Caliente inicio de año en el Concejo
La intendenta Mónica Tomei abrió el periodo de sesiones ordinarias del Legislativo. Su discurso duró 61 minutos y fue acompañado casi en su totalidad por una ruidosa protesta de fiduciarios en la puerta.
Una hora y un minuto duró el discurso de la intendenta Mónica Tomei en el inicio del periodo de sesiones ordinarias. Fue un extenso repaso de la gestión que encabeza, con estadísticas y números precisos, aunque con "falta de contenido político", como marcaron desde la bancada opositora.
Tomei arribó al Concejo temprano, diez minutos antes de las 10. Apenas ingresó al recinto pidió que la sesión comience rápido porque debía cumplir con una reunión en Nuevo Central Argentino, en Rosario, ya que se analiza construir un nuevo paso de agua en las vías del ferrocarril, en Zona 8.
Un minuto antes de la hora anunciada, el presidente del Concejo Horacio Rímini la presentó, y la intendenta hizo "una rendición de las acciones" de todas las áreas de gobierno del Municipio, en "un año muy especial", al cumplirse 30 años de la recuperación de la democracia en Argentina.
A los ediles les pidió "humildemente" que la acompañen en la tarea de "transmitir la importancia" de los convenios de "Emprendimiento Urbanístico Responsable" que el Municipio firmó con varios desarrolladores. Tomei pretende que la instancia de acuerdo con urbanizadores no regrese a "foja cero", ya que se lograron "avances" con los emprendedores. "Con acciones apresuradas pueden traer aparejada la caída de las resoluciones de impacto ambiental y el consecuente perjuicio para todos aquellas personas que eligieron a Funes para vivir", explicó.
Tal como se había anunciado, en la esquina de Santa Fe y Moreno se convocó un grupo de fiduciarios de Funes City. Cuando Tomei comenzó el discurso unas quince personas se acercaron hasta la puerta del recinto. Primero colgaron carteles en el alambrado del frente y luego, cuando promediaba el acto, comenzaron a hacerse oír a través de un megáfono, con redoblantes y sirenas. "Mónica da la cara, recibinos", pedían a coro.
Sorprendida por la manifestación, la intendenta le consultó a Rímini si continuaba o no. El presidente del Concejo la apoyó, le pidió que siga y más tarde calificó de "falta de respeto" la protesta. La ruidosa acción se extendió hasta el final, incluso siguieron a Tomei y sus funcionarios hasta las puertas del edificio municipal.
En una postal insólita para la ciudad, policías y agentes de la Central de Operaciones de Emergencia (COE) seguían atentos los movimientos por si acaso la tensa situación pasaba a mayores. "Educación", gritaba Tomei en un tramo de su discurso, buscando que los manifestantes la escuchen, y trazando un paralelo, al igual que otras veces, entre ciudadanos históricos y "nuevos funenses".
El acto ganaba en temperatura y los seguidores de la intendenta que permanecían dentro del recinto, en su gran mayoría funcionarios, se intercambiaban gestos con los manifestantes ventanal de por medio. Aplaudían efusivamente cuando Tomei recordaba una medida positiva, en una situación que había sido apoderada por la tensión.
A las 11 en punto, Tomei culminó su discurso. Aseguró que su "compromiso" es hacer que Funes "sea el mejor lugar para vivir, para crecer y para soñar". Para lograrlo, hay que convertir a la ciudad en "pujante, viva, solidaria, preparada, cordial, saludable, ordenada, moderna, participativa, sustentable, con futuro, con más educación y más oportunidades, para todos y cada uno de los hijos de esta tierra".
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