me pongo fuerte.
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