Lunes, 25 de Noviembre 2024
Jueves, 23 de Agosto del 2012

Vecinos de Ibarlucea piden una norma que limite las fumigaciones

Desde hace años esperan una ordenanza que suplante a otra que había sido derogada. Llega la época de las aplicaciones y temen por las consecuencias de este vacío legal.

Un nutrido grupo de vecinos de esta localidad se reunió días atrás para impulsar una ordenanza que regule el uso de agrotóxicos en las fumigaciones cercanas al casco urbano, dado que se derogó la que estaba vigente que permitía las aplicaciones en todo el distrito a 100 metros del casco urbano para dar lugar a una nueva, que jamás se sancionó.

Para muchos de los asistentes a la reunión esta situación genera un vacío legal que puede ser aprovechado por quienes siguen adelante con este tipo de prácticas cuestionadas desde distintos sectores. Recordaron que durante un tiempo funcionó una comisión de medioambiental que estaba integrada por un grupo de vecinos que colaboraron ad honórem, y que luego de un trabajo exhaustivo de varios meses formularon una ordenanza superadora de la anterior pero que nunca entró en vigencia.

El temor crece a medida que se aproxima la época en que se intensifican las fumigaciones. Al no haber una ordenanza en vigencia, tampoco se realizan los controles correspondientes por lo que los vecinos no descartan iniciar una campaña de recolección de firmas para impulsar algún tipo de acciones.

Intoxicado. El tema de las fumigaciones cerca de las viviendas no es nuevo en esta localidad. Ya en 2010 LaCapital reflejó la tensa situación que se vivió a partir de la internación por intoxicación con agrotóxicos de un chico de sólo nueve años.

En ese momento los análisis fueron contundentes al arrojar la presencia de piretroides en la sangre del niño. También en su organismo se detectó 1,4 PPB de lambdaciolatrina, un químico que se usa en insecticidas clasificados por el Senasa como clase 2 banda amarilla, es decir, nocivo para el hombre.

La familia del pequeño vivía en ese momento en un barrio periférico ubicado en las cercanías de campos que se fumigaban. Este caso que además provocó la intervención en la localidad de la Unidad Fiscal de Delitos Ambientales (Ufima), tuvo una derivación judicial y fue determinante para que se derogara la ordenanza anterior.

Los piretroides son irritantes locales y pulmonares. Dañan el sistema nervioso y en dosis muy altas provocan daño permanente y afectan los nervios de las extremidades. Los primeros síntomas son alergias, picazón intensa, manchas en la piel, sibilancias, broncoespasmo y dificultad para respirar", explicaron por ese entonces los vecinos en uno de sus varios reclamos elevados al ex jefe comunal José Prino.

Reiterado y sin eco. En aquella movida de 2010, que estuvo acompañada por el asesoramiento y apoyo de la ONG Ecos de Romang, se envió una primera misiva al ex funcionario con más de 50 firmas de vecinos y este mismo documento, en el que exigían la urgente prohibición de la circulación de mosquitos fumigadores por las calles del pueblo, el resguardo ambiental de la población y la reglamentación de estos dos puntos a través de una ordenanza, se remitió a su vez a la Defensoría del Pueblo de Santa Fe y a la Comisión Nacional de Investigación.

Hubo una segunda y tercera misiva dirigida al ex jefe comunal, quien no respondió al reclamo, pese a sus declaraciones a LaCapital, en las que aseguraba que había normas vigentes de protección y exhibió un borrador de la que sería la nueva ordenanza, que jamás se sancionó.

Lo cierto es que los vecinos de Ibarlucea se siguen sintiendo desprotegidos y dejaron en claro en la reunión de días atrás que no estarán tranquilos "hasta tanto se ponga en vigencia una nueva legislación".