Viernes, 26 de Abril 2024
Viernes, 03 de Julio del 2015

La fotógrafa del rock pasó por Funes

<p>Andy Cherniavsky brindó un workshop de La Focal y aceptó gustosa una entrevista exclusiva con InfoFunes.</p>

Foto: Vanesa Fresno-InfoFunes

Andy Cherniavsky es una de las mejores fotógrafas de la Argentina. Se la conoce como “la fotógrafa del rock nacional”, porque por su lente pasaron muchas de las grandes figuras de la escena desde fines de los 70 hasta hoy como Charly García, Fito Páez, Andrés Calamaro, Los Abuelos de la Nada, Los Redonditos de Ricota entre muchos. Invitada por la Escuela de fotografía La Focal, Cherniavsky brindó el miércoles un workshop sobre moda, retratos, publicidad y editorial para unos 25 fotógrafos de diferentes partes del país. En un break de la extensa jornada que se realizó en la sede de La Focal, en el primer piso de Tierra Chica, Andy se prestó a esta charla con InfoFunes.

-¿Qué te genera esta posibilidad de poder brindar este tipo de clases a fotógrafos?
-Me hubiera encantado que en mi adolescencia haya existido alguien que me pudiera haber transmitido la mitad de lo que yo les estoy transmitiendo hoy a todos los concurrentes al workshop. Trato de darles una información muy valiosa que te lleva años darte cuenta, y hablamos de cosas como presupuestos, preproducción, jornadas de laburo, iluminación, encuadre, y hablamos también de cómo encontrar un estilo propio, como rearmar lo que uno tiene. 


-¿Crees que hoy la fotografía tiene una mayor penetración en la gente?
-Yo creo que hoy todo el mundo es fotógrafo. Yo soy autodidacta y empecé laburando de muy chica. Antes éramos siete fotógrafos y ahora somos setecientos millones de fotógrafos, lo cual está muy bien pero tenemos un mercado muy chico en nuestro país, entonces es como repartir el trabajo, todo el mundo quiere ser profesional y es muy jodido.


-¿Cómo te hiciste fotógrafa?
-Cuando salí del colegio estudié un año Psicología y medio como que me aburrí un poco y una amiga, Pato, me invitó a hacer un curso de fotografía básico con un fotógrafo. Fui, nos quedamos todo el curso y yo ya a los tres meses laburaba. Sacaba fotos en las plazas, te estoy hablando de una época en que se podía pedirle la dirección a una mamá con un bebé. Les sacaba fotos a los chicos, después yo las revelaba, yo las copiaba, las ponía en esos cartoncitos de la época y cuando llegaba a la casa les encantaban. Y bueno, sacar fotos, armar producciones y desarmar el living de mi casa, colgar un telón, acá no había nada importado, nada de nada. Yo conseguía una revista de Popular Photography, ¡una! en toda la Capital Federal y me la traducía porque quería aprender inglés, y mientras la traducía iba haciendo paso por paso todo lo que enseñaba la revista de cómo iluminar un frasco, qué sé yo…


-Se te ha catalogado como la “fotógrafa del rock nacional”, ¿cómo te definirías a vos misma?
-Yo a mí misma me defino como laburante, soy una fotógrafa muy versátil que hago de todo, no me dedico a la moda solamente. Me gustan los desafíos de cada laburo, todo lleva tu nombre y todo te representa y está bueno que esté todo lindo. Y me gusta mucho la producción, la dirección de arte, y me gusta mucho el diseño gráfico y me entrometo en todo eso.


-En tu experiencia como fotógrafa de artistas de rock, ¿eran chicos difíciles o se dejaban fotografiar?
-En la época del rock yo era como una especie de fanática del rock argentino. De muy chica ya lo conocía a Charly (García) porque era compañera de colegio del hermano, entonces, ya cuando tuve mi primera cámara, empecé a hacerle fotos, y me empecé como a meter un poco con el tema del rock. Iba con mi cámara, sacaba mis fotos, no me contrataba nadie y cada vez tenía fotos más lindas hasta que empecé, me publicaron una foto y no pusieron mi nombre. Y después empecé a laburar ya en Rock&Pop, la revista de Daniel Grinbank en ese momento, en los ochenta. Y empecé después a laburar en Canta Rock, en El Musiquero, en Pelo, yo me iba de gira, me encantaba, era una fan total, no una groupie, una fan. Me encantaba, iba a todos los shows, hacía la prensa a Daniel Grinbank de todos los artistas que él grababa, que eran todos. Yo tenía la oficina arriba de la de Daniel. Y todos, Celeste Carballo, Virus, Andrés Calamaro, todos venían arriba a hacerse las fotos de tapa o de prensa. 
Laburar en un recital es salvaje, en esa época en que la gente escupía, tiraba cosas, no había seguridad, no había lugar para fotógrafos. Mis últimos dos recitales, que no soporté más las escupidas fueron el de The Cure y el de Ramones en Obras. Ahí dije “no laburo más de esto”.


-¿Fue el trabajo como fotógrafa que más disfrutaste?
-Fue como una autogestión, entonces tiene una cosa que al principio lo despreciaba un poco porque yo no confiaba mucho en mí, y después me empecé a dar cuenta de que yo soy una virginiana, cubrí 560 recitales, me fui de gira con todo el mundo, y me di cuenta que estaba escribiendo un cacho de la historia para otras generaciones. O que el Correo Argentino me compre fotos de Miguel Abuelo y de Luca (Prodan) para hacer estampillas. Y esto que hago de hacer los workshops, siento que dejo una marca en el otro. Y con lo del rock me pasa eso, es una historia genial. Tengo un archivo increíble y un montón de cosas y la verdad que me gusta mucho la foto de rock. Aunque no iría ni en pedo hoy a ver un recital.