Domingo, 22 de Diciembre 2024
Una escuela para aprender y andar
Un grupo de jóvenes deportistas de Funes creo una escuela de deportes "extremos". Su tarea, que reúne a varios adeptos, tiene como objetivo final difundir estas disciplinas y lograr que la ciudad tenga un espacio exclusivo ellos.
En Funes existe desde no hace mucho un espacio para que todos los jóvenes puedan aprender deportes extremos. Se trata de la Escuela de Skate "Street Wheels (ruedas callejeras) Funes". A través de ella buscan difundir las bondades de los deportes extremos y lograr un espacio exclusivo para desarrollar la actividad.
La iniciativa nació a partir del impulso de tres docentes - deportistas de la ciudad. Se trata de Santiago, Facundo y Cristopher, quienes tienen bien en claro que "la idea es formar una especie de ejército de skaters para tener una escuela, que por ahora será privada, pero tiene el fin de ser pública en un futuro".
"Para mí este deporte es mi vida y mi pasión", dice Santiago y señala: "Nuestra idea es sacar a los chicos a la calle a que disfruten, sacar a los que se encierran en la computadora todo el día; por ahora sólo debutamos con skate, pero se le suman también bicicleta, longboard y otros deportes del estilo". Hoy en Funes son más de 50 los chicos que disfrutan de estas disciplinas alternativas.
Las clases se realizan tres veces por semana; lunes, miércoles y viernes de 15 a 16.30. "Trabajamos y usamos todo tipo de protección que sea necesaria para la actividad. Al alumno le damos toda la protección que necesita, así como los alumnos firman un contrato que avala la actividad que está haciendo", aclara el profe, pero al mismo tiempo avisa: "El skate es un deporte muy técnico y se está siempre cerca de darse un golpe, siempre se está cerca del moretón".
Un lugar propio
Los chicos que hacen skate en Funes siguen luchando por tener un espacio propio. Luego de que por ordenanza se estableciera la creación de un skate park, "todo está parado y no sé cuáles son los problemas para que no prospere, pero para nosotros es una necesidad", considera Santiago y apunta: "Al no tener un espacio propio tenemos la necesidad de estar en la calle y eso conlleva peligros".
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